Por Alina Mora Sánchez - Presidenta del Gobierno Estudiantil de Ingeniería Química Industrial
¿Alguna vez se han preguntado por qué los tomates comerciales son más grandes que los cultivados en casa? A lo largo de la historia, los seres humanos han utilizado métodos tradicionales de modificación genética como, por ejemplo, el cruce entre especies —ya sea entre plantas o animales—, con el fin de obtener mejores resultados, y de esta manera solventar las necesidades de la creciente sociedad. De acuerdo con el Tecnológico de Costa Rica (2015), estas prácticas sentaron la creación del término OGM (organismos genéticamente modificados) para organismos vivos, que se modifican al insertar genes originarios de otras especies con el fin de brindarles características completamente nuevas.
La modificación entre organismos comenzó gracias a los avances de la ingeniería genética. La Food and Drug Administration (FDA) menciona que esta práctica estuvo ligada principalmente a la agricultura, pues se buscaba disminuir la utilización de agroquímicos y mejorar el rendimiento de los cultivos (FDA, 2020). En 1983, la planta del tabaco fue la primera en ser modificada con éxito, permitiendo que esta creara resistencias contra los antibióticos, y once años después, de acuerdo con Coral (2016), el tomate fue el primer OGM en entrar al mercado estadounidense. Los avances continuaron al punto de ser sumamente beneficiosos, siendo su principal objetivo el de reducir los riesgos de presentar malas cosechas, reduciendo la aplicación de sustancias químicas. Además de bajar las pérdidas, se han creado alimentos con más nutrientes, como el arroz, al cual se le introdujo vitamina A, combatiendo las deficiencias de esta en los seres humanos (Coral, 2016).
Los avances en la ingeniería genética no solo se han expandido en la agricultura, pues estas prácticas se han logrado introducir en el mundo animal. Según la National Geographic Society, (2019), los animales genéticamente modificados se crean únicamente para usos investigativos, en ambientes completamente controlados como lo son los laboratorios. Típicamente, estos animales, como por ejemplo las ratas y ratones, son utilizados como modelos de estudio, ya que permiten analizar el comportamiento de los genes y la relación que estos presentan con respecto a enfermedades. Cabe destacar, que ciertos animales se modifican para favorecer a los seres humanos; por ejemplo Tucker (2018) comenta que a los embriones del salmón se les inyectan hormonas de crecimiento, con el fin de agilizar el proceso de maduración y de esta manera beneficiar su comercialización.
Sin embargo, más allá de sus beneficios, los OGM son severamente criticados por su controversia. De acuerdo con SOMEICCA (2021), estos organismos están lejos de prevenir pérdidas en las cosechas, ya que para su cuidado y mantenimiento se debe multiplicar el uso de agroquímicos en los cultivos, debido a las resistencias que estos crean contra los herbicidas. Respecto a los animales, según lo citan Prakash et al. (2011), las modificaciones desencadenan competencias con las especies naturales, ya que adquieren nuevas ventajas que les permite dominar su ambiente, perjudicando el orden ecológico. Todo esto afecta directamente a los seres humanos, ya que, al consumir alimentos modificados, se corre el riesgo de potenciar enfermedades como el cáncer o bien presentar reacciones alérgicas severas debido al comportamiento incierto de los OGM (Phillips, 2008).
Evidentemente, a pesar de que estos organismos presentan severas críticas debido a las repercusiones que han presentado en los últimos años, conforme avance la tecnología, los ingenieros genéticos encontrarán métodos novedosos que les permitan reducir los riesgos que se han presentado actualmente. Dicho esto, las modificaciones genéticas entre organismos serán más confiables y sus beneficios serán mayores. Claro está que su controversia persistirá, ya que muchas personas consideran estas prácticas como poco éticas. Sin embargo, con el fin de satisfacer las necesidades de la creciente sociedad, es necesario acudir de las herramientas que la tecnología facilite y de esta manera mejorar la vida humana.
MOXIE es el Canal de ULACIT (www.ulacit.ac.cr), producido por y para los estudiantes universitarios, en alianza con el medio periodístico independiente Delfino.cr, con el propósito de brindarles un espacio para generar y difundir sus ideas. Se llama Moxie - que en inglés urbano significa tener la capacidad de enfrentar las dificultades con inteligencia, audacia y valentía - en honor a nuestros alumnos, cuyo “moxie” los caracteriza.
Referencias:
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Coral, M. (2016). ¿Qué impactos tienen los transgénicos en el medio ambiente? https://www.tierra.org/que-impactos-tienen-los-transgenicos-en-el-medio-ambiente/
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National Geographic Society. (2019). Genetically Modified Organisms. https://www.nationalgeographic.org/encyclopedia/genetically-modified-organisms/
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Phillips, T. (2008). Genetically modified organisms (GMOs): Transgenic crops and
recombinant DNA technology. Nature Education 1(1):213.
https://www.nature.com/scitable/topicpage/genetically-modified-organisms-gmos-transgenic-crops-and-732/
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Prakash,D., Verma, S., & Bhatia, R. (2011). Risks and Precautions of Genetically
Modified Organisms, International Scholarly Research Notices, https://doi.org/10.5402/2011/369573
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SOMEICCA. (2021). Organismos Genéticamente Modificados (OGM). https://someicca.com.mx/organismos-geneticamente-modificados-ogm/#:%7E:text=Algunos%20ejemplos%20de%20organismos%20gen%C3%A9ticamente,calabaza%2C%20remolacha%20azucarera%20y%20tomate.
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Tecnológico de Costa Rica. (2015). La revolución del nuevo siglo. https://www.tec.ac.cr/pensis/articulos/revolucion-nuevo-siglo
U.S. Food and Drug Administration, FDA. (2020). Science and History of GMOs and Other Food Modification Processes. https://www.fda.gov/food/agricultural-biotechnology/science-and-history-gmos-and-other-food-modification-processes