El Banco Central de Costa Rica (BCCR) presentó el día de ayer la revisión del Programa Macroeconómico 2021-2022, en el cual se prevé un crecimiento de 3,9% para el 2021 (un punto porcentual más de lo proyectado en abril pasado). Adicionalmente, según las cifras del BCCR, el crecimiento para el 2022 sería de 3,7%.

Según informaron las autoridades del Banco, esta mejora en el crecimiento proyectado de la economía nacional refleja, principalmente, “el buen comportamiento de la producción en la primera mitad del año y las mejores perspectivas para el crecimiento de nuestros socios comerciales”.

Con esta nueva proyección, el país alcanzaría en el cuarto trimestre de este año, el nivel de producción trimestral que tenía previo a la pandemia de COVID-19.

Durante la presentación, el presidente del Banco Centra, Rodrigo Cubero Brealey, aseguró que la situación fiscal del país ha mejorado este año, y añadió que “hemos obtenido muy buenos resultados fiscales como consecuencia de un aumento muy significativo de los ingresos tributarios y una caída en el gasto, tanto el primario como el total”.

Sin embargo, a pesar de esa mejora en las finanzas públicas, Cubero destacó que la deuda del país continúa creciendo, alcanzando ya el 70.9% del Producto Interno Bruto (PIB), siendo un 54.2% en deuda interna y 16.7% en deuda externa, por lo que aseguró que “es fundamental que la Asamblea Legislativa apruebe las medidas de ajuste fiscal que están ahí planteadas”.

Adicionalmente, desde el Banco Central señalaron que en el primer semestre del 2021 “el comportamiento de la actividad económica internacional y nacional continuó condicionado por la pandemia del COVID-19”, siendo que si bien desde mediados del 2020 la economía mundial ha estado en proceso de recuperación, esa recuperación ha transcurrido a un ritmo diferenciado entre países debido, entre otros, a las condiciones estructurales de cada economía presentes desde antes de la pandemia; la magnitud del estímulo monetario y del apoyo fiscal a las empresas y hogares; el grado de severidad de las restricciones sanitarias aplicadas; y el avance en el proceso de vacunación.

El repunte de la economía internacional, y en especial el de los principales socios comerciales del país, “ha sido más fuerte de lo previsto en el Programa Macroeconómico de enero de este año” y en el último IPM. La recuperación de la economía estadounidense “ha sido muy vigorosa, como consecuencia de un fuerte estímulo fiscal y monetario, y ha llevado a sucesivas revisiones al alza en las proyecciones de crecimiento de esa economía para 2021 y 2022”.

La economía costarricense ha mostrado una mejora sostenida en meses reciente, pasando de una caída significativa en el segundo trimestre del 2020 (-6,7%), a una recuperación de la actividad económica durante la segunda mitad del 2020 y esa recuperación “refleja el efecto positivo sobre la producción y la demanda agregada del repunte de la economía mundial y de la flexibilización de las medidas de confinamiento en Costa Rica”.

Uno de los factores que señaló el BCCR como responsable del crecimiento para el primer semestre del año fue el desempeño del sector exportador, que registró cifras mucho mejor a las previstas: “las exportaciones de bienes, especialmente las de manufactura, han tenido un auge notable, y se encuentran ya significativamente por encima de los niveles prepandemia. Las exportaciones de servicios también han repuntado”.

Adicionalmente, después de un mal primer trimestre para la actividad turística, el arribo de personas extranjeras visitantes mejoró significativamente a partir de abril, ayudando a que el balance comercial haya sido mucho mejor en este primer semestre al previsto en informes anteriores.

Además, el mercado laboral también ha venido mejorando, aunque más lentamente. La disminución en la tasa de desempleo, que había sido continua a partir del trimestre móvil a agosto del 2020, se ralentizó en los últimos meses, y de hecho tuvo dos ligeros aumentos en los trimestres a marzo y mayo.

