Por Katherine Rodríguez Salas - Estudiante de la carrera de Administración de Negocios

¿Sabía usted que el 70% de los Latinoamericanos no saben reconocer una noticia falsa? (Herrera, 2020). En esta era tecnológica en donde todo está a un clic de distancia ha surgido un nuevo virus: la desinformación, un fenómeno que cada vez es más recurrente en las redes sociales y al cual muchos no prestan atención. Es evidente que en esta era digital se ha vuelto más fácil la distribución de las noticias falsas o alteradas. Esta situación se agrava sobre todo cuando no existe una investigación por parte de los lectores, lo cual puede llegar a afectar a una sociedad entera. Por estas razones es que hoy más que nunca se considera importante que los lectores verifiquen e investiguen sus fuentes de información antes de compartir una noticia por medio de las redes sociales.

El acceso al internet cada vez es más fácil, por lo que la dispersión y el consumo de las noticias falsas o alteradas es más frecuente. Fagundez et al. (2021) asegura que las redes sociales han propiciado que la difusión de las noticias falsas sea más veloz. Un ejemplo es el que se ha dado durante la pandemia, ya que las personas comparten información sin previa investigación, haciendo que se dificulte el cumplimiento de las medidas tomadas para mitigar la propagación del virus (Limaye et al., 2020, citado por Fachin et al., 2021). De esta manera, las personas pueden quedar atrapadas en un círculo de desinformación, porque las redes sociales utilizan algoritmos para mostrar contenido similar al anteriormente visto (Pariser, 2011, citado por Mendiguren et al., 2020). Aquí denota la importancia de que los usuarios indaguen la fuente de la cual proviene la información para asegurar su veracidad.

Además, entre menos investigación exista más lejos llegará esta información y mayores repercusiones tendrá la sociedad. Nelson (2017), citado por Sued y Rodriguez (2019), menciona que figuras como Tim Cook o Hillary Clinton aseguran que las redes sociales son una amenaza para la democracia porque los usuarios comparten información sin comparar las fuentes. Asimismo, las noticias falsas pueden llegar a influir en temas tan importantes como el debate político y generar ganancias para los creadores de las mismas (Castillo et al., 2021). Por esto, Guiler (2019) afirma que el poder de contrarrestar esta ola de noticias falsas se encuentra en manos del lector y su educación, ya que este es el único con capacidad de seleccionar, analizar, comparar e identificar la información correcta. Por esto es fundamental que los usuarios tengan un pensamiento crítico para que cuestionen las fuentes y se atrevan a investigarlas antes de compartirlas.

Por otra parte, hay quienes dicen que es deber de las autoridades regular las fuentes de información. Lo anterior debido a la cantidad de noticias falsas que circulan por internet. No obstante, sería difícil vigilar todas las redes sociales para mitigar esta práctica, además de que en el país no se debe tener un título para ejercer el periodismo. Inclusive muchas veces la rapidez con la que se debe publicar la noticia impide que los periodistas analicen a profundidad las fuentes (Herrera, 2020). Por esto, a pesar de que se regulara la práctica, es más efectivo que los usuarios se acostumbren a evaluar correctamente las fuentes.

La investigación, el análisis y la verificación deben ser herramientas fundamentales al informarse por medio del internet. Es responsabilidad de todos hacer que ese 70% de la población sepa reconocer estas noticias para poder evitar su propagación. Las noticias falsas son un virus que claramente vino para quedarse y está en todos los usuarios del internet el compromiso de hacer que no se continúen propagando. Eso solo se podrá lograr con educación y concientización sobre el gran mal que estas noticias desinformativas están causando a la sociedad. Si entre todos se contribuye, se podrá tener una población más analítica, informada y consciente de la realidad.

MOXIE es el Canal de ULACIT (www.ulacit.ac.cr), producido por y para los estudiantes universitarios, en alianza con el medio periodístico independiente Delfino.cr, con el propósito de brindarles un espacio para generar y difundir sus ideas.  Se llama Moxie - que en inglés urbano significa tener la capacidad de enfrentar las dificultades con inteligencia, audacia y valentía - en honor a nuestros alumnos, cuyo “moxie” los caracteriza.

Referencias bibliográfica:
  • Castillo, V., Hermosilla, P., Poblete, J. y Durán, C. (2021). Noticias falsas y creencias infundadas en la era de la posverdad. Revista de Ciencias Sociales y Humanas, 34, 87-108.
  • Fachin, J., Araujo, N. y Sousa, J. (2020). Credibilidad de la información en tiempos de COVID-  Revista Interamericana de Bibliotecología, 43 (3).
  • Fagundez, V., Massarani, L., Castelfranchi, Y., Mendes, I., Carvalho, V., Malcher, M., Miranda F. y Lopes, S. (2021). Los jóvenes y su percepción de las noticias falsas en la ciencia. Boletín del       Museu Paraense Emílio Goeldi. Ciencias Humanas, 16(1).
  • Giles, M. (2019). El dominio de las noticias falsas: ¿normar o educar? Revista de la Facultad de Jurisprudencia, 6. 311-319.
  • Herrera, J. (2020). La verificación de noticias y el problema de la inmediatez: análisis de cobertura de una noticia falsa en medios digitales chilenos. Anuario Electrónico de Estudios en     Comunicación Social "Disertaciones", 13 (1), 138-158.
  • Mendiguren, T., Pérez, J. y Meso, K. (2020). Actitud ante las Fake News: Estudio del caso de los estudiantes de la Universidad del País Vasco. Revista de Comunicación, 19 (1).
  • Sued, G. y Rodriguez, M. (2019). Noticias falsas en Facebook: narrativas, circulación y verificación. Los casos de Argentina y México. Estudios sobre el Mensaje Periodístico, 26 (3), 1229-1242.