Informe preliminar del Centro Carter critica restricciones impuestas por el régimen de Maduro.

La elección presidencial de Venezuela de 2024 no cumplió con los estándares internacionales de integridad electoral y no puede considerarse democrática, declaró el Centro Carter.

La organización, invitada como observadora electoral por el régimen de Nicolás Maduro, señaló que no pudo verificar la autenticidad de los resultados anunciados por el Consejo Nacional Electoral (CNE) debido a la falta de transparencia, ya que la autoridad electoral no publicó los resultados desglosados por mesa electoral, lo cual constituye una grave violación de los principios electorales.

Según un pronunciamiento del Centro Carter, el proceso electoral se desarrolló en un ambiente de libertades restringidas, afectando a actores políticos, organizaciones de la sociedad civil y medios de comunicación. A lo largo del proceso, agregaron, el CNE mostró parcialidad a favor del oficialismo y en contra de las candidaturas de la oposición.

Asimismo, indicaron que la actualización del registro de electores se realizó con numerosos inconvenientes, incluyendo plazos muy cortos, escasos lugares de inscripción y una mínima campaña de información pública, problema que se agravó para los venezolanos en el exterior, quienes enfrentaron barreras legales arbitrarias para inscribirse en el padrón electoral.

Por otro lado, los observadores afirmaron que el registro de partidos y candidatos también presentó irregularidades, recordando que en los últimos años partidos de la oposición han sido objeto de intervenciones judiciales que perjudicaron a sus líderes más reconocidos, favoreciendo a personas afines al gobierno, además que la inscripción de candidaturas de las principales fuerzas de oposición estuvo sujeta a la discrecionalidad de las autoridades electorales, quienes tomaron decisiones sin respetar principios jurídicos básicos.

El Centro Carter afirmó que la campaña electoral se caracterizó por un notable desequilibrio a favor del gobierno en todos los ámbitos: la candidatura oficialista contó con amplios recursos, lo que resultó en una gran desproporción de mítines, murales, vallas y afiches en su favor, al tiempo que se observó el uso indebido de recursos públicos, incluidos vehículos y la movilización de funcionarios para la campaña, así como el uso de programas sociales con fines proselitistas.

Además, agregaron, la candidatura gubernamental tuvo una preponderancia en televisión y radio, tanto en publicidad como en cobertura noticiosa, al tiempo que las autoridades intentaron restringir las campañas de la oposición mediante la persecución e intimidación de personas que prestaron servicios o vendieron bienes para el proselitismo opositor, generando un efecto disuasivo.

A pesar de este contexto adverso, los observadores señalaron que la ciudadanía venezolana se movilizó masiva y pacíficamente el 28 de julio para expresar sus preferencias. La jornada de votación transcurrió de manera cívica, aunque hubo restricciones en el acceso a recintos para observadores nacionales y testigos de partidos. También se reportaron mecanismos de presión sobre el electorado, como puntos de control partidario gubernamental cerca de los recintos para verificar la asistencia de los votantes, e incidentes de tensión o violencia en algunas localidades.

Los equipos de observadores del Centro Carter afirmaron que si bien se comprobó la voluntad de la ciudadanía venezolana por participar en un proceso electoral democrático, demostrando su compromiso cívico como integrantes de mesa, testigos de partidos y observadores, estos esfuerzos fueron desmerecidos por la ausencia de transparencia del CNE en la difusión de los resultados.

El Centro Carter fue invitado por el CNE del régimen de Maduro para observar la elección presidencial de 2024 y firmó un memorando de entendimiento para garantizar que la misión pudiera observar libremente de acuerdo con sus estándares metodológicos. La organización desplegó 17 expertos y observadores desde el 29 de junio en Caracas, Barinas, Maracaibo y Valencia.

El Centro Carter ha observado 124 elecciones en 43 países.