Recientemente en las calles dejaron huellas personas valientes de variados sectores sociales y políticos del país en la marcha en defensa de la Caja Costarricense del Seguro Social. Sin miedo al Gobierno, defienden a esta institución de los ataques de los vendedores de la salud. Mis aplausos, reconocimiento y gratitud.
Muchos de estos verdaderos compatriotas, protestan también bajo la consigna Nuevo hospital de Cartago ¡YA!
Y es que ese ha sido el clamor de un pueblo, que se ha unido por la lucha del nuevo Hospital Max Peralta de Cartago. Ha sido un largo proceso, con grandes avances, pero también duros desafíos, para sacar adelante este nuevo centro médico, convertido ya en una cruzada nacional en favor de la salud pública y un monolito simbólico de resistencia.
El pueblo cartaginés es cada vez más consciente de la imperiosa necesidad de este proyecto crucial para nuestra provincia, para la zona de los Santos y el país en general. Todos los días se suman nuevas voces a esta lucha y eso me alienta a seguir alzando la mía por quienes no pueden hacerlo. Por las personas desvalidas, desahuciadas, las menos favorecidas; por todas aquellas que viven la cruda realidad de llegar a buscar alivio, curación y no la encuentran, o lamentablemente, mueren en las listas de espera.
Esta tragedia humana, en la que están en juego miles de vidas, inclusive de aquellas que no han nacido, se acrecienta día con día, por instalaciones que se encuentran colapsadas y en condiciones míseras, tanto para pacientes como para el personal; catástrofe sanitaria reflejada en escalofriantes historias de parientes y amigos de todas las cartaginesas y todos los cartagineses.
Por eso: No nos damos por vencidas. ¡Y no lo haremos! Seguiremos combatiendo las mentiras de la presidenta ejecutiva de la Caja, Marta Esquivel, de doña Mary Munive, vicepresidenta y ministra de salud, y el Gobierno, que se ha empeñado en frenar el Nuevo Hospital de Cartago. ¡La historia les juzgará y recordará para mal!
Siguen sin salir a la luz, los verdaderos intereses ocultos, de personas mercaderes de la salud que la ponen a la venta, desnaturalizando lo que es: un derecho humano universal y fundamental. La realidad es que actualmente la Caja no está brindando salud pronta y cumplida. ¿Qué pasará con aquellas personas en condición de pobreza que no pueden pagar medicina privada? ¿Quién les brindará salud si triunfan los planes privativos? ¡Hagamos conciencia! ¡Debemos detenerlos!
El pueblo cartaginés vigila hoy más que nunca las malas acciones por parte de quienes dirigen la Caja Costarricense del Seguro Social. Tanto así, que el sábado pasado representantes de organizaciones y lideres sociales de la provincia de Cartago, nos reunimos en la Municipalidad de Cartago para firmar un Manifiesto Cívico y crear el Frente de lucha por el Nuevo Hospital de Cartago, que se hizo presente en la marcha. Si doña Marta y sus cómplices piensan que nos boicotearán, se equivocan. ¡Cada vez somos más y más fuertes! ¡No se dará tregua a los enemigos de Cartago y la salud pública!
Esta causa no ha claudicado, seguiremos derribando los obstáculos del filibusterismo detractor. No descansaremos hasta lograr la construcción de un hospital público, digno y de calidad.
La pronta construcción del nuevo hospital de Cartago en los terrenos seleccionados para ello liberará presión sobre todo el sistema hospitalario a corto plazo, hoy en emergencia. No podemos esperar otra década más. Invitamos a toda la población de Costa Rica y diputaciones de otras provincias ante esta Asamblea Legislativa, sin banderías políticas, a sumarse solidariamente a esta causa por el nuevo Hospital de Cartago. Su apoyo y participación son esenciales para hacer realidad este sueño que impactará positivamente la salud y el bienestar de toda Costa Rica. ¡Seamos conscientes, congruentes y consecuentes!
Nuestro sistema de salud pública es la piedra angular de nuestra paz social. Desde su concepción, ha sido un faro de esperanza, asegurando acceso a la atención médica necesaria, sin importar condición económica o social. Todo eso está hoy bajo amenaza.
Es esencial que reconozcamos el valor incalculable de un pueblo saludable, listo para seguir sacando este país adelante. Esto implica una inversión continua en infraestructura médica, una expansión del acceso a servicios de salud de calidad en todas las regiones del país y un apoyo inquebrantable a nuestros héroes de batas blancas, dotándolos de los recursos y la protección que merecen.
La construcción del nuevo Hospital Max Peralta de Cartago requiere de la colaboración y unión de la ciudadanía. Todos y cada uno de nosotros y nosotras tenemos un papel que desempeñar en la protección y promoción de la salud pública; cada acción cuenta.
Seguiremos dando alma, vida y corazón para alcanzar nuestro objetivo. ¡Es que no es peccata minuta! ¡Son vidas humanas las que están en juego! Inclusive la de aquellas futuras generaciones que están por venir.
No daremos un paso atrás.
Queremos hospital de Cartago y salud pública de calidad ¡YA!
Este artículo representa el criterio de quien lo firma. Los artículos de opinión publicados no reflejan necesariamente la posición editorial de este medio.