Desde el Banco Central destacaron que no solo la actividad económica se ha recuperado, sino que las exportaciones y el empleo muestran un mejor panorama y “las cifras fiscales acumuladas al primer semestre del presente año también reflejan una significativa mejora en comparación con el año anterior”.

De acuerdo con los datos acumulados a junio, el país registra un superávit primario —la diferencia entre ingresos y gastos del Gobierno Central, excluyendo el gasto por intereses— del 0,2% del PIB, mientras que el déficit financiero —que sí incluye el gasto por intereses— pasó de un 3,7% del PIB en el primer semestre del 2020 a un 2,2% este año.

Dato D+: En 2021 se aplicaron dos cambios que alteran la comparabilidad de las cifras fiscales para el Gobierno Central: la consolidación de las operaciones de los órganos desconcentrados (Ley 9524) y la ampliación a 15 meses, por una única vez, del periodo de declaración del impuesto sobre la renta (Ley 9635). Con el fin de guardar la comparabilidad de las estadísticas, el BCCR incorporó estos ajustes a las cifras comunicadas por el Ministerio de Hacienda. El BCCR hizo ajustes a sus cifras económicas para poder comparar las cifras del 2020 con la del 2021 con estas variaciones fiscales.

Según destacaron desde el Banco Central, la mejora en el resultado fiscal se explica por:

  1. La aplicación estricta de la regla fiscal introducida por la Ley 9635.
  2. El esfuerzo adicional de las autoridades para contener el gasto más allá de lo que dicta la regla.

Según las cifras que presentó el Banco Central, el gasto primario y total ha caído en términos interanuales, si se ajusta para aislar el efecto de incluir los órganos desconcentrados. Adicionalmente, ha contribuido a la mejora de las finanzas el fuerte incremento en la recaudación de los impuestos, asociado a las reformas tributarias que introdujo la Ley 9635 y a la recuperación en la actividad económica en los últimos meses. Así, los efectos positivos de la Ley 9635 sobre los resultados fiscales empiezan a hacerse visibles, y se combinan con los esfuerzos adicionales de las autoridades.

A pesar de las mejoras en las cifras fiscales, Cubero destacó que la relación deuda-PIB continuaría creciendo hasta un punto máximo en 2023, siempre y cuando se realicen los ajustes fiscales requeridos, siendo que si no se aprueban, la relación deuda-PIB continuaría creciendo.

El presidente del BCCR dijo que “en síntesis, el desempeño económico de nuestro país ha sido mucho mejor este año que en el 2020, y mejor también que lo previsto. A pesar de una fuerte tercera ola de la pandemia, la actividad económica se ha seguido recuperando a buen ritmo, el desempleo, aunque un poco más lentamente, también ha ido cediendo, las exportaciones han tenido un fuerte dinamismo, y las cifras fiscales han sido mucho más positivas. (…) Estos buenos resultados son reflejo de la resiliencia de la economía nacional y de las medidas que se tomaron, antes y durante la pandemia, para propiciar un mejor entorno macroeconómico”.

Adicionalmente, Cubero aseguró que el Banco Central mantiene su meta de inflación en ±3% (entre 2 y 4% de inflación), y recordó que, en lo que respecta a la contención de la pandemia, "la heterogeneidad del avance en las campañas de vacunación entre diferentes países y la aparición de nuevas mutaciones del coronavirus hacen que la evolución global de la pandemia todavía esté sujeta a una alta incertidumbre".

Cubero finalizó enfatizando en que si bien las cifras fiscales del país han mejorado más allá de lo esperado durante el primer semestre de este año, el país todavía continúa requiriendo los ajustes negociados con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que dependen de la aprobación de la Asamblea Legislativa, y añadió que estos ajustes son fundamentales "para asegurar la sostenibilidad de las finanzas públicas, y consecuentemente también para procurar las condiciones de confianza y estabilidad necesarias para promover el crecimiento económico”.