En los medios de comunicación costarricense es muy fácil encontrarse con la sección futbolística: es decir, con la mal llamada “Sección Deportiva” de los canales de radio y secciones digitales de la prensa nacional.
¿Sección deportiva? ¡Eso no existe aquí!
Tómese por ejemplo Teletica Deportes: al revisar su página principal en la web entre los días nueve y quince de julio, se descubrió que de 10 notas “deportivas” diferentes, ocho son sobre partidos y fichajes de primera división masculina o sobre entrenadores de la misma rama, mientras que solo una o dos informan sobre otras disciplinas deportivas.
Lo mismo sucede en Deportes Repretel donde al entrar en su sitio web, el usuario solo se encontrará con las grabaciones de sus ediciones futbolísticas televisadas y con la totalidad de sus notas escritas cubriendo temas del balón pie masculino.
Nada de esto es sorprendente: como todos los ticos sabemos, en los medios más conocidos y vistos a nivel nacional no se apoya el deporte a no ser que se hable de fútbol.
Situaciones similares a las anteriores se pueden encontrar en la mayoría de medios de comunicación, y no solo a nivel nacional, puesto que si se busca en un sitio de noticias europeo o de otros países de América, la situación no hace más que repetirse: que lo diga la sección deportiva del diario Bild de Alemania o de El Heraldo de Honduras.
¿Qué pasaría si a esos periodistas que centran su carrera en el periodismo “deportivo” y se saben de memoria el “once” estelar en cada partido de la Sele, les preguntásemos sobre la historia de los atletas que representan a Costa Rica en los Juegos Olímpicos del 2024?
¿O si se les pregunta por la duración de un juego de voleibol, la cantidad de estilos que existen en la natación o la diferencia de los eventos entre la gimnasia artística masculina y femenina?
Que un periodista deportivo no sepa la información anterior es decepcionante pero es la realidad más típica y para nada una sorpresa: estos profesionales son solo el estándar que continuará una cadena de incompetencia ya establecida en el ejercicio del periodismo deportivo nacional.
Revisen la cantidad de periodistas en el país que escribieron y reportaron sobre Juegos Nacionales... Pocos, poquísimos. La mayoría de medios las semanas en las que se realizaron estos juegos estuvieron concentrados en el desempeño de “La Sele” en la Copa América.
Así, en CRhoy se permitió publicar una nota glorificando a Cecilia Poll por ganar cinco medallas en Juegos Nacionales, cuando en realidad la ganadora del Premio Alfredo Cruz a la mejor atleta destacada en la natación este 2024 fue Sthefany Venegas, quien obtuvo ocho medallas de oro y cinco récords para Juegos Deportivos Nacionales.
¿Quién escribió sobre ella? Nadie; sin embargo a Poll sí se le menciona por tener ese apellido y gracias al mal trabajo de un periodista, ahora hay gente que cree que Cecilia será la próxima medallista Olímpica de Costa Rica, malinformando a toda una nación porque, ni eso pueden comunicar bien; ya que en caso de la natación, los Juegos Nacionales no cuentan como campeonato clasificatorio para absolutamente nada.
Lo anterior sin mencionar el hecho de los muchos otros nadadores que también rompieron récords y ganaron medallas de oro y que son invisibilizados en los medios.
Continuemos mencionando ejemplos, siguiendo por la línea de Juegos Nacionales: el país no tiene idea de quiénes son los atletas destacados ganadores del Premio Alfredo Cruz en cada disciplina de las justas y tampoco se sabe que lo que solía ser una recompensa de un millón de colones por deportista, ahora es una simple placa de reconocimiento y una cenita que al atleta no le servirá de nada.
El país no lo sabe porque los periodistas futbolísticos prefieren reportar sobre el nuevo fichaje de Saprissa que sobre las injusticias que sufren los verdaderos deportistas costarricenses, aquellos que han dado más por Costa Rica siendo invisibilizados, que la Sele en los mundiales desde el 2014.
Si al menos más de un periodista se acercara a las Federaciones Nacionales a consultar y hacer su trabajo, el gobierno no quitaría cada vez más presupuesto al ICODER, los atletas serían escuchados, más gente sabría quienes son los campeones de la gimnasia, cómo funciona el voleibol y cuántos estilos hay en la natación.
Además, los patrocinios serían más accesibles, habría instalaciones deportivas que no se caen a pedazos y el Comité Olímpico Nacional llevaría más de seis atletas a los Juegos Olímpicos.
¿Usted es de los que se indigna porque en París 2024 solo estén compitiendo seis atletas ticos? Pues todo lo anterior es un ejemplo de por qué es así la situación y esas realidades solo podrían cambiarse si los medios empezasen a hablar más de ello... y menos de Keylor Navas.
El periodismo futbolístico, el que reduce todos los deportes solo a las canchas de fut masculino: ese es el periodismo anti deporte y es necesario que alguien finalmente lo diga en voz alta y haga algo al respecto.
No finalizaré, sin embargo, siendo mezquina con el buen trabajo realizado: hay comunicadores que marcan la diferencia, pocos sí, pero los hay.
Aquellos que trabajan para las Federaciones Nacionales, para el ICODER y para Comité Olímpico Nacional; pero también Luis Diego Sánchez, de La Jornada.cr, la sección deportiva de Delfino.CR.
Luis Diego ha demostrado que es posible y ha llevado a cabo lo que otros medios más grandes no se atreven a hacer: se ha encargado de cubrir los deportes que no incluyen a la Primera División masculina y ha dado a conocer a los verdaderos representantes del país, a los atletas que incluso sin apoyo económico, gubernamental y de la misma sociedad costarricense, lo han dado todo por el blanco azul y rojo, nos han dejado en alto y han hecho historia para el deporte costarricense.
Por eso, a usted que ahora celebra los logros de Brisa Hennessy con todo lo que le da la garganta, lo invito a que también levante la voz por un cambio que visibilice la labor de los tantos otros que podrían hacer lo que está haciendo ella en este momento, pero que son invisibles en medios.
Así, y solo así, es como podemos empezar a cosechar un cambio.
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