Por Adrián Brenes Flores – Estudiante de la carrera de Ingeniería Electrónica

Para comprender el concepto de la seguridad biométrica, primero se debe comprender qué es la biometría. Esta se puede definir como una serie de características físicas o comportamientos de una persona, las cuales, al asociarse a un individuo, ayudan a que dicha persona pueda tener acceso a diferentes dispositivos o aplicaciones como, por ejemplo, el desbloqueo de un teléfono celular.

En los últimos años hemos podido ver como este tipo de sistemas de seguridad se han integrado con una mayor fuerza, debido a que presentan una facilidad a la hora de tener acceso a los dispositivos de uso diario, en comparación a métodos más convencionales de seguridad como los pines de cuatro dígitos, los cuales, a pesar de que son anticuados de cierta forma, han demostrado ser un método realmente seguro, por lo que hace despertar la duda de si un nuevo método como la seguridad biométrica realmente es tan segura o incluso de un nivel superior.

La identificación de una persona por medio de la biométrica no es un concepto nuevo, porque por ejemplo se ve que desde hace siglos las personas se identifican a sí mismos por medio de rasgos como sus huellas dactilares. No obstante, en términos de tecnología, es algo que se ha implementado en quizá no más de 20 años, por lo que es algo un poco nuevo y que posiblemente aún requiera de años para su mejora y funcionamiento óptimo.

De acuerdo con Thales Group (s.f) existen tres maneras para poder comprobar la identidad de una persona por medio de la biométrica:
- Por medio de posesiones personales (un documento de identidad, una tarjeta de débito o crédito o un dispositivo electrónico como un celular)
- Por medio de conocimiento que solo esa persona sabe (una contraseña, una fecha importante…)
- Por rasgos físicos como la huella dactilar, facciones de su cara, entre otros.

Un buen punto que tiene este tipo de seguridad es que, dependiendo del método, puede realmente ser complicado de burlar (teóricamente), ya que, al ser características de cada persona, puede resultar muy complicado igualarlas, especialmente algo como una huella digital. Si existen dos personas con caras muy similares, podría pasar que esto burle la seguridad, aunque es bien sabido que encontrar a otra persona que sea tan idéntica a otra (con excepción de los gemelos), no es algo común.

Ahora, si se habla de los desafíos que puede llegar a presentar este tipo de sistemas a la hora de proteger la información de una persona, se pueden evaluar varios aspectos muy importantes. Tomando como referencia lo dicho por Rodríguez (2013), se evidencia que a la hora de contemplar el uso de estos sistemas se debe tener en cuenta que su uso, a pesar de que ha hecho que la vida sea más sencilla en algunos sentidos, puede causar una gran amenaza a la hora de garantizar el cuido de la información personal, pues aunque se habla de rasgos físicos que no pueden ser replicados, esto no exenta a que una persona se encuentre 100% segura, promedio, que no tiene ninguna asociación con información importante para un atacante virtual, esto no quiere decir que no pueda suceder, ya que cada día se ven casos de robos de datos personales con fines como realizar compras en internet y demás.

Enfocando lo anterior al tema biométrico, si se va a considerar como una opción, lo ideal es que sea tomado como una segunda opción de seguridad y de primero se siga manteniendo las contraseñas, ya que, por ejemplo, si una persona se rehúsa a brindar una contraseña, no hay manera de sacarlo de su cabeza, pero sí se le puede forzar a que use una de sus partes del cuerpo para tener acceso a algo. También se han visto casos en los que, al tener las herramientas adecuadas, se puede replicar aspectos como por ejemplo una cara, por medio de una escultura realista, o sacar una impresión de una huella digital de una superficie en donde una persona haya puesto su mano; sin mencionar algunas otras que se puede creer que solo en una película se ven, como usar una foto o imitar la voz, ya sea por medio de un programa para recrearla o al utilizar una grabación.

Otro tema importante con relación al punto inicial de que se debería considerar esto como una segunda opción es que si una persona solamente posee como método de autenticación el de una parte de su simetría, y esta dicha persona sufre algún accidente en el que su físico pueda cambiar, al no existir una alternativa, podría no poder acceder nunca más a su información (caso que los programadores han previsto al implementar diversos medios de autenticación en caso de una eventualidad como la dicha anteriormente).

En resumen, si bien es cierto que el uso de la autenticación biométrica es simple y rápida, y sus riesgos realmente no son tan altos (dependiendo de la persona que se plantea a la hora de tener esta discusión), como bien se mencionaba en un inicio, es algo que tiene muy poco avance en el siglo en que vivimos y aún no es confiable en su totalidad. Sin embargo, tampoco se le debe tener miedo, ya que puede realmente facilitar mucho las cosas para las diferentes necesidades que una persona pueda llegar a tener.

 

MOXIE es el Canal de ULACIT (www.ulacit.ac.cr), producido por y para los estudiantes universitarios, en alianza con el medio periodístico independiente Delfino.cr, con el propósito de brindarles un espacio para generar y difundir sus ideas.  Se llama Moxie - que en inglés urbano significa tener la capacidad de enfrentar las dificultades con inteligencia, audacia y valentía - en honor a nuestros alumnos, cuyo “moxie” los caracteriza.

Referencias:
  • Rodríguez, A. (2013). La problemática de la biometría como método de autenticación. INCIBE-CERT. https://www.incibe-cert.es/blog/problematica-biometria-autenticacion
  • Thales Group. (s. f.). Biometría para identificación y autenticación. https://www.thalesgroup.com/es/countries/americas/latin-america/dis/gobierno/inspiracion/biometria