A propósito de la colocación de su retrato en la Sala de Beneméritos de la Patria de la Asamblea Legislativa, ha dado inicio una serie de actividades sobre el presidente de la república 1982-86 don Luis Alberto Monge (1925-2016). Se ha propuesto desarrollar en conferencias y foros hasta el primero de diciembre, estos atributos de su fisonomía política.
Estadista mundial. Por sus méritos y servicios trasciende banderías partidistas, estratos sociales, intereses económicos, credos religiosos y fronteras nacionales. Labora en la Organización Internacional del Trabajo y la Organización Regional Interamericana de Trabajadores. Sobresale en la Internacional Socialista y en la Conferencia de Partidos Políticos de América Latina. Como jefe de Estado, lleva la voz de la Patria a las Américas, Asia y Europa.
Catedrático de democracia. Enseña la democracia integral: política, social, económica y cultural. Fundador y director del Centro de Estudios Democráticos de América Latina. Director y miembro del Consejo Editorial de la revista “Combate”, junto con el expresidente Rómulo Betancourt (de Venezuela) y el ideólogo Víctor Raúl Haya de la Torre (de Perú).
Transformador de la producción. En medio de la peor crisis económica y social del último siglo, logra abatir la hiperinflación, estabilizar el tipo de cambio, renegociar la deuda externa y liderar la evolución del modelo de sustitución de importaciones al estilo moderno de desarrollo impulsado por las exportaciones. Su Gobierno establece el Ministerio de Comercio Exterior y da la Ley de Incentivos para el Desarrollo Turístico.
Innovador de la economía social. Establece el Ministerio de Desarrollo Cooperativo, se crean 218 cooperativas bajo su Administración y se prepara el Sistema Nacional de Educación y Capacitación Cooperativa; además, da la Ley de Asociaciones Solidaristas.
Perfeccionador de la estrategia de paz. Proclama la Neutralidad Perpetua, Activa y No Armada, institución jurídica que da a luz la legalización del Derecho a la Paz y el inicio a la implantación de una Cultura de Paz y Entendimiento.
Defensor de la soberanía. En la más peligrosa crisis de seguridad desde 1856, mantiene al país al margen de los conflictos bélicos de Centroamérica y resiste las presiones de la potencia hegemónica continental que procuraba restablecer el ejército en Costa Rica.
Protector de los humildes. Mientras trabaja en un tramo del Mercado Central de San José, es electo presidente de la Federación Obrera Rerum Novarum. En el Parlamento logra la Ley del Aguinaldo que asegura el pago del decimotercer mes a los trabajadores de la empresa privada, y la ley de exención de impuestos a los instrumentos musicales. Su Administración adopta medidas de compensación social, como la canasta básica salarial.
Primer alcalde de la República. En su Administración se construyen más kilómetros de caminos y carreteras, más puentes y más obras públicas que en ninguna otra.
Personificación del ser costarricense. Encarna de manera eminente los valores de la nacionalidad, las virtudes cívicas y los ideales patrióticos, fundamentos de la capacidad para orientarse en el espacio-tiempo histórico.
Líder político de casta. Hace de la silla presidencial un solio radiante en la mejor tradición civilista del respeto, el diálogo, la negociación y el consenso en aras del bien común.
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