Por Kenneth Cubillo Vargas - Estudiante de la carrera de Psicología

¡Doctor, necesito que haga algo con mi hijo! Esta expresión ha sido muy escuchada por los profesionales en psicología que se encargan de dar psicoterapia a niños, creyendo que se cuenta con la varita mágica para todos los “problemas” de sus hijos. En la actualidad, el mundo atraviesa por condiciones sociales, políticas, religiosas y culturales, entre otras, que las nuevas generaciones no hubiésemos imaginado; estas condiciones han impactado la salud mental de la población y los niños no han estado exentos. La pandemia de la COVID-19 ha transformado la forma en que se brinda psicoterapia infantil, y el adultocentrismo y la virtualidad son factores a los que los profesionales en psicología han debido enfrentarse.

Cuando los padres llevan a sus hijos a psicoterapia, muchas veces van con la errónea percepción de que de la noche a la mañana, todo lo que ellos conciben como problemas se va a solucionar. Un aspecto que dificulta la terapia es que vivimos en una cultura adulto-céntrica, en la cual el adulto tiene la razón o quieren ser la voz “oficial” o “verdadera” frente al terapeuta. Ante el panorama anterior, los profesionales en psicología tienen el reto de incluir al menor en su proceso terapéutico, no solo como un aspecto ético o de derecho, sino que de esta participación activa del niño va a depender el éxito terapéutico (Castillo et al., 2017). Este es uno de los desafíos más importantes de realizar, el desaprender patrones y actos que se han formado a lo largo del tiempo y que aún se replican. Como lo dicen Castillo et al. (2017), los terapeutas han sido socializados en una cultura adultocéntrica, es de esperar que, si no cuentan con una formación que los desafié para adoptar nuevos valores y prácticas, sigan reproduciendo en sus prácticas clínicas situaciones de exclusión y marginación de los niños y las niñas (p. 85). De lo anterior se puede rescatar la importancia trascendental que tiene la formación y especialización del terapeuta en atención infantil.

La etapa de la infancia es de gran importancia para el desarrollo adecuado de la salud mental y emocional. Esquivel (2010) conceptualiza la psicoterapia infantil como “el tratamiento de los problemas emocionales que se presentan en la infancia” (p. 1) Es de suma importancia que el profesional en psicología lleve capacitación y se especialice en psicoterapia infantil; por lo general, es requerido sacar un posgrado y tener una supervisión que garantice que se cuenta con la capacidad tanto profesional como personal para poder atender a niños. Los problemas en este grupo etario son cada vez mayores y más complejos, producto de los cambios y trasformaciones ya mencionados y no cualquier profesional tiene la expertise para abordarlos.

Otro desafío que tomó por sorpresa a los terapeutas fue la situación vivida a nivel mundial producto de la COVID-19, pues esto repercutió en las dinámicas sociales y de relación que tienen las personas y las terapias no se vieron exentas. La virtualidad se ha convertido en el “pan nuestro de cada día” y ha sido uno de los retos más difíciles para los profesionales en psicología. En Costa Rica, hubo incertidumbre al inicio de la pandemia, de si se iba a dar alguna reglamentación en cuanto a la viabilidad de llevar a cabo sesiones virtuales, pero una vez que el Colegio de Profesionales en Psicología dio el visto bueno, inició la ardua labor por parte de los terapeutas de reinventarse y adaptarse a esta “nueva normalidad”. El centro Metáfora (2020), especializado en terapia y juego, en su guía para la atención virtual propone que “como psicólogos de niñas y niños nos hemos visto enfrentados al reto de buscar la forma de seguir acompañando los procesos psicoterapéuticos que nos habían sido confiados” (p. 2). En efecto no ha