Nos encontramos ante una paradoja: si aprender es cambiar y le tenemos miedo al cambio, querría decir que le tenemos miedo a aprender. ¿Es aparente o real esta paradoja?

Debemos reconocer que todo aprendizaje implica un cambio. De ahí surgen, al menos, dos premisas útiles para el crecimiento personal. La primera es que toda ignorancia puede educarse. Desde que entramos en contacto con nuevo conocimiento, se disipa el estado de no-conocimiento en el que estábamos antes.

La segunda es la adopción de la actitud Sho-Shin, proveniente del budismo Zen japonés. Consiste en adoptar una actitud de principiante ante la vida para tener mayor apertura y aptitud de adquirir nuevos aprendizajes. Bajo esta postura, la ignorancia es bienvenida, ninguna pregunta es tonta, y podemos acumular de manera constante, intencional y consciente varios aprendizajes en todo nuestro quehacer diario.

Esto nos confronta de manera directa con el miedo que nos genera el cambio. Preferimos evitar la incertidumbre, mantenernos dentro de nuestras zonas de confort, aferrarnos a nuestras creencias, evitar los costos de saber todo lo que no sabemos sobre el vasto universo de información. Nadie lo sabe todo sobre ningún tema. Hasta la persona más experta en algún tema tiene siempre muchísimo más que aprender sobre su área de especialidad.

¿Recuerda el último buen libro que leyó?

También es paradójico que, mientras hemos reducido el analfabetismo a los niveles más bajos de la historia, pareciera ser la época cuando menos estamos leyendo. Leer es una manera de incorporar – hacer pasar por el cuerpo – nuevos conceptos que robustecen el intelecto, el espíritu, nuestros hábitos, y enriquecen el repertorio desde donde pensamos, hablamos y actuamos.

Si bien existen múltiples formas de aprendizaje que combinan los sentidos auditivo, visual, táctil, gustativo, olfatorio, intuitivo y vivencial, la lectura sigue siendo una forma efectiva de adquirir algunos conocimientos que sería difícil obtener de otra forma.

¿Qué es más desarrollante: leer como se leen las noticias o las redes sociales, o leer textos que hayan sido curados, redactados, editados por personas que crearon una obra basándose en las obras de otros que les precedieron?

Esto no quiere decir que no haya libros de conocimiento originario de algún autor. O que no haya valor en leer noticias o comentarios y opiniones de personas en redes sociales. Sí creemos que es importante distinguir si somos adictos a las noticias (“news junkies”), acumuladores de información, repetidores de datos —falsos y verdaderos— o si, por el contrario, la lectura es nuestro mecanismo de aprendizaje para ir cambiando de manera consciente e intencional de quienes éramos a quienes queremos llegar a ser.

Sugerimos que leer 10 horas de un buen libro resulta en una mayor transformación personal que leer 10 horas de noticias o redes sociales. Esta es una propuesta impopular en la era de la gratificación instantánea, porque 10 horas de lectura de un libro requiere de varios días o quizás semanas.

Si tuviera la posibilidad de leer 20 libros durante los próximos 12 meses, ¿cuáles libros elegiría?

Eso posiblemente le tomaría unas 200 horas a lo largo del año. En apariencia, podría parecer muchísimo tiempo que no tenemos disponible. En realidad, equivale casi a media hora por día. Es muy probable que en uso de redes sociales y lectura de noticias o actividades de entretenimiento en nuestros dispositivos digitales estemos empleando mucho más que esos 30 minutos cada día.

Además, está el elemento de la toxicidad de la información. Difícilmente un libro fue escrito y publicado con información falsa, errónea, o que intoxica nuestro sistema nervioso. Podemos elegir la lectura de material que ha sido diseñado con las mejores intenciones para el bienestar de sus lectores.

La gran apuesta es que el bienestar de las personas está garantizado si leen un buen libro, además del valor agregado de transitar por la aventura que es el viaje de la lectura. Hoy es un buen día para retomar o cultivar el hábito de la lectura, sin importar la edad. Usted, su familia y su comunidad también agradeceremos ese esfuerzo de desarrollo personal y salud mental.

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Este artículo representa el criterio de quien lo firma. Los artículos de opinión publicados no reflejan necesariamente la posición editorial de este medio.