La Junta Directiva del Banco Central de Costa Rica (BCCR) acordó este miércoles 14 de junio disminuir el nivel de la Tasa de Política Monetaria (TPM) en cincuenta puntos base (0,50%) para ubicarla en 7,00%, la tercera reducción a ese indicador tras la escalada de subidas iniciada en diciembre de 2021.

Según detalló el Central en un comunicado enviado esta noche, si bien la reducción en la inflación ha sido más rápida de lo previsto en las reuniones de política monetaria de enero, marzo y abril, "a la fecha del acuerdo de Junta Directiva se estima que el balance de riesgos para la proyección de inflación en el mediano plazo está inclinado al alza".

De los riesgos al alza destacan los asociados a choques de oferta generados por fenómenos climatológicos, los externos vinculados a incrementos en los precios de las materias primas, así como los posibles efectos de segunda ronda. Estos riesgos serían compensados parcialmente en caso de que los socios comerciales crezcan menos de lo previsto.

La Tasa de Política Monetaria es la tasa de interés que cobra el Banco Central en sus préstamos a un día plazo en el Mercado Interbancario de Dinero. Se trata del principal instrumento de política monetaria que tiene el Central en su esquema de metas de inflación, y es el que define el corredor de tasas de crédito y depósitos que tiene la institución.

Un aumento en la TPM hace que los bancos tengan que pagar más por recibir recursos del Banco Central, y por ende trasladan esos costos a las tasas que cobran a los préstamos de sus clientes. De este modo, si es más caro para las personas adquirir préstamos, desistirán de hacerlo y sus bancos también dejarán de pedirle recursos al Central, limitando la circulación de dinero y por ende la inflación.

Los ajustes en la TPM suelen verse reflejados en la Tasa Básica Pasiva unos seis meses después de aplicados. Tras el último aumento a la TPM en octubre de 2022, la Tasa Básica Pasiva subió por última vez el 4 de mayo y desde entonces se ha reducido en cinco ocasiones, mientras que la sexta rebaja se aplicará a partir de este jueves al situarse en 6,36% (-5 puntos base).

Según informaron desde el Banco Central, las consideraciones que la Junta Directiva utilizó para ajustar a la baja la TPM fueron:

  • En el entorno externo, la elevada inflación ha llevado a los bancos centrales de los principales socios comerciales a mantener el tono restrictivo de la política monetaria, manifiesto especialmente en incrementos en las tasas de interés de referencia. Sin embargo, en algunas economías este ciclo de aumentos se ha moderado o se encuentra en una pausa condicionada.
  • En un contexto de tasas de interés más altas, el crecimiento económico mundial sigue débil y con riesgos a la baja. Por otra parte, los mercados financieros internacionales muestran relativa estabilidad, luego del episodio de turbulencia financiera vinculado a las vulnerabilidades de algunos bancos comerciales estadounidenses y europeos.
  • En el ámbito local, en abril del 2023 la producción creció 4,9% en términos interanuales, lo cual es coherente con un dinamismo económico que no induce a presiones inflacionarias.
  • La inflación general y el promedio de indicadores de inflación subyacente han mostrado un comportamiento sostenido a la baja desde setiembre pasado, hasta alcanzar en mayo del presente año tasas interanuales de 0,9% y 2,5% en ese orden; la primera de ellas por debajo del límite inferior del rango de tolerancia alrededor de la meta de inflación (3,0% ± 1 punto porcentual).
  • La evolución reciente de la inflación está determinada por el proceso de reversión de los choques de origen externo, donde destacan la baja en los costos de transporte, la normalización en las cadenas de suministro y la reducción en los precios de las materias primas. A lo anterior se adiciona: el efecto acumulado de las medidas de política monetaria, sobre todo de los incrementos en la TPM aplicados entre diciembre del 2021 y octubre del 2022 (825 puntos base); la apreciación del colón desde julio del año pasado y; la presencia de un efecto base, debido a que el choque inflacionario del 2022 se manifestó con mayor fuerza entre febrero y agosto de ese año.
  • En mayo pasado la mediana de las expectativas de inflación a 12 meses continuó a la baja y se ubicó en 4,0%, desde un valor máximo de 9,5% en agosto del año anterior, en tanto que la expectativa a 24 meses fue de 3,7%, tras seis meses consecutivos en 4,0%.
  • La desaceleración del índice de precios del productor de la manufactura observada desde el segundo semestre del 2022 (incluso con tasas de variación negativas en abril y mayo pasados), hace prever que el aumento de precios al consumidor por empuje de costos tiende a diluirse.
  • Los modelos de proyección de inflación del Banco Central señalan que la inflación general en lo que resta del 2023 se ubicará por debajo del límite inferior del rango de tolerancia alrededor de la meta, y que no se descarta que en el corto plazo se observen variaciones interanuales negativas. Posteriormente, se proyecta una aceleración de la inflación, y la ubican dentro del rango de tolerancia desde inicios del 2024. En lo que respecta a la inflación subyacente, esta se mantendría dentro de ese rango.
  • Dada la valoración de la evolución reciente y esperada de la inflación, los riesgos identificados y el rezago con que actúa la política monetaria, la Junta Directiva estima que existe espacio para propiciar, de manera gradual y prudente, que la postura de política monetaria sea menos restrictiva.