Santiago Casas Castro es parte del equipo de investigadores de diferentes universidades de Europa que trabajan en el satélite Euclid de la Agenda Espacial Europea.

El físico costarricense, Santiago Casas Castro fue uno de los 80 científicos elegidos para conocer el satélite Euclid, el proyecto de la Agencia Espacial Europea (ESA) que busca medir con mayor precisión la aceleración del universo.

Casas es físico de profesión, graduado de la carrera en la Universidad de Costa Rica (UCR) y, tras casi una década de trabajo en universidades y diferentes institutos de investigación en Europa, logró ser uno de los 80 elegidos para conocer de primera mano este proyecto que pretende llevar a la humanidad, literalmente, fuera de los límites del planeta.

Según señaló el científico en una entrevista con Delfino.cr:

La ESA tiene muchísimos proyectos espaciales, y todos los hacen en Europa, en diferentes compañías. Una de ellas es la compañía aeroespacial Thales Alenia y yo pude hacer una visita a las instalaciones de esa compañía que, como es privada, no tiene la obligación de dejar entrar a nadie. En este caso nos dejaron entrar y, aunque normalmente solo dejan ingresar a los a los jefes ya más altos de la colaboración, escogieron a 80 personas del total de 1500 colaboradores en un grupo del que yo tuve la suerte de ser parte".

Santiago Casas Castro en la visita al satélite Euclid, de la Agencia Espacial Europea (ESA).

Según explicó el científico a este medio, el satélite Euclid es un telescopio espacial, similar al James Webb de la NASA, que estudia la cosmología abarcando temas como su expansión, qué tan rápido se alejan las galaxias de nosotros, cuánta materia oscura hay y qué conforma la materia oscura entre otros.

La Agencia Espacial Europea financia la construcción del satélite, la puesta en marcha, los ingenieros y toda la parte técnica, y los institutos de investigación de diferentes universidades en Alemania, Italia y Francia, etcétera, ponen personal y la fuerza laboral para hacer la parte científica, o sea, para hacer el análisis de los datos, el planeamiento de los datos, el software y demás", agregó Casas quien es parte de ese personal.

El científico contó a este medio que inició sus estudios de física en Costa Rica, en la UCR y que luego, con una beca del Ministerio de Ciencia, Innovación, Tecnología y Telecomunicaciones (MICITT) partió a Alemania donde consiguió una beca más para estudiar la maestría en física y en física teórica.

Luego pasó a hacer su doctorado en la universidad de Heidelberg, en Alemania, y a partir de ahí ingresó a trabajar con el proyecto del satélite espacial desde la parte más teórica, generando los modelos, probando diferentes este escenarios, haciendo los códigos y los cálculos.

Casas también trabajó el proyecto en el Instituto de París, con su supervisora de doctorado, y ahí también trabajó en un proceso especial de investigación que apoya directo a este proyecto.

Ahora está trabajando de vuelta en Alemania, en la ciudad de Aachen, y si bien divide su tiempo entre proyectos como este y la academia, fue por su trabajo en el tema que fue elegido entre los 80 científicos que conocieron el satélite.

Lo vimos adentro donde está testeado. Nos tuvimos que vestir con esos trajes protectores, con protectores de zapatos y hasta de barba y entonces sí, básicamente fuimos los únicos 80 que pudimos entrar a verlo de cerca y dar un tour por las instalaciones y ver los detalles de la misión. Eso es algo que normalmente no pasa y por eso fue un privilegio".

Santiago Casas Castro y parte de los 79 científicos que visitaron el satélite Euclid, de la Agencia Espacial Europea (ESA).

Personalmente fue bastante emocionante porque, desde que empecé el doctorado hasta ahora, yo ya llevo más de 8 años trabajando con esto y si bien al principio uno empieza muy, muy abajo, haciendo cosas muy básicas dentro de una estructura donde hay muy grande, mucha gente y con muchas figuras muy importantes arriba, esto es el esfuerzo de tantos años y de los que uno no ve el fruto tan rápido. Fue muy gratificante poder estar ahí y por eso fue una recompensa simbólica", agregó Casas.

Para el físico nacional, Costa Rica tiene muchísimo talento y la educación nacional sigue siendo lo suficientemente competitiva como para que más nombres costarricenses destaquen en el mundo, por lo que invitó a los jóvenes a seguir sus sueños, a tener paciencia y "ser tercos" para llegar más allá de los límites:

Yo creo que hay muchísimos ticos y ticas muy, muy talentosos por todos lados. Es importante saber que Costa Rica tiene muy buena educación todavía con respecto a la región y que por eso la gente que sale de sus universidades realmente puede competir aquí muy bien con cualquiera. Es cuestión de ser un poquito terco y motivado, de tener paciencia y de tener un poquito de fe en que nos va a salir de alguna forma, esperando a que llegue el momento correcto".