Por Harold Rodríguez Cortés - Alumna de la Escuela de Estudios Generles

Una etapa de mi vida donde fui testigo de los cambios que puede generar una perdida en una familia, fue cuando tenía 15 años y esta experiencia se dio cuando aún seguía en el colegio. Gran parte de mi niñez la viví con mis abuelos, puedo decir que muchas de las cosas que aprendí fue gracias a ellos y se convirtieron por mucho tiempo como mis padres. La conexión hacia ellos era tan grande que me atrevo a decir que me querían como a un hijo. Los fines de semana la familia se reunía en la casa de mis abuelos, generalmente eran los domingos, hacíamos sopas, carnes, cualquier convivencia para pasar en familia. Se notaba lo felices que eran esos días y lo unida que la familia estaba, era sorprendente como una sola persona hacia que toda una familia se uniera.

En este caso esa persona era mi abuela, era la persona que hacía que todos estuviéramos un domingo sentados pasándola juntos. Pero la vida tiene lecciones para cada una de las personas, a mi abuela le diagnosticaron cáncer en el Útero, una enfermedad que afecta a más de 500 mil mujeres cada año en el mundo, y produce cerca de 270 mil muertes, tiene una alta tasa de mortalidad. Según (The American Cancer Society, 2021) “si la tasa relativa de supervivencia a 5 años para una etapa específica de cáncer de cuello uterino es 90%, esto significa que las mujeres que padecen ese cáncer tienen, en promedio, alrededor de 90% de probabilidades, en comparación con las mujeres que no padecen ese cáncer, de vivir al menos 5 años después de recibir el diagnostico.”

Se iniciaron los tratamientos y yo podía sentir como el ambiente familiar iba cambiando poco a poco, mas tenso, menos amigable, menos familiar, mas gris. Estos tratamientos estaban desgastando a mi abuela, la señora que una vez fue, que mantenía unida a la familia, ya no era la misma y esto nos estaba afectando a todos en general. Se llevaron los tratamientos a otro país, pero por más medicina y tratamientos, era ineludible tratar de atrasar lo inevitable, hasta que se llegó a la conclusión de que no había una cura y se tenia que aceptar el destino de mi abuela, la muerte. Muchas de las cosas que a ella le gustaban se las prohibieron, no podía comer ciertos tipos de comida, pero luego de saber que no había un tratamiento que pudiera curar el cáncer, decidimos dejarla disfrutar de cada cosa que ella quisiera, nada de exclusiones en comida o tratamientos. Solo quedaba hacerla feliz con el poco tiempo que quedaba. Recuerdo que estaba en el colegio cuando llego la noticia de que mi abuela había muerto, fue una sensación rara, es difícil de explicar. Toda la familia estaba reunida, velaron su muerto y continuaron con sus vidas. Cada miembro de la familia fue afectado de manera diferente, pero los que vivíamos con ellos fuimos afectados grandemente, muchas cosas cambiaron. Los días felices en familia dejaron de existir, surgieron pendencias, desconformidad, peleas de testamento, de un día para otro las cosas materiales se volvieron más importantes que la familia.

Estos cambios los viví y vi como la muerte altera el estado familiar, en este caso para mal. Surgió una gran separación entre la familia, hasta este momento, puedo decir que fue un cambio drástico, una familia irreconocible y no quedo aparte al ser una de las personas que tomo distancia de todo esto. Pero algo se tuvo que haber aprendido de todos estos eventos, en mi caso al vivir una experiencia de separación familiar y de eventos en cadena que deja el óbito de una persona. Una de las cosas que realmente marcaron mi vida, es saber que aprendes a relativizar y a saber qué problemas son los realmente graves, qué cosas son las que no tienen solución. Agradeces tu vida, le das infinitamente más valor a tu tiempo y tratamos de ser mejor personas.

 

MOXIE es el Canal de ULACIT (www.ulacit.ac.cr), producido por y para los estudiantes universitarios, en alianza con el medio periodístico independiente Delfino.cr, con el propósito de brindarles un espacio para generar y difundir sus ideas.  Se llama Moxie - que en inglés urbano significa tener la capacidad de enfrentar las dificultades con inteligencia, audacia y valentía - en honor a nuestros alumnos, cuyo “moxie” los caracteriza.

Referencias bibliográficas:
  • Tasas de supervivencia del cáncer de cuello uterino. (2021). cancer. https://www.cancer.org/es/cancer/cancer-de-cuello-uterino/deteccion-diagnostico-clasificacion-por-etapas/supervivencia.html