Con el Telescopio Espacial James Webb, astrónomos descubrieron lo que creen que puede ser la galaxia más lejana jamás vista: una mancha roja distante a 35 mil millones de años luz de distancia. Llamada CEERS-93316, fue fotografiada tal como existió solo 235 millones de años después del Big Bang. Para tomarla se usó la cámara infrarroja del aparato que puede mirar atrás en el tiempo.

El nuevo resultado, que aún es preliminar y aún no se ha confirmado mediante el estudio de los espectros de luz de la galaxia, ya ha batido un récord provisional anterior establecido por el telescopio hace solo unas semanas, cuando otro equipo detectó una galaxia que existió 400 millones de años después del Big Bang.

El medio de comunicación especializado LiveScience explicó que la luz tiene una velocidad finita, por lo que cuanto más ha viajado para llegar a nosotros, más atrás en el tiempo se originó. Las longitudes de onda de la luz de las galaxias más antiguas y distantes también se estiran por miles de millones de años de viaje a través del tejido en expansión del tiempo-espacio en un proceso conocido como corrimiento al rojo, lo que hace que las sofisticadas cámaras infrarrojas del Webb sean esenciales para observar el universo primeros momentos.

Los investigadores, que describieron sus hallazgos en un artículo publicado el 26 de julio en la base de datos de preimpresión arXiv, habrían descubierto que la galaxia recién encontrada tiene un corrimiento al rojo sin precedentes de 16,7, lo que significa que su luz se ha estirado hasta ser casi 18 veces más roja que si el universo en expansión no alejara la galaxia de nosotros. Los hallazgos, no obstante, aún no ha sido revisado por pares.

Para confirmar que la galaxia es tan antigua como sugieren, los expertos usarán la espectroscopia para analizar la magnitud de la luz en un rango de longitudes de onda para todas las galaxias que el espectrógrafo de infrarrojo cercano de Webb ha encontrado hasta ahora. El análisis también revelará no solo la edad de la luz de las galaxias, sino también su composición química, tamaño y temperatura.

Dicho medio de comunicación indicó que la extrema sensibilidad de Webb a las frecuencias infrarrojas significa que debe aislarse de las señales de calor perturbadoras en la Tierra. El telescopio ahora descansa en un lugar gravitacionalmente estable más allá de la órbita de la luna.

Durante los seis meses posteriores al lanzamiento del Webb, los ingenieros de la NASA calibraron los instrumentos del telescopio y los segmentos del espejo en preparación para tomar las primeras imágenes. Desde que el telescopio lanzó sus increíbles primeras imágenes el 12 de julio, ha inundado la web con fotos de fascinantes objetos distantes.