La revista Nature reveló que el molnupiravir, medicamento antiviral desarrollado por la empresa Merck & Co, perdió su brillo luego que los datos completos de los ensayos clínicos mostraran una eficacia menor a la esperada.

Según el reporte de la prestigiosa revista científica, los datos suministrados a la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) ponen en duda que reciba la autorización de uso de emergencia (EUA por sus siglas en Inglés). El 30 de noviembre anterior, un comité asesor de la agencia votó de forma estrecha (13 vs. 10) por recomendar el otorgamiento de la EUA.

Los resultados, publicados antes de la reunión del comité asesor, mostraron que el antiviral redujo el riesgo de hospitalización por COVID-19 en un 30%, una reducción frente al 50% observado al principio del ensayo.

"Eso no es tan bueno", dijo a Nature Katherine Seley-Radtke, química medicinal que desarrolla medicamentos antivirales en la Universidad de Maryland. "Es bastante mediocre", agregó.

Sin embargo, Eliav Barr, vicepresidente senior de asuntos médicos y científicos globales de Merck, dijo que una reducción en las hospitalizaciones aún sería beneficiosa, especialmente en áreas que están experimentando un aumento en las infecciones.

Expectativas reducidas y balance de riesgo-beneficio

Según citó Nature, el estudio clínico de Merck incluyó a 762 personas que recibieron 4 píldoras del antiviral o un placebo dos veces al día, durante 5 días consecutivos, entre mayo y principios de agosto. Un segundo grupo incluyó a 646 personas que recibieron el mismo tratamiento entre agosto y principios de octubre.

Todos los participantes, casi el 80% de los cuales estaban ubicados en Europa o América Latina, comenzaron el régimen dentro de los cinco días de haber experimentado los síntomas del COVID-19. Para cada grupo, los investigadores rastrearon a los participantes y midieron cuántos terminaron en el hospital o murieron debido a complicaciones por el coronavirus: en el primer grupo, la tasa de hospitalización o muerte de los participantes se redujo a la mitad si tomaban molnupiravir en lugar de un placebo; pero en el segundo grupo, casi no hubo diferencia en el resultado de los que tomaron el antiviral en comparación con los del placebo.

Nicholas Kartsonis, vicepresidente senior de investigación clínica de Merck, le dijo al comité asesor de la FDA el 30 de noviembre que la compañía no podía explicar los resultados completamente diferentes. Algunos de los miembros del comité señalaron que la variante Delta altamente transmisible del coronavirus aún no se había vuelto dominante a nivel mundial durante la primera mitad del ensayo, al contrario de cuando se realizó la segunda mitad, lo que podría significar que el molnupiravir no es tan eficaz contra Delta como lo es para otras variantes.

Algunos miembros del comité asesor de la FDA también criticaron el mecanismo de acción de la píldora, pues el antiviral actúa incorporándose al ARN del virus, creando errores en él y obstaculizando su capacidad de replicarse. Sin embargo, los críticos citados por Nature afirman que la introducción intencional de mutaciones en el ARN viral podría crear variantes más peligrosas del SARS-CoV-2, causando mutaciones en la espícula del virus, que es su mecanismo de ingreso a las células humanas.

Sankar Swaminathan, jefe de la división de enfermedades infecciosas de la Universidad de Utah Health en Salt Lake City, miembro del comité asesor de la FDA y quien votó en contra de la recomendación a la pastilla, afirmó que el riesgo de causar mutaciones al virus se incrementa si las personas no terminan el tratamiento completo de 5 días y 40 píldoras, porque parte del virus mutado podría sobrevivir en el cuerpo de una persona y luego ser transmitido a otros.

Merck se defendió afirmando que no detectó ningún rastro del virus en los participantes del ensayo después del curso completo de cinco días, pero la compañía no probó el medicamento en personas inmunodeprimidas, que podrían tener dificultades para eliminar completamente el virus de sus cuerpos, incluso con la ayuda del antiviral.

Otros miembros del comité de expertos que votaron en contra de la píldora sostuvieron que el molnupiravir podría crear mutaciones en el ADN humano, especialmente en las células que se reproducen rápidamente como las células sanguíneas o los espermatozoides, pese a que las pruebas en animales indicaron que ese riesgo es bajo. Nature afirmó que "muchos miembros" del comité recomendaron a la FDA que si otorga la autorización de emergencia a la pastilla, coloque advertencias serias y evite que sea suministrada a menores de 18 años y personas embarazadas hasta tanto no haya más datos sobre su seguridad en estas poblaciones.

“No creo que se pueda decir éticamente que está bien administrar este medicamento durante el embarazo”, dijo Janet Cragan, funcionaria médica de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos en Atlanta, Georgia, que votó en contra en la reunión del comité asesor.

El 4 de noviembre, el Reino Unido se convirtió en el primer país en aprobar el molnupiravir y a mediados de noviembre Beximco Pharmaceuticals de Bangladesh, con sede en Dhaka, comenzó a vender una versión genérica del medicamento en ese país.