Por Andrés Alvarado González – Estudiante de la carrera de Publicidad

¿Cuál es el beneficio de mantener vivos arcaicos sistemas ineficientes? ¿Acaso no gana más la sociedad que camina hacia el mañana si hace uso de herramientas modernas que no solo representan un avance hacia el futuro, sino un salto de calidad en el servicio brindado por una empresa? ¿Es correcto pensar que estas herramientas vinieron a ser nuestra vida, una que está en constante mejoramiento, o es solo un capricho?

El uso de todo tipo de herramientas siempre ha beneficiado a la humanidad. De hecho, nos ha destacado entre otros seres para dominar. Con el pasar del tiempo y de las eras, las herramientas cada vez han sido más eficientes. Hoy se plantea un debate de si se deben actualizar las herramientas a sus versiones más nuevas y digitales y si esto valdrá el esfuerzo y la inversión.

Según López et al. (2020), las tareas más genuinas de las prácticas escolares asociadas a las diferentes disciplinas STEM (ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas) son enriquecidas o complementadas mediante el uso de herramientas digitales. Permitir que tediosos cálculos sean atendidos por una computadora ya es algo normal en nuestra sociedad. Sin embargo, más allá de eso, desarrollamos herramientas que son capaces de aprender y de alcanzar a más personas para generar una función que requeriría de un fuerte esfuerzo por parte de un equipo de trabajo. Esto, traído al ciudadano promedio, le es ventajoso, pues encontrará herramientas para hacer sus transacciones o acceder a información (ya sea académica o sobre el interés de alguna empresa). La experiencia no es solo más simple, sino también más rápida y eficaz de la que un servicio humano pudiese ofrecerle.

Hacer uso de herramientas digitales, ya sea por parte del cliente o por parte de la empresa, en la sociedad de la información exige de ciudadanos calificados en las competencias básicas para poder construir, transferir y procesar en forma continua información (Ricoy et al., 2010). Esto quiere decir que el cambio no solo es en las herramientas, sino que también en nosotros como sociedad y en el ciudadano al tener que capacitarse y adaptarse a las nuevas corrientes.

Sin embargo las nuevas generaciones presentan una tendencia a sentirse atraídas a la computadora. Según Shapiro y Tiscornia (1997), los nuevos software y la capacidad del internet estimulan tanto la parte emocional como la parte pensante del cerebro, además de proporcionar la repetición necesaria para desarrollar nuevas vías neurales. Esto quiere decir, en pocas palabras, que la computadora estimula a las nuevas generaciones que aceptan las herramientas digitales como parte de su mundo; ellos mismos se están adaptando a la sociedad en la que viven y desde ya arraigan lazos con estas versiones modernas y eficientes de procesos que ya dejaron de ser arcaicos.

A pesar de los claros beneficios de la implementación de herramientas digitales, también se han descubierto limitaciones, entre las cuales destacan la necesidad por parte del usuario de un grado de competitividad tecnológica, necesidad de infraestructuras tecnológicas adecuadas, escasez de experiencia con el empleo de TIC en los procesos de orientación y carencia de recursos tecnológicos adaptados a las necesidades de los usuarios (Ocampo et al., 2017).

Está claro que los procesos de información se han visto altamente beneficiados por una globalización que sería imposible de lograr sin las
herramientas digitales de hoy en día. También está claro que las nuevas generaciones tienen una tendencia de abrazar esta tecnología y que, en cuestiones económicas, muchas de las funciones que requerían una fuerte inversión y esfuerzo humano pueden ser delegadas a software especializados. De esta forma podemos concluir que las herramientas digitales tienen el potencial de volver a la sociedad más eficiente en casi cualquier rama, así como de permitirle avanzar en múltiples disciplinas como las STEM. La humanidad no debe olvidar las herramientas ni los sistemas arcaicos, ya que han sido la base desde la que nuestra eficiencia ha crecido. En el futuro serán nuestros sistemas actuales los que serán poco eficientes en comparación.

 

MOXIE es el Canal de ULACIT (www.ulacit.ac.cr), producido por y para los estudiantes universitarios, en alianza con el medio periodístico independiente Delfino.cr, con el propósito de brindarles un espacio para generar y difundir sus ideas.  Se llama Moxie - que en inglés urbano significa tener la capacidad de enfrentar las dificultades con inteligencia, audacia y valentía - en honor a nuestros alumnos, cuyo “moxie” los caracteriza.

Referencias bibliográficas:
  • López Simó, V., Couso Lagarón, D. y Simarro Rodríguez, C. (2020). Educación STEM en y para un mundo digital: el papel de las herramientas digitales en el desempeño de prácticas científicas, ingenieriles y matemáticas.
  • Ocampo, J., Pulupa, J. y Knezevich, A. (2017). Beneficios y limitaciones del empleo de TIC en la orientación vocacional de estudiantes de educación secundaria de Guayaquil, Ecuador. Maskana, 8, 333-342.
  • Ricoy, M. C., Feliz, T. y Sevillano, M. L. (2010). Competencias para la utilización de las herramientas digitales en la sociedad de la información. Educación xx1, 13(1).
  • Shapiro, L. E. y Tiscornia, A. (1997). La inteligencia emocional de los niños. Buenos Aires: Javier Vergara.