Por Viviana Villalobos Mora – Estudiante de la carrera de Psicología

Durante siglos, el lenguaje ha sido fundamental en la reproducción de un sistema de dominación, de discriminación y fuente de violencia simbólica que fue codificado mediante un masculino genérico. Una herramienta utilizada para la exclusión, la invisibilización, la inequidad e incluso la desigualdad (Staff, 2020). En Costa Rica, actualmente, la mayor parte de la población utiliza un lenguaje binario, usando no solo terminaciones con indicios femeninos o masculinos, sino también los pronombres que solo reflejan estos dos; con esto se ignora la existencia de personas que no forman parte de estos géneros. Tomando en cuenta el hecho de que por medio del lenguaje nos identificamos y recibimos un reconocimiento como seres humanos, ¿qué pasa con todas esas identidades que se excluye en nuestro día a día?

El aumento en la visibilidad y representación de las personas no binarias ha traído sus grandes retos. Uno de estos desafíos más significativos y controversiales es el lenguaje. Las palabras son herramientas dinámicas y poderosas, ya que funcionan como un puente para transmitir significados, y definen la forma en que vemos e interpretamos el mundo. Hoy día en varios grupos de personas han intentado hacer del lenguaje no binario una opción para fomentar la visibilización de las diferentes identidades de géneros fuera del binarismo en el que vivimos. El lenguaje no binario es una pequeña parte del lenguaje inclusivo, el cual también incluye estrategias lingüísticas antirracistas, anticapacitistas y anticoloniales (López, 2020). Parte de estos cambios conllevan la modificación de la frase de una manera que emplean palabras neutras, hasta la utilización de morfemas como -e y -x en sustitución a los morfemas masculinos y femeninos.

Lejos de ser un capricho, estas variantes en lenguaje responden a una necesidad. Lamentablemente, las personas que no se identifican como hombres o mujeres no tienen una opción para hablar de sí mismos en muchas lenguas. Iniciar con un cambio no solo informa a las personas en Costa Rica de la situación de las personas no binarias y cómo se puede hablar con todos de una manera inclusiva, sino también a todas estas personas que están aprendiendo sobre su identidad, ya que les proporcionará opciones de expresarse en una manera diferente y optimista de lo que siempre ha sido “normal” (Sobrien, 2020).

Es de importancia reconocer la relevancia que tienen todos los temas relacionados a la inclusión y debemos trabajar en un lenguaje inclusivo. Si bien Costa Rica es el primer país centroamericano en legalizar el matrimonio igualitario, lo cual es un gran logro en el reconocimiento de derechos de la comunidad LGBTQ+, sigue atrasado con respecto al reconocimiento a la diversidad de identidades de género no solo a nivel institucional, sino también a nivel informativo y social. La inclusión de las identidades no binaries en el vocabulario es una cuestión de empatía; reconocer a todos como personas merecedoras de un espacio de representación en el lenguaje es un paso que nos ha costado dar. Debemos parar y considerar que el ser humano necesita palabras para crear su mundo, que construimos la realidad usando el lenguaje y, si todas estas personas no se nombran, lamentablemente pareciera que no existen.

El lenguaje no binario es una pequeña parte del lenguaje inclusivo, el cual también incluye estrategias lingüísticas antirracistas, anticapacitistas y anticoloniales. Este lenguaje se divide en dos, el lenguaje indirecto (LNI) el cual consiste en evitar palabras que evidencian un género específico masculino o femenino y modificarlo de manera que se empleen palabras neutras, y también el lenguaje directo (LND) donde explicita la inclusión de las personas no binarias mediante la utilización de morfemas -e y -x de manera que sustituyan los morfemas masculinos y femeninos (López, 2020).

 

MOXIE es el Canal de ULACIT (www.ulacit.ac.cr), producido por y para los estudiantes universitarios, en alianza con el medio periodístico independiente Delfino.cr, con el propósito de brindarles un espacio para generar y difundir sus ideas.  Se llama Moxie - que en inglés urbano significa tener la capacidad de enfrentar las dificultades con inteligencia, audacia y valentía - en honor a nuestros alumnos, cuyo “moxie” los caracteriza.

Referencias bibliográficas:
• López León, C. (2020). El género no binario en la traducción al español: análisis del uso del lenguaje inclusivo no binario. Universidad de las Palmas de Gran Canaria. https://accedacris.ulpgc.es/bitstream/10553/73757/2/GIF_Carla_Lo%CC
%81pez_Leo%CC%81n.pdf
• Sobrien, E. (2020). Explorando lo no-binario: un proyecto sobre el lenguaje inclusivo, los pronombres de género, y el género no-binario en español. California Polytechnic State University. https://digitalcommons.calpoly.edu/cgi/viewcontent.cgi?article=1054&context=mllsp
• Staff Wilson, M. (2020). Lo que no se nombra no existe. La estrella de Panamá. https://www.laestrella.com.pa/cafe-estrella/cultura/210509/nombra-existe