Una tormenta geomagnética considerada "severa", registrada desde horas de la tarde del domingo 23 de abril, causó la aparición de auroras boreales en distintas latitudes del planeta Tierra durante la noche y madrugada.

Una tormenta geomagnética es un evento en el que la magnetosfera de la Tierra (la región que rodea nuestro planeta, dominada por el campo magnético) se ve afectada por una gran cantidad de energía liberada por el Sol. Esta energía proviene de las erupciones solares y las eyecciones de masa coronal, que son explosiones de partículas cargadas que se dirigen hacia la Tierra a través del viento solar.

El Centro de Predicción del Clima Especial de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en Inglés) informó que el Sol llevó a cabo una erupción que expulsó mil millones de toneladas de plasma solar (gas magnetizado sobrecalentado del sol), cuya intensidad fue de M1.7 (segunda más fuerte en la escala A-B-C-M-X)

"Esta eyección, conocida como eyección de masa coronal (CME), viajó a casi dos millones de millas por hora y llegó a la Tierra en dos días", destacó el NOAA.

El Centro de Predicción del Clima Espacial había emitido una alerta de tormenta geomagnética menor para el 23 de abril de 2023 y una alerta de tormenta geomagnética moderada para el 24 de abril, con solo un 5% y un 30% de probabilidad de que la tormenta se volviera fuerte.

Sin embargo el NOAA emitió una advertencia de tormenta geomagnética fuerte-extrema horas después, luego que la tormenta llegara antes y más fuerte de lo esperado.

El centro climático advirtió que con ese nivel de tormenta podrían verse afectadas las redes eléctricas, las naves espaciales, los sistemas de posicionamiento global (GPS) y las comunicaciones por radio.

Otro efecto de las tormentas geomagnéticas es la aparición de auroras boreales.

Predicción de auroras boreales del NOAA.

Una aurora boreal, también conocida como "luces del norte", es un fenómeno que se presenta en el cielo nocturno a causa de la interacción entre las partículas cargadas del viento solar y el campo magnético de la Tierra. Cuando esas partículas cargadas del viento solar interactúan con la magnetosfera terrestre, se dirigen hacia los polos y entran en la atmósfera superior de la Tierra. Allí, las partículas chocan con átomos y moléculas de oxígeno y nitrógeno en la atmósfera, lo que produce la emisión de luz. Las luces aparecen en colores verdes, rojos, morados y rosas, y se mueven en patrones ondulados y cambiantes en el cielo nocturno.

Según centros meteorológicos alrededor del mundo, se registraron auroras boreales en lugares fuera de lo común, como el Reino Unido, Ucrania, Australia, California y centro de los Estados Unidos, China, Nueva Zelanda, Alemania, y otros.