Por Jennifer Wu Hu - Estudiante de la carrera de Odontología

¿Se ha preguntado sobre la importancia del estilo de vida en los adultos mayores para lograr tener un envejecimiento saludable y que haya un incremento de la longevidad? Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), una persona se considera adulta mayor a la edad de 60 años y en países desarrollados al cumplir los 65 años. Los adultos mayores se encuentran en etapa de envejecimiento, que corresponde a un proceso natural, gradual e irreversible que se vive desde el nacimiento y corresponde a cambios físicos, mentales, colectivos e individuales que determinan un ciclo vital del crecimiento y aprendizaje. La longevidad en los adultos mayores puede depender de distintos parámetros, como la alimentación, ambiente, cultura, enfermedades y demás, con el fin de aumentar la esperanza de vida y disminuir la mortalidad (Soria y Montoya, 2017).

En la vejez, la salud implica aspectos adicionales como la capacidad mental y funcional; la posibilidad de ejecutar las actividades diarias; y poseer recursos económicos, ambientales y sociales necesarios para un estilo de vida saludable. El proceso de envejecimiento en ocasiones va acompañado de enfermedad y fragilidad, dado que ocurren modificaciones biológicas, sociales y psicológicas inevitables entre los cambios normales y patológicos. Muchas personas ancianas conservan sus niveles funcionales (envejecimiento exitoso), mientras que otros padecen enfermedades crónicas que con el tiempo causan discapacidad (envejecimiento usual) o envejecimiento patológico, que puede presentarse con una gran discapacidad o gravedad de la enfermedad. Los estilos de vida relacionados a las costumbres saludables tienen un peso positivo en la longevidad, ya que pueden impedir el desarrollo y la aparición de enfermedades crónicas (Ramos, 2001).

Los hábitos que se adquieren desde la juventud pueden afectar el envejecimiento saludable que permite vivir una vida suficientemente larga. Un estudio realizado en las comunidades más longevas del mundo determinó siete factores que son decisivos en la longevidad: la alimentación, actividad física, ambiente natural y sociocultural, tiempo de descanso, personalidad y herencia. Los datos experimentales revelan que una buena alimentación que promueva la longevidad debe poseer características como la reducción de calorías, contener todos los nutrientes necesarios, porciones balanceadas y alimentos exentos de tóxicos naturales o artificiales. La actividad física es fundamental a largo plazo, ya que ayuda al organismo produciendo modificaciones en el metabolismo, y causando efectos positivos en los sistemas del cuerpo. Además, disminuye las probabilidades de padecer enfermedades, por lo tanto, se recomienda realizar actividad física mantenida, que no exceda las posibilidades del individuo para evitar exceso de esta y los efectos negativos como el desgaste del organismo (Llanes, 2008).

Con respecto al sueño, este es un indicador del estado de salud del individuo, se necesita un tiempo de descanso para recuperar la energía y del desgaste diario, y su calidad es importante, porque indica que no hay trastornos de sueño. Conforme se disminuyan las alteraciones del sueño, mejorará la calidad de vida de las personas. Por otra parte, muchas sustancias como el alcohol, café e incluso el tabaco pueden ser tóxicos para algunas personas y para otras no, y afectar de forma diferente sus dosis y niveles. Asimismo, el ambiente natural —como zonas rurales rodeadas de árboles— pueden ser beneficiosos, porque son lugares sin contaminación como en las zonas urbanas, de manera que existen menos elementos nocivos que perjudican la salud. Por último, la herencia forma parte de la estructura y función de los procesos metabólicos, así como de los sistemas en las características de los individuos. El estrés continuo, y algunas enfermedades relacionadas con la herencia como la hipertensión y la diabetes pueden acelerar el envejecimiento (Llanes, 2008).

En conclusión, si los correctos estilos de vida de los individuos determinados por diversos factores que provocan cambios sociales, biológicos, psicológicos y fisiológicos inciden positivamente en la calidad de vida de los adultos mayores, pueden ser longevos. Los hábitos saludables son fundamentales en la vida de adultos mayores, ya que pueden contribuir a la prevención de enfermedades, y se puede lograr un envejecimiento saludable y de calidad.

MOXIE es el Canal de ULACIT (www.ulacit.ac.cr), producido por y para los estudiantes universitarios, en alianza con el medio periodístico independiente Delfino.cr, con el propósito de brindarles un espacio para generar y difundir sus ideas.  Se llama Moxie - que en inglés urbano significa tener la capacidad de enfrentar las dificultades con inteligencia, audacia y valentía - en honor a nuestros alumnos, cuyo “moxie” los caracteriza.

Referencias bibliográficas:
  • Llanes, C. (2008). Los factores más probables de longevidad. Reflexiones sobre el tema. http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0864-03192008000100005
  • Ramos, F. (2001). Salud y calidad de vida en las personas mayores. Tabanque: Revista Pedagógica, 16. (Ejemplar Dedicado a: Educación y Mayores), 83-104, 16, 83–104. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=743587&info=resumen&idioma=SPA
  • Soria, Z. y Montoya, B. (2017). Envejecimiento y factores asociados a la calidad de vida de los adultos mayores en el Estado de México. http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1405-74252017000300059