Por Anyela Morales Esquivel – Estudiante miembro del Club The Great 28 de ULACIT

Dos grupos de trabajo se detestan entre sí, pero por una razón externa se decide que deben fusionarse. Si estuvieran encargados del marketing digital, ¿llegarían a una propuesta acertada? O, si tuvieran que desarrollar una política de prevención de ciberseguridad, ¿realmente abarcarían todos los puntos necesarios? Esa inseguridad que siente al responder es porque los trabajadores son el capital más importante de una empresa y si ellos no están satisfechos tampoco serán eficaces ni productivos (Gil, Rico y Sánchez-Manzanares, 2008). ¿Cómo fue que los desdichados receptores de aquella fusión se convirtieron en uno de los mejores equipos funcionales y con algunos de los mejores resultados en su trabajo? Tres palabras.

En primer lugar, ellos no tenían identidad como grupo. Eran dos clubes estudiantiles universitarios que no tenían nada en común. Todos estaban acostumbrados a trabajar por sí mismos. Además, tenían un constante cambio de líderes y de directores que, con cada nueva administración, modificaban la visión que tenían para el grupo. Al principio de la fusión, eran productores audiovisuales y escritores, luego pasaron por una extraña etapa de centro publicitario para los demás clubes y finalizaron con planificación de eventos. Por consiguiente, lo primero que tuvieron que hacer fue olvidar quiénes eran y desarrollar una nueva personalidad, un nuevo nombre: The Great 28; nuevos valores y un objetivo claro a pesar de los cambios: la originalidad.

Para lograrlo, había mucho que hacer porque ambos grupos tenían su ámbito de especialización, pero les faltaban manos para poder ejecutar tan amplios proyectos. Fue necesario utilizar la educación experiencial, en la que se aprende a través de los sentidos y la experimentación para poder llevarla a cabo (Cardona Triana y Trejos Parra, 2020). De esta manera, cada uno de los miembros dependía del otro para que le explicara sus funciones. Y no solo eso, sino que debían aprender por sí mismos ya que muchos no habían ni siquiera tocado una cámara ni habían tenido que establecer un diseño visual para un cortometraje. Este tipo de aprendizaje hizo que los miembros pudieran aprender rápido, tuvieran confianza entre sí y se formaran para trabajar como unidad.

Cuando estos dos aspectos se tenían logrados y había un buen ambiente de trabajo, se pasó a desarrollar ese objetivo que se habían propuesto en el primer punto: la originalidad. La universidad (en ese entonces), tenía unos diez clubes estudiantiles. Todos debían hacer proyectos y eventos para el resto de la población estudiantil. ¿Cómo diferenciarse? A través de la innovación. Para eso, primero se necesitaron líderes dentro del grupo que fomentaran las ideas creativas (a veces hasta exageradas). Segundo, que los miembros del equipo no se sintieran juzgados al proponer algo y, tercero, realizar estudios de la población para desarrollar actividades que les interesaran. Así terminaron saliendo actividades increíbles como Falcons United, Halloween, Scary Day, Behind the Scenes, coberturas de eventos como la Marcha de la Diversidad y el congreso de mujeres emprendedoras; cortometrajes, comerciales, videos introductorios para cada club e infinidad de actividades memorables más.

Finalmente, se debe recalcar una última idea: las actividades grandiosas se olvidan con cada generación que se gradúa y los mismos miembros del equipo se van yendo cuando terminan su plan de estudios. Pero hay algo que este club logró hacer: impactar al resto de la población estudiantil a pensar en grande. No hay una idea demasiado difícil de hacer si hay planificación. No hay algo demasiado complicado si se investiga. Este cambio lo llevarán a sus futuros puestos de trabajo, en donde serán agentes de cambio para una mejor sociedad. Si realmente desea un cambio en su empresa y generar más ganancias que solo las económicas, es necesario invertir tiempo y dedicación en sus trabajadores para convertirlos en equipos, no grupos de trabajo. Podría obtener un nuevo giro de negocio, una ventaja competitiva en un ámbito que no había visto o, incluso, una nueva startup dentro de su propia empresa.

 

MOXIE es el Canal de ULACIT (www.ulacit.ac.cr), producido por y para los estudiantes universitarios, en alianza con el medio periodístico independiente Delfino.cr, con el propósito de brindarles un espacio para generar y difundir sus ideas.  Se llama Moxie - que en inglés urbano significa tener la capacidad de enfrentar las dificultades con inteligencia, audacia y valentía - en honor a nuestros alumnos, cuyo “moxie” los caracteriza.

Referencias bibliográficas:
  • Cardona Triana, C. y Trejos Parra, J. (2020). Estudio cualitativo del aprendizaje experiencial para equipos de trabajo organizacional. Revista de Ciencias Sociales (Ve) XXVI(3), 71-82. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=7565468
  • Gil, F.; Rico, R. y Sánchez-Manzanares, M. (2008). Eficacia de equipos de trabajo. Papeles del Psicólogo, 29(1),25-31. https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=778/77829104