El Senado de Argentina ha aprobado una ley que impulsa la inclusión laboral para la comunidad trans, que actualmente supone un 1 por ciento del total de trabajadores públicos del país.
La normativa, probada con una amplía mayoría de 55 votos a favor, uno en contra y seis abstenciones, ha recibido el nombre de Ley Diana Sacayán-Lohana Berkins, en honor dos influyentes activistas a favor de los derechos de esta comunidad.
Además, el texto ofrece incentivos para la contratación del colectivo en el sector privado, así como líneas de crédito preferencial para emprender. "Esta ley compensa un poco tanto dolor y desamparo sufrido durante décadas. Es una acción positiva de inclusión. Discutimos más que una ley de cupo, discutimos si este colectivo va a empezar a obtener los derechos que le corresponden", ha señalado la senadora y presidenta de la Banca de la Mujer, Norma Durango.
Durango ha destacado que las personas de este colectivo "continúan haciendo frente a restricciones para acceder al trabajo y dificultades para vivir en condiciones dignas" y ha recordado que su expectativa de vida es de entre 35 y 41 años.
Por su parte, el presidente de la Comisión de Trabajo, Carlos Lovera, ha señalado que el objetivo de la normativa es "que esta población, que ha sido invisibilizada por tanto tiempo, pueda acceder a un trabajo digno que posibilite mejorar su calidad de vida".
La iniciativa ha sido impulsada por el Frente Orgullo y Lucha, la Liga LGBTIQ+ de las Provincias, y la Convocatoria Federal Trans y Travesti Argentina, junto con las diputadas Gabriela Estévez, Mónica Macha, Vanesa Siley y Cristina Álvarez Rodríguez.
La ley establece, entre otras cuestiones, que tendrán prioridad en las contrataciones del Estado aquellas empresas que cumplan con el "cupo trans" y que el Banco de la Nación promoverá "líneas de crédito con tasa preferencial para emprendimientos productivos, comerciales y/o de servicios para travestis, transexuales y transgénero".