Desde el inicio la película es claro el argumento principal: Domingo tiene una relación con la niebla, pues cuando su casa se impregna de ella pareciera que le visita el espíritu de su lamentada esposa, quien aparece para acompañarlo o atormentarlo. Estas apariciones trascienden la religiosidad de los personajes, y más bien es en esos momentos paranormales donde se escucha una voz poética con planteamientos existenciales y filosóficos.

Pero los momentos esotéricos son solamente un hilo que va conectando las diferentes etapas de la película, sirviendo también como medio para que el espectador conozca de a poco las historias y dolores pasados de los personajes. Historias que retratan temas difíciles y latentes en nuestra sociedad, como el suicidio, masculinidades tóxicas y frágiles, indigencia, vicios y la vejez.

Otro gran momento es cómo la película logra mostrar una realidad nacional y mundial de las zonas rurales que se ven afectadas por el desarrollo urbanístico que se va extendiendo lentamente desde los centros poblacionales, hasta las regiones más alejadas, en este caso, Cascajál de Coronado. Un “desarrollo” que atenta contra la dignidad y vida de quienes poblaron esas montañas por años, evidenciando el matonismo de las empresas constructoras. Es interesante como evidencia las alianzas entre abogados y criminales utilizados para intimidar a los campesinos de esas tierras, aparentando siempre trabajar dentro del marco de la ley, de una forma completamente cínica.

Finalmente me llamó mucho la atención la construcción del personaje de Domingo y sus amigos, que son todos fracasados, y que de alguna forma u otra intentan alcanzar un tipo de redención. Pero repito, no una redención cristiana, sino mucho más mundana, lo cual es hermosamente desgarrador y humano.

Esas son algunas impresiones de la narrativa de la película, pero sería injusta si no menciono el increíble diálogo de los personajes, su hermosa fotografía y la excelente interpretación de los y las actrices. Cuando fui a verla, no había visto ni siquiera el tráiler, por lo que no tenía mucha expectativa. Pero salí del cine con la urgencia de escribir una reseña e invitarlos a ver esta película. Para que se permitan disfrutar de lo que se está haciendo en el cine costarricense y apoyar estas producciones para que cada vez sean más las películas que destacan en nuestros cines y en el exterior. Felicidades a su director Ariel Escalante, a “Incendio Cine” quien debuta como productora con esta primera película y al resto de equipo por tan pulcro trabajo.

“Domingo y la niebla” tuvo una reciente y exitosa participación en la 75º edición del Festival de Cine de Cannes. También fue elegida para representar a Costa Rica y competir por una nominación en la categoría a Mejor Película Internacional en la próxima entrega de los premios Oscar de la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas 2023.

Actualmente pueden verla en el Cine Magaly.

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