Por Lizbeth Obando Pérez - Estudiante de la Licenciatura en Derecho
El crecimiento de la población a nivel mundial en los últimos años ha aumentado de forma acelerada, trayendo consigo una serie de consecuencias, como es la invasión del hombre a los ecosistemas con el propósito de industrializar y crear espacios habitacionales, para procurar la sobrevivencia humana. Ello trae como resultado el agotamiento de los recursos naturales debido al uso irracional que le dan a los mismos. Ante la necesidad de preservar el medio ambiente para las futuras generaciones, se hace preciso buscar energías limpias y renovables para satisfacer la demanda de los servicios que la población requiere para su subsistencia, para de esta manera garantizar y conservar los recursos naturales que se han visto perjudicados a causa del efecto invernadero que ocasiona el calentamiento global, generando como consecuencia la extinción de hábitats a mediano y largo plazo.
Costa Rica, conociendo la realidad de preservar el medio ambiente, estipula en Constitución Política, artículo 50: “toda persona tiene derecho a un ambiente sano y ecológicamente equilibrado. Por ello, está legitimada para denunciar los actos que infrinjan ese derecho y para reclamar la reparación del daño causado.” (Asamblea Legislativa, 1949). De esta forma se busca resguardar el ambiente sano y equilibrado para toda persona, reconociendo que es parte fundamental como un derecho humano. Aunado a lo anterior, el gobierno costarricense como uno de los Estados que forman parte de Organización de las Naciones Unidas (ONU). En el año 2015, adoptó la Agenda 2030, denominada Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS), cuyo propósito es preservar el planeta, erradicar pobreza, buscando un equilibrio entre el medio ambiente y el bienestar de las personas. Para lograr los objetivos y metas establecidos de dicho contenido, se debe trabajar en forma integral: gobierno, sociedad civil y sector privado.
Con el fin de aportar un ambiente sano y equilibrado, el país ha ido incorporando energías limpias y renovables para preservar los recursos naturales. Parte de ese desafío ha recaído en el Instituto Nacional de Electricidad (ICE), como principal desarrollador de proyectos hidroeléctricos con el 71,9% de participación, cuya principal fuente es el agua empleada en embalses, seguida por la producción geotérmica con 14,90 %, en tercera posición se ubica la energía generada por el viento con 12,39%, seguida de la energía producto de biomasa y sol, con un 0.54% (Garza, 2020). En algunas partes del país, el uso de energías limpias se realiza por medio de capital privado a través de cooperativas.
Ahora bien, como parte de la integración de los Objetivos de Desarrollo Sostenible Agenda 2030, las políticas del gobierno en la búsqueda de equilibrio entre medio ambiente y bienestar de las personas, nace el Plan de Descarbonización 2018-2050, que pretende “ser una economía moderna, verde, libre de emisiones, resiliente e inclusiva”. (MINAE, 2018. p. 3). Dentro de las propuestas de descarbonización, estos planifican diez (10) ejes sectoriales, las cuales se distribuyen en cuatro (4) rutas, citándolas a continuación: a) Transporte y movilidad sostenible, b) Energía construcción sostenible e industria, c) Gestión integral de residuos y d) Agricultura cambio y uso del suelo y soluciones basadas en la naturaleza, buscando la reducción de emisiones de gases del efecto invernadero.
De las rutas anteriores vale destacar la energía de construcción sostenible e industria, que señalan los ejes 4, 5 y 6, como primordiales para su cumplimiento, en la cual busca “consolidación del sistema eléctrico nacional con capacidad, flexibilidad, inteligencia y resiliencia necesaria para abastecer y gestionar energía renovable a costo competitivo”. (MINAE, 2018. p. 4). De acuerdo con la visión descrita, se procura que la matriz eléctrica para los próximos años, específicamente, 2030, sea operada por medio de energías limpias y renovables al 100%. A pesar de que Costa Rica es vista a nivel mundial como un país verde, cuenta con áreas de conservación, insta a la población a la conciencia ambiental (MINAE y SINAC 2017). No existe una legislación que permita u obligue a la generación de energías limpias y renovables.
MOXIE es el Canal de ULACIT (www.ulacit.ac.cr), producido por y para los estudiantes universitarios, en alianza con el medio periodístico independiente Delfino.cr, con el propósito de brindarles un espacio para generar y difundir sus ideas. Se llama Moxie - que en inglés urbano significa tener la capacidad de enfrentar las dificultades con inteligencia, audacia y valentía - en honor a nuestros alumnos, cuyo “moxie” los caracteriza.
Referencias bibliográficas:
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Asamblea Nacional Constituyente de la República de Costa Rica. (1949). Constitución Política. https://www.pgrweb.go.cr/scij/Busqueda/Normativa/Normas/nrm_texto_completo.aspx?nValor1=1&nValor2=871
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Garza, J. (2020, 18 diciembre). Costa Rica genera más del 98% de su electricidad de forma renovable por sexto año consecutivo. La República.net. https://www.larepublica.net/noticia/costa-rica-genera-mas-del-98-de-su-electricidad-de-forma-renovable-por-sexto-ano-consecutivo
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MINAE y SINAC. (2017). La conciencia ambiental en Costa Rica: evolución, estado actual y retos y futuros: sistematización del proceso de mejoramiento de la conciencia ambiental de Costa Rica . Ministerio de Ambiente y Energía de Costa Rica. Sistema Nacional de Áreas de Conservación. http://www.sinac.go.cr/ES/partciudygober/Informacin%20Educacin%20Ambiental/La%20conciencia%20ambiental%20en%20Costa%20Rica.pdf
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MINAE. (2018). Plan de Descarbonización Compromiso del Gobierno del Bicentenario. Descarbonicemos Costa Rica (2018-2050). https://minae.go.cr/images/pdf/Plan-de-Descarbonizacion-1.pdf