El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha indicado este viernes que pedirá al Tribunal Supremo que bloquee la ley del aborto de Texas, que prohíbe la interrupción del embarazo a partir de las seis semanas, en un nuevo capítulo del pulso que mantienen las diferentes autoridades estadounidenses por la polémica legislación, de las más estrictas del país.

La noticia se produce después de que este jueves un tribunal de apelaciones permitiera que la ley siga en vigor, además de precisar que lo estará, al menos, hasta diciembre, cuando está prevista una audiencia de argumentos orales para la semana del 6, informa la agencia estadounidense Bloomberg.

"El Departamento de Justicia tiene la intención de pedir al Tribunal Supremo que anule" la orden del tribunal de apelaciones, ha indicado el portavoz del departamento, Anthony Coley. Por el momento no ha especificado cuando se produciría dicha petición.

La ley de Texas es una de las más estrictas de Estados Unidos y prohíbe el aborto antes de que muchas mujeres sepan que están embarazadas. Según la norma, el aborto está prohibido cuando se detecta un latido fetal, que a menudo es antes de que la mujer sepa que está embarazada. No hay una excepción por violación o incesto, aunque existe una excepción por "emergencias médicas".

También permite a los ciudadanos presentar demandas civiles contra cualquier persona que ayude a una mujer embarazada a abortar por violar la legislación. Es la primera vez que una ley que prohíbe el aborto a partir de las seis semanas entra en vigor.