La histórica decisión podría transformar el internet y afectar a una de las compañías más conocidas del mundo.

Un juez sentenció este lunes que el motor de búsqueda de Google ha estado explotando ilegalmente su dominio para aplastar la competencia y sofocar la innovación, en una decisión que podría sacudir el internet y debilitar a una de las compañías más conocidas del mundo.

La decisión del juez del Tribunal de Distrito de Estados Unidos, Amit Mehta, llegó casi un año después del inicio de un juicio que enfrentó al Departamento de Justicia de Estados Unidos contra Google, en el mayor enfrentamiento antimonopolio del país en un cuarto de siglo.

Tras revisar montañas de pruebas, incluyendo testimonios de altos ejecutivos de Google, Microsoft y Apple durante el juicio de 10 semanas del año pasado, Mehta emitió su decisión tres meses después de que ambas partes presentaran sus argumentos finales a principios de mayo.

Esto representa un gran revés para Google y su empresa matriz, Alphabet Inc., que habían defendido firmemente que su popularidad se debía al abrumador deseo de los consumidores de usar un motor de búsqueda tan bueno que se ha vuelto sinónimo de buscar cosas en línea. Actualmente, el motor de búsqueda de Google procesa un estimado de 8.5 mil millones de consultas diarias en todo el mundo, casi el doble de su volumen diario de hace 12 años, según un estudio reciente de la firma de inversión BOND.

Google casi con certeza apelará la decisión, en un proceso que podría terminar en la Corte Suprema de Estados Unidos.

Por ahora, la decisión representa una victoria para los reguladores antimonopolio del Departamento de Justicia, que presentaron su demanda hace casi cuatro años mientras Donald Trump aún era presidente, y han intensificado sus esfuerzos para frenar el poder de las grandes tecnologías durante la administración del presidente Joe Biden.

El caso retrató a Google como un "matón tecnológico" que ha frustrado sistemáticamente la competencia para proteger un motor de búsqueda que se ha convertido en el centro de una máquina de publicidad digital que generó casi $240 mil millones en ingresos el año pasado. Los abogados del Departamento de Justicia argumentaron que el monopolio de Google le permitió cobrar precios artificialmente altos a los anunciantes mientras disfrutaba del lujo de tener que invertir más tiempo y dinero en mejorar la calidad de su motor de búsqueda, una actitud negligente que perjudicaba a los consumidores.

Google ridiculizó esas acusaciones, señalando que los consumidores históricamente han cambiado de motor de búsqueda cuando se sienten desilusionados con los resultados que obtienen. Por ejemplo, Yahoo, ahora un actor menor en internet, era el motor de búsqueda más popular durante la década de 1990 antes de la llegada de Google.

La conclusión de Mehta de que Google ha estado operando un monopolio ilegal establece otra fase legal para determinar qué tipos de cambios o sanciones deben imponerse para revertir el daño causado y restaurar un panorama más competitivo.

El posible resultado podría resultar en una orden que requiera a Google desmantelar algunos de los pilares de su imperio de internet o impedirle gastar más de $20 mil millones anuales para asegurar que su motor de búsqueda responda automáticamente a consultas en el iPhone y otros dispositivos conectados a internet. Después de la próxima fase, el juez podría concluir que solo se requieren cambios modestos para nivelar el campo de juego.

Si hay un cambio significativo, podría resultar ser un golpe para Microsoft, cuyo propio poder fue socavado durante la década de 1990 cuando el Departamento de Justicia apuntó al fabricante de software en una demanda antimonopolio acusándolo de abusar del dominio de su sistema operativo Windows en computadoras personales para bloquear la competencia.

Al igual que la batalla antimonopolio de Microsoft creó distracciones y obstáculos que abrieron más oportunidades para Google después de su fundación en 1998, la decisión podría ser un beneficio para Microsoft, que ya tiene un valor de mercado de más de $3 billones. En un momento, Alphabet valía más que Microsoft, pero ahora está detrás de su rival con un valor de mercado de aproximadamente $2 billones.

El CEO de Microsoft, Satya Nadella, fue uno de los testigos estrella del Departamento de Justicia durante el testimonio que cubrió su frustración con los acuerdos de Google con empresas como Apple, que hicieron casi imposible que el motor de búsqueda Bing avanzara, incluso cuando Microsoft invirtió más de $100 mil millones en mejoras desde 2009.

Nadella también expresó temor de que pueda ser necesaria una represión antimonopolio para asegurar que la situación no empeore a medida que la IA se convierta en una fuerza mayor en la búsqueda.

Google aún enfrenta otras amenazas legales además de esta, tanto en los Estados Unidos como en el extranjero. En septiembre está programado que comience un juicio federal en Virginia sobre las alegaciones del Departamento de Justicia de que la tecnología publicitaria de Google constituye un monopolio ilegal.

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Con información de la agencia AP.