Como presidente de la Cámara Nacional de Productores y Exportadores de Piña (CANAPEP), organización que reúne cerca del 83% del área productiva de piña que existe en el país, me veo en la obligación de referirme a las aseveraciones hechas en la publicación realizada en este sitio el lunes 24 de octubre del año en curso, bajo el título “Piñeras en Costa Rica: un sector que puede acabar con la vida” suscrito por Sylvia Abarca Blanco y Javier Prado Álvarez, estudiantes de la carrera de Ingeniería en Seguridad Laboral y Ambiental, donde como suele suceder, se generalizan malas prácticas en la industria piñera, sin dar el nombre de las empresas, en donde supuestamente suceden las situaciones denunciadas, las cuales me permito aclarar a continuación:

Rechazo categóricamente la aseveración del supuesto deterioro de la salud e incluso muertes de trabajadores del sector de la piña, pues no existen en el país dictámenes médicos o casos clínicos probados que certifiquen una relación directa entre el uso de insumos agrícolas y problemas de salud de las personas que laboran en esta actividad o que habiten en zonas cercanas a los cultivos de piña.

Por el contrario, el sector piñero, tiene un desempeño excepcional en las áreas de salud ocupacional en todas las empresas afiliadas a CANAPEP, lo cual es comprobado anualmente con las verificaciones de campo que se ejecutan con el Manual Técnico para la Producción Sostenible de la piña (MT-PSP).

La acreditación otorgada a CANAPEP por el Ente Costarricense de Acreditaciones (ECA), nos convierte en la primera y única Cámara del país, como Organismo de Inspección bajo la norma internacional ISO17020 (CANAPEP-OI), y es mediante la aplicación de este Manual, que realizamos bianualmente a todos nuestros afiliados los diagnósticos, con la finalidad de verificar el   cumplimiento   de   toda nuestra legislación ambiental, de salud ocupacional y responsabilidad social.

Adicionalmente a lo expuesto, es importante señalar la existencia del órgano interdisciplinario que tiene CANAPEP, llamado Comisión Socioambiental para la Producción Sostenible de la Piña (COSAP), el cual está integrado por representantes de: Ministerio de Agricultura y Ganadería, Ministerio de Energía y Minas, Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, Ministerio de Salud, Consejo de Salud Ocupacional, Universidad de Costa Rica, Universidad Nacional, Universidad Técnica Nacional, Cámara Nacional de Productos Genéricos, Cámara Nacional de Insumos Agropecuarios, Fundación Limpiemos nuestros Campos, Productores de Piña y Cámara Nacional de Productores y Exportadores de Piña (CANAPEP), siendo una de las principales responsabilidades, la revisión y aprobación del Manual Técnico para la Producción Sostenible de la Piña (MT-PSP).

Cabe destacar que, como resultado de toda esta gestión de buenas prácticas, en agosto pasado el Servicio Fitosanitario del Estado (SFE) confirmó que la piña que se produce en el país cumple con los Límites Máximos de Residuos de Plaguicidas (LMR) exigidos tanto a nivel nacional como en los países destino donde se exporta esta fruta.

Este hallazgo es resultado de los análisis que realizó esta entidad entre enero y junio de 2022, de las muestras tomadas en 4 diferentes fincas o empacadoras y su envío al Laboratorio de Análisis de Residuos de Agroquímicos (LRE) del SFE, como parte de las labores de mapeo de inocuidad química que realiza periódicamente esta entidad, con el objetivo de certificar la condición fitosanitaria de los productos para la exportación.

De acuerdo con los resultados del estudio, el 100 % de las muestras remitidas, cumplen con los Límites Máximos de Residuos de Plaguicidas (LMR), tanto a nivel nacional como en país destino. Los LMR son la concentración máxima de residuos de plaguicidas expresada en miligramo kilogramo (mg/kg), cuyo uso se permite legalmente, en la superficie o la parte interna de los productos de alimentación para consumo humano y de animales.

Lo resultados de este análisis reafirman además las conclusiones de los estudios que desde hace varios años realiza la ONG estadounidense Environmental Working Group (EWG) sobre los productos con menor cantidad de pesticidas que se comercializan en ese mercado y donde por 6 años consecutivos, la piña ha ocupado el tercer lugar. El 85 % de la piña que se consume en Estados Unidos, proviene de Costa Rica.

Todo lo anterior solo confirma el compromiso de CANAPEP y sus empresas asociadas por producir la piña en apego a las normas ambientales exigidas a nivel local e internacional para garantizar la inocuidad de esta fruta, en beneficio de la salud y la seguridad, de los trabajadores y los consumidores de todos los países.

Reitero mi categórico rechazo a las aseveraciones hechas por esta publicación, pues basado en lo expuesto anteriormente, no corresponden con la realidad que se vive en la industria. Dichas afirmaciones son calificadas penalmente como injurias y calumnias, y en ambos casos tienen responsabilidad subjetiva de quienes las externaron.

Insto a quienes suscriben esta publicación a indicar el nombre de las empresas donde supuestamente ocurren las situaciones denunciadas.

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