Por Adriana Cordero – Estudiante de la carrera de Ingeniería Química Industrial

¿Son los biopolímeros capaces de sustituir a los plásticos sintéticos? El término biopolímero no es muy reconocido por la población, por lo que es importante entender que son macromoléculas derivadas de los hidrocarburos que se obtienen a partir fuentes renovables orgánicas como la biomasa, microorganismos y monómeros de origen vegetal, y degrada con mayor velocidad que los plásticos (Samaniego, 2019). Por otro lado, los polímeros sintéticos son aquellos compuestos por macromoléculas de polímeros resistentes al ambiente, y alcanzan su estado plástico en la naturaleza, o bien bajo condiciones de temperatura, presión y concentración. Según Llorca et al. (2017) “los polímeros sintéticos más abundantes son el polipropileno (PP), el cloruro de polivinilo (PVC), el poliestireno (PS) y el polietilentereftalato (PET)”. Además, la naturaleza de estos plásticos, bajo condiciones idóneas, dura aproximadamente 500 años en degradarse, y si las condiciones no se tornan idóneas, es posible que duren hasta 1.000 años, lo que genera preocupación mundial (Llorca et al., 2017).

La contaminación medioambiental proveniente de los polímeros sintéticos se genera en su gran mayoría por el uso de aditivos químicos, como catalizadores y plastificantes. Estos quedan encapsulados dentro de los polímeros y por factores como el tiempo, temperatura, o bien la exposición a la luz solar, se liberan al ambiente. Es posible que estos durante su liberación entren en contacto con alimentos y generen problemas de salud en las personas, como el cáncer, mediante su consumo.

Además, existe una preocupación medioambiental por el exceso de plásticos que se desechan diariamente. Según el Programa de las Naciones para el Desarrollo, “la industria del plástico es la tercera más grande de Costa Rica, donde se tiran al mar 15 camiones de plásticos diarios” (Grajales, 2018). La cantidad de plásticos que se desechan diariamente se distribuyen en la siguiente forma: “el 80% (440 toneladas) se lanzan al mar; el 11% (60,5 toneladas) queda en botaderos y el ambiente; mientras que tan solo el 9% (49,5 toneladas) es reciclado” (Grajales, 2018). Además, según la ONU, “para el 2050, habrá un aproximado de 12 mil millones de toneladas de desechos plásticos repartidos en vertederos y en los océanos; además para ese año existirá más plástico que peces en el mar” (Grajales, 2018).

Las cifras de plástico diarias son preocupantes, por lo que el ser humano no puede permitir que las predicciones al 2050 se confirmen. Para neutralizar un poco la problemática, según Gibbens (2020), “se han creado los bioplásticos a base de plantas u otros materiales biológicos en vez de petróleo”. Por su parte, según Pluas et al. (2020), “han logrado reemplazar a los plásticos convencionales, generando un bajo impacto ambiental al ser compostables, con bajo consumo energético en su producción, buen potencial para agregar valor a los subproductos y residuos procedentes de la industria, y su biodegradabilidad particular”. Al cumplir con la norma ASTM 7081-05, se logra una correcta especificación de los plásticos diseñados para ser biodegradables, tanto en condiciones aeróbicas (aguas marinas) o bien en anaeróbicas (sedimentos marinos). Es necesario que los materiales se desintegren y se degraden durante su exposición al ambiente marino y que no causen algún impacto negativo en este.

Por último, se afirma que el mundo entero debe tomar conciencia de la gran contaminación medioambiental que generan los plásticos sintéticos. Los investigadores y científicos han planteado y propuesto una serie de soluciones, la más viable y factible ha sido la creación y producción de bioplásticos. Como su composición depende de biomasas vegetales y animales, han logrado controlar emisiones de CO2, mas no reducirlas en gran medida. Para lograr esto, se plantea que las personas promuevan el reciclaje y que las empresas lleguen a ser verdes con el medio que los rodea diariamente para poder reducir la huella de carbono, y lograr llegar al 2050 sin más basura que peces.

 

MOXIE es el Canal de ULACIT (www.ulacit.ac.cr), producido por y para los estudiantes universitarios, en alianza con el medio periodístico independiente Delfino.cr, con el propósito de brindarles un espacio para generar y difundir sus ideas.  Se llama Moxie - que en inglés urbano significa tener la capacidad de enfrentar las dificultades con inteligencia, audacia y valentía - en honor a nuestros alumnos, cuyo “moxie” los caracteriza.

Referencias bibliográficas:

  • Gibbens, S. (2020). Todo lo que necesitas saber sobre los bioplásticos. National Geographic. https://www.nationalgeographic.es/medio-ambiente/2018/11/todo- lo-que-necesitas-saber-sobre-los-bioplasticos
  • Grajales, I. (2018). Costa Rica tira al mar 15 camiones de plástico por día. TEC https://www.tec.ac.cr/hoyeneltec/2018/06/05/costa-rica-tira-mar-15-camiones-plastico-dia
  • Llorca, F., Gutiérrez, E. y Shackelford, A. (2017). Estrategia nacional para sustituir el consumo de plásticos de un solo uso por alternativas renovables y compostables. https://www.hacienda.go.cr/docs/5a0e066d79dae_Estrategia-nacional-sustitucion- plasticos-un-solo_uso-.pdf
  • Pluas, J., Martinez, A. y Zambrado, Y. (2020). Los bioplasticos: para una alternativa ecológica. Pol. Con. (Edición núm. 50) Vol. 5, No 1
  • Samaniego, J. (2019). Biopolímeros: una alternativa a los plásticos derivados del petróleo. https://culturacientifica.utpl.edu.ec/2019/04/biopolimeros-una-alternativa-a-los-plasticos-derivados-del-petroleo/