Los días 7 y 8 de junio de 2024, el mundo se reunirá en Costa Rica en preparación para la Tercera Conferencia del Océano de las Naciones Unidas. Este evento histórico tiene como objetivo desarrollar soluciones oceánicas nacionales, regionales y globales a través de la participación inclusiva de todas las partes interesadas. Con ocho paneles internacionales, líderes de diversos campos mostrarán ejemplos concretos de mejores prácticas para promover el uso sostenible de los recursos oceánicos. Este evento presenta una oportunidad única para involucrar a la juventud, la academia y las comunidades costeras a través de enfoques innovadores como la inteligencia artificial, la automatización, la imagen satelital y las aplicaciones nucleares pacíficas.

Actualmente las industrias basadas en el océano incluyendo la pesca, el transporte marítimo y la producción de energía generan al menos US$1.5 billones anuales, apoyando 31 millones de empleos. Este valor ha aumentado exponencialmente en los últimos 50 años y se espera que se duplique para 2030. La transparencia en el monitoreo de esta "aceleración azul" es crucial para prevenir la degradación ambiental, la sobreexplotación de la pesca y los recursos marinos, y comportamientos ilegales como la pesca ilegal y el tráfico de personas. Datos confiables permiten a los países gestionar de manera más efectiva los recursos oceánicos vitales. Sin embargo, en Costa Rica, donde aproximadamente el 92% de su territorio es marino, la producción, acceso y gestión de dicha información son limitadas.

Una investigación utilizando el mapeo satelital del océano, liderada por Global Fishing Watch y publicada en Nature, revela que menos del 25% de los buques pesqueros industriales son rastreados de forma pública en el continente americano. Si bien los enfoques para mapear la actividad humana en el mar tienen limitaciones, tecnologías como el Sistema de Monitoreo de Embarcaciones (VMS) y el Sistema de Identificación Automática (AIS) han estado disponibles durante décadas, ofreciendo una monitorización más eficiente de las actividades pesqueras.

Estudios realizados por el Centro de Investigación en Ciencias del Mar y Limnología (CIMAR) de la Universidad de Costa Rica mapean muchas especies marinas en aguas costarricenses. Sin embargo, estos estudios, realizados con métodos de observación tradicionales, son costosos y requieren mucho tiempo, lo que resulta en pocas actualizaciones sobre la condición de estas especies en medio de climas cambiantes y acidificación oceánica.

El 6 de marzo de 2024, un estudio publicado en la revista PLOS One mostró el descubrimiento de un nuevo gusano de aguas profundas cerca de una filtración de metano en la costa del Pacífico de Costa Rica. El estudio, liderado por la Institución Oceanográfica de Woods Hole (WHOI) y la Institución de Oceanografía Scripps de la Universidad de California en San Diego (Scripps), utilizó un sumergible de aguas profundas. La participación de científicos, investigadores y estudiantes costarricenses en este hallazgo es incierta, pero los altos costos y la falta de financiamiento a menudo impiden que muchas instituciones costarricenses, universidades, organizaciones de investigación y entidades gubernamentales participen en tales descubrimientos científicos. ¿Cómo puede Costa Rica superar estos obstáculos y desempeñar un papel más proactivo en lugar de ser simplemente un constructor de coaliciones políticas en escenarios internacionales?

La respuesta radica en soluciones multidisciplinarias que garanticen la sostenibilidad oceánica. Según la Agenda de Aceleración Digital de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), las tecnologías digitales pueden beneficiar a 119 de los 169 objetivos de los ODS, o aproximadamente el 70%, incluyendo áreas como acción climática, educación, hambre y pobreza. Para los océanos, el uso de soluciones multidisciplinarias como la inteligencia artificial, el aprendizaje automático, el procesamiento de imágenes, la imagen satelital, la robótica y las técnicas nucleares pacíficas puede contribuir a la digitalización de los océanos costarricenses. El agrupamiento de datos sobre especies específicas que viven a diversas profundidades y áreas puede mejorar su comprensión y gestión.

La próxima conferencia oceánica es una oportunidad para alentar al gobierno costarricense, a los responsables de políticas y a los diplomáticos a canalizar fondos internacionales y nacionales hacia la formación, el desarrollo y la implementación de tecnologías digitales. Esta estrategia no solo atraerá a más jóvenes, sino que también empoderará a estudiantes, investigadores, científicos y empresarios para desempeñar un papel más activo en la conservación y sostenibilidad de los océanos costarricenses a menor costo y mayor eficiencia.

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