Esta es la sexta playa accesible gracias a una alianza entre Monge y DONATAPA.

En el marco de las celebraciones del Bicentenario de la Anexión, Playa Potrero en Guanacaste se convirtió en playa accesible para personas con discapacidad, movilidad reducida y adultos mayores.

Son 33 metros de pasarelas retráctiles y una silla anfibia entregadas por Las Buenas Acciones Verdes de Monge en colaboración con la Red Costarricense de Turismo Accesible.

La playa accesible estará habilitada los miércoles, jueves y viernes de 9 de la mañana a 5 de la tarde y será administrada por el Comité de Bandera Azul Ecológica de Playa Potrero.

Estamos muy contentos de ratificar el compromiso de Monge con el ambiente y la sociedad con la sexta playa accesible que entregamos; y qué mejor escenario que la celebración de los 200 años de la Anexión y el 50 aniversario de Monge. Este proyecto de Las Buenas Acciones Verdes de Monge tiene dos propósitos: reducir la contaminación y generar impacto social. Esta iniciativa genera reactivación económica por medio del turismo accesible, pero lo más gratificante es ver las historias y cómo impacta a adultos mayores o personas con discapacidad que logren conocer la playa o regresar al mar y sentir las olas después de muchos años. Los invitamos a seguir llevando tapitas plásticas a todas las Monge del país para seguir transformando a Costa Rica en un destino accesible para todas las personas”, señaló Carlos Fernández, director del programa Las Buenas Acciones de Monge.

Desde 2021, se han recolectado más de 11 toneladas de tapas plásticas, con las cuales se construyeron e instalaron más de 300 metros de pasarelas y seis sillas anfibias para seis playas en total: una en Playa Espadilla en Manuel Antonio, dos en Puntarenas, una en Manzanillo en Limón, una en Playa Ventanas de Osa y la más reciente en Playa Potrero en Guanacaste.

En la inauguración también participaron organizaciones de personas con discapacidad de Guanacaste y probaron los implementos. “Para la Red Costarricense de Turismo Accesible cada inauguración de playa accesible es un paso más al logro de nuestra meta, dotar a todas las playas de al menos un implemento de apoyo para el acceso al mar. Todos tenemos derecho al ocio y recreación. Donatapa es una campaña país que logra no solo este maravilloso bien social sino además ambiental, al transformar todos estos plásticos en inclusión. Gracias Monge por seguir cada paso a nuestro lado”, señaló Stephanie Sheehy, directora ejecutiva de la Red Costarricense de Turismo Accesible.

Para el Comité de Bandera Azul Ecológica de Playa Potrero es vital contar con estos implementos de accesibilidad que impulsan el crecimiento de turistas y residentes. Queremos agradecer a Las Buenas Acciones de Monge y a la Red de Turismo Accesible por facilitar y donar el equipamiento para hacer de Playa Potrero una playa para todas las personas, es un privilegio contar con esto”, comentó Arturo Soto, vocero del comité.

Impacto social y ambiental en 2024

En el marco de su 50 aniversario, Monge se comprometió a entregar 4 playas accesibles, de las cuales ya 3 están instaladas en Manzanillo, Ventanas y ahora Potrero. La cuarta será inaugurada a finales de año en un destino que se anunciará en las próximas semanas.

La campaña de recolección de tapitas plásticas se mantiene en las más de 200 tiendas de Monge a en todo el país, material que Monge traslada a su centro de distribución, se consolida y luego se fabrican las pasarelas y sillas anfibias pagadas por Monge.

Datos sobre las pasarelas y sillas anfibias

La silla anfibia soporta una capacidad hasta 90 kg. Además, viene con tornillos de acero inoxidable, lonas especiales para aguas salinas, no absorbe humedad, pesa 26 kilos y también es de plástico reciclado. Es un diseño nacional creado por la Red Costarricense de Turismo Accesible.

Las pasarelas son de carácter modular y permiten cubrir cualquier superficie, tienen alta resistencia y larga vida útil. Cada paño pesa 74 kilos y es de 1.5 x 3 metros, para un total de 11 que conforman los 33 metros ubicados en playa Potrero de Guanacaste.

Para construir esta pasarela y la silla anfibia se necesitaron 1000 kilos de tapas plásticas y el proceso tuvo un costo de US $6,300.