Por Amanda Villalobos Molina - Estudiante de la carrera de Odontología

La invención de los cepillos dentales se dio a partir del siglo XVII, debido a que los múltiples problemas dentales que presentaban las personas iban en aumento. Desde entonces, es un instrumento primordial para el control de la placa dental. Sin embargo, el porcentaje de la población que podía optar por uno era bajo. En el siglo XX surgieron los primeros cepillos que tenían el agarre de marfil y las hebras naturales, luego de un tiempo (1930) aparecieron los cepillos dentales de plástico, los cuales eran más económicos. En la actualidad, existe una inmensa variedad en el comercio, y gracias a los avances tecnológicos, se creó en 1954 el primer cepillo eléctrico, que tuvo una gran demanda, puesto que hoy ya se cuenta con distintos modelos facilitando así la higiene oral (Nápoles et al., 2015).

Cabe mencionar que existe deficiencia en el cepillado manual, debido a que muchas personas no siguen las normas de un buen cepillado dental y les parece “aburrido” el método, porque se llevaba mucho tiempo hacerlo. Por otra parte, un porcentaje de la población presenta discapacidad intelectual, por lo que se les dificultada el aprender y, además, no mostraban habilidades adaptativas en la técnica del cepillado (Jover y Herrera, s. f.). Asimismo, esta nueva herramienta como lo es el cepillo eléctrico, en comparación con el cepillado manual, ha sido una de las alternativas innovadoras que más demanda ha traído en el mercado de la higiene oral. Primeramente, por el gran rendimiento que ha mostrado en el control de la placa bacteriana, con el fin de evitar diversas enfermedades periodontales como la gingivitis y periodontitis, entre otras; y porque ya no es tan tedioso para las personas que se les complicaba el instruirse y ajustarse a este nuevo sistema (Paredes y Luna, 2017).

De acuerdo con Adam (2020), entre los beneficios que trae consigo el cepillo eléctrico, es que tiene la capacidad de eliminar de forma moderada el biofilm oral en superficies como la vestibular/bucal y palatina/ lingual, regiones interproximales y en regiones gingivales, ya que hay resultados donde los valores son significativamente positivos en cuanto a la inexistencia de placa supragingival, por ende, se reduce la gingivitis y el sangrado. Es interesante, puesto que la placa supragingival está vulnerable por diferentes sistemas de autolimpieza de la boca, como la saliva, mejillas, lengua y la acción funcional masticatoria, pero al ser estos insuficientes, eran necesarios otros procedimientos para la higiene total. Por tanto, gracias a las microvibraciones del cepillo eléctrico, se guían las hebras a los puntos donde hay más acumulación de placa bacteriana. Asimismo, ha habido mejoras reales en el rendimiento del aprendizaje con este nuevo mecanismo, ya que las personas con este tipo de condiciones que se mencionaron anteriormente relatan que no es tan necesario tener una enorme habilidad o destreza para su utilización (Adam et al., 2020; Jover y Herrera, s. f.).

En síntesis, el cepillo eléctrico ha demostrado ser una herramienta que contiene múltiples beneficios, no solo en cuanto a la eliminación de la placa bacteriana, sino también como instrumento para las personas que presentan alguna condición como la discapacidad intelectual, por lo que se les hace más difícil el cepillado dental. En la actualidad, todavía existe mucha desinformación en las personas en cuanto a los métodos adecuados o dispositivos ideales para un buen manejo de la higiene bucodental, y que por ese desconocimiento hay consecuencias directas como las enfermedades que afectan tanto el tejido duro como el blando. Por lo que es crucial investigar lo nuevo que ofrece la tecnología para la prevención y cuidado de nuestra cavidad oral.

MOXIE es el Canal de ULACIT (www.ulacit.ac.cr), producido por y para los estudiantes universitarios, en alianza con el medio periodístico independiente Delfino.cr, con el propósito de brindarles un espacio para generar y difundir sus ideas.  Se llama Moxie - que en inglés urbano significa tener la capacidad de enfrentar las dificultades con inteligencia, audacia y valentía - en honor a nuestros alumnos, cuyo “moxie” los caracteriza.

Referencias bibliográficas:
  • Adam, R. (2020). Introducing the Oral-B iO electric toothbrush next generation oscillating-rotating technology. International Dental Journal; 70: S1–S6doi: 10.1111/idj.12570
  • Adam, R., Goyal, C., Qaqish, J., & Grender, J. (2020). Evaluation of an oscillating-rotating toothbrush withmicro-vibrationsversusa sonic toothbrush for the reductionof plaque and gingivitis: results from a randomized controlled trial. International Dental Journal; 70: S16–S21doi: 10.1111/idj.12569
  • Jover, A., y Herrera, D. (s. f.). Cepillado manual frente al cepillado eléctrico en pacientes con discapacidad intelectual leve-moderada: evaluación de variables secundarias, cumplimiento y satisfacción. https://eprints.ucm.es/id/eprint/37242/1/DEA%20Antonio%20Jover%20Ramos.pdf
  • Nápoles, I., Fernández, M., y Jiménez, P. (2015). Evolución histórica del cepillo dental. Revista Cubana de Estomatología, 52(2), 208-216. http://scielo.sld.cu/pdf/est/v52n2/est10215.pdf
  • Paredes S., y Luna, J. (2017). Comparación de la eficiencia del cepillado eléctrico frente al cepillo manual en la eliminación de placa dentobacteriana supragingival. Proyecto de investigación. http://www.dspace.uce.edu.ec/bitstream/25000/9130/1/T-UCE-0015-519.pdf