Por Catalina Alvarado Polinaris – Estudiante de la carrera de Publicidad
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) (s. f.) define la economía verde como aquella que da lugar al mejoramiento del bienestar humano e igualdad social, mientras que se reducen significativamente los riesgos medioambientales y la escasez ecológica. La “economía verde” es un concepto que me parece super interesante, pero con una complejidad que solo puede desarrollarse siempre y cuando se lleve a los extremos que requiere la gravísima situación ambiental y social que está pensada a futuro. Existen muchos males de nuestra civilización en estos días, como las guerras, hambrunas, explotación del hombre por el hombre y destrucción del ecosistema. Estos ejemplos son solo una pincelada de lo que es producto de la ignorancia del verdadero sentido de la existencia humana, el cual no es nada más que la búsqueda colectiva de bienestar. Pero ahora, ¿cómo se relaciona la economía verde con el campo de la producción audiovisual?
La producción audiovisual es un sector en constante crecimiento, la demanda de proyectos para televisión y plataformas de contenidos no deja de crecer; sin embargo, hasta hace poco tiempo existía una preocupación real por el medioambiente y la sostenibilidad. Esta industria de la producción audiovisual trabaja por proyectos, generalmente de forma rápida, fugaz, pasajera, creando “escenarios” para rodajes con una cortísima vida útil, consumiendo una gran cantidad de recursos y generando impactos negativos para el medioambiente y la sociedad. Un futuro sustentable, y por ende feliz, no es posible aplicando simples mitigantes dentro de un sistema de cosas esencialmente malo. Ya sabiendo cómo se relaciona la economía verde con el campo de la producción audiovisual y su forma de afectar la sostenibilidad, ¿cómo será posible una producción ecológica?
Reducir el impacto negativo de las producciones y maximizar el impacto positivo es posible y permite conseguir un objetivo doble: convertir al sector en un aliado del desarrollo sostenible y mejorar la atención a las demandas de productoras extranjeras y marcas comprometidas con el medioambiente para las que la reducción de los impactos sobre nuestro planeta es ya un objetivo definido. La clave para lograrlo es común a todos los sectores y personas: reducir los impactos negativos y aumentar los positivos. Acciones como reducir el consumo eléctrico, reciclar decorados o construirlos con materiales no dañinos para el ambiente, optimizar los transportes en los rodajes, eliminar los plásticos de un solo uso, generar condiciones beneficiosas para los integrantes de los equipos son algunas de las más evidentes de cara a que esta industria sea más sostenible.
A través de prácticas tan sencillas como la reutilización de botellas, o de una política de gestión de alimentos más sostenible, nuevas productoras del cine han conseguido avanzar hacia una industria cinematográfica más sostenible y respetuosa con el ecosistema de los lugares donde opera. Un ejemplo de ello es el festival sobre progreso sostenible de Madrid, Another Way Film Festival. Dentro del festival, además de proyectar películas relacionadas con el desarrollo sostenible, existen ciclos formativos para directores preocupados por el medioambiente, así como charlas, cursos, etcétera. Este es solo un ejemplo de cómo están cambiando las cosas en España y en el mundo.
La verdad es que todas nuestras conductas tienen una huella que afecta, de alguna forma, el equilibrio natural de los diferentes ecosistemas, las especies animales y los recursos naturales no renovables. Estos pequeños gestos suponen el inicio de una transformación ecológica de la industria que deberá ser encabezada por las grandes superproducciones que más impacto tienen en el entorno. Por ese motivo, la sostenibilidad es un objetivo que se debe trabajar juntos, especialmente en un momento tan crítico como el que estamos viviendo actualmente a nivel mundial. Es aquí cuando debemos unir nuestras capacidades de innovación y de transformación para crear soluciones tecnológicas ecológicas, conductas que permitan movilizarse y actuar en pro del bienestar del planeta y su población.
MOXIE es el Canal de ULACIT (www.ulacit.ac.cr), producido por y para los estudiantes universitarios, en alianza con el medio periodístico independiente Delfino.cr, con el propósito de brindarles un espacio para generar y difundir sus ideas. Se llama Moxie - que en inglés urbano significa tener la capacidad de enfrentar las dificultades con inteligencia, audacia y valentía - en honor a nuestros alumnos, cuyo “moxie” los caracteriza.
Referencia bibliográfica:
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Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente. (s. f.). About green economy. https://www.unenvironment.org/es/node/19231