Escribí este artículo en la tarde noche del jueves. El día siguiente muy temprano salí a Panamá, para encontrarme con el resto de la delegación de IDEA y seguir para Venezuela.
Lo he puesto al día hoy lunes 29.
Dije el jueves:
“Vamos una misión de IDEA, Iniciativa Democrática de España y las Américas, integrada por la Sra. Expresidenta de Panamá Mireya Moscoso, los Expresidentes de México Vicente Fox y de Bolivia Jorge Tuto Quiroga y la Exvicepresidenta de Colombia Marta Lucia Ramírez.
Nuestro propósito es acompañar al pueblo venezolano durante la jornada en la que elegirán al candidato que deba ejercer la presidencia de esa querida república a partir del 10 de enero de 2025 y que tendrá lugar este domingo 28.
Como firmes creyentes en la fuerza resiliente de la voluntad popular soberana y la visible disposición de la mayoría determinante de los venezolanos de lograr unas elecciones que les aseguren a todos la paz y la libertad, llevaremos una palabra de esperanza, de solidaridad, y de acatamiento a lo que aquellos decidan libremente en un momento tan determinante de su historia.
Vamos invitados como observadores por la líder de la oposición democrática María Corina Machado y el Candidato de esa fuerza política Edmundo González.
En su invitación nos manifiestan: “Hemos llegado a este momento luego de un intenso y complejo proceso de lucha que continúa, contra todo pronóstico, a pesar de una férrea persecución contra la oposición democrática. Estamos conscientes de lo desigual y difícil del terreno en el que estas elecciones se realizarán. Aún así, el país y todas las fuerzas políticas han decidido continuar avanzando en esta ruta electoral, ante la innegable voluntad de cambio del pueblo venezolano.”
Respetamos y admiramos profundamente esa determinación del pueblo venezolano de restablecer su democracia, que tan importante fue para la construcción de democracias en muchos países de nuestra América Latina.
Sabemos que las condiciones son muy difíciles.
Violando los acuerdos de Barbados no se permitió a María Corina -que ha levantado un movimiento con una fortaleza extraordinaria, un movimiento con características más de un gran movimiento social y de unión espiritual que político- que participara como candidata. Eso después de haber obtenido más del 92% de los votos en unas primarias con enorme participación ciudadana. Tampoco se permitió que participara su escogida la filósofa y profesora Corina Yoris.
Finalmente, la oposición democrática se unió alrededor de la candidatura del diplomático democratacristiano Edmundo González. La campaña ha sido extraordinariamente exitosa.
La dictadura de Maduro en Venezuela actúa cada vez con mayor desfachatez. En febrero encarceló a la activista de Derechos Humanos Rocío San Miguel. A mediados de marzo encarceló a Henry Alviárez, coordinador nacional del partido de María Corina Machado Vente Venezuela y a Dignora Hernández, diputada de la Asamblea Nacional, ambos miembros de la Dirección Nacional del Comando de Campaña María Corina YA.
Además, el propio día del arresto del coordinador general Alviárez y de la diputada Hernández se ordenó la aprehensión de Oswaldo Bracho, Pedro Urruchurtu, Omar González, Humberto Villalobos, Claudia Macero, Fernando Martínez Mótola, y Magalli Meda que también trabajan en la campaña de María Corina. Seis de ellos están asilados en la Embajada de Argentina.
En los últimos meses se ha encarcelado a más de 100 dirigentes de la oposición democrática. Se ha perseguido a los dueños de hoteles que le dan hospedaje a María Corina y a Edmundo, a quienes les vende una empanada, o les da transporte en una motocicleta. Se ha impedido la operación de medios de comunicación electrónicos lo que aumenta las dificultades para la campaña, ya que medios periodísticos, televisivos y radiales han sido clausurados desde hace muchos años.
Pero el apoyo popular reflejado en las encuestas y en las masivas manifestaciones públicas auguran un gran triunfo de la oposición democrática.”
Ibamos para dar aliento a la democracia en Venezuela, para ser observadores de cómo se desarrolla el proceso, y con la esperanza de poder declarar la justicia de la elección y la justicia de su resultado.
Escribí el pasado jueves:
” Cuando usted lea este artículo ya sabrá cual ha sido el resultado.
Pero al escribirlo no sé si podremos seguir nuestro viaje mañana de Panamá a Caracas. No se si se nos permitirá el ingreso al país o si se nos devolverá.
Voy con la esperanza y la fe en que podremos ingresar y ser testigos del triunfo de la democracia.
Voy pidiendo a Dios que imperen la paz y la justicia.”
Hoy lunes sabemos que secuestraron tres aviones y nos hicieron bajar del avión en Panamá.
Que impidieron el ingreso al país a senadores y diputados de España, Chile, Colombia, Argentina y Perú.
Que permitieron una votación bastante fluida. Pero después impidieron a los testigos de la oposición entrar a seguir el conteo en el órgano electoral sumiso a la dictadura de Maduro.
Trataron de impedir que los testigos de la oposición en las mesas pudieran copiar las actas de la votación identificadas con un sello QR y sacaron sus turbas a la calle.
Suspendieron la transmisión de datos y se inventaron a medianoche una votación en la que con un 80% de los cómputos Maduro gana por 7 puntos.
No han mostrado ni una sola acta de mesa, ni han permitido a observadores ver los resultados mesa por mesa.
Hoy rompieron relaciones con Argentina, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay.
Se ha convocado con la participación de Costa Rica a la OEA para que se pronuncie sobre este robo de las elecciones en Venezuela.
Y hoy María Corina Machado y Edmundo González anunciaron que lograron reunir 73,2% de las actas de votación y el resultado es de Maduro 2.759.256 votos y Edmundo González 6.274.182. Incluso si el 100% de los votantes del resto de las mesas hubiera votado por Maduro, la oposición gana por amplio margen.
El resultado del proceso es evidente.
Pero la lucha continúa y los demócratas del mundo debemos apoyar a los venezolanos que luchan por su libertad, por su dignidad, por la democracia de su país y por el derecho a vivir bien y a progresar.
Como lo canta su himno, los venezolanos con su valor se quitarán el yugo de la opresión.
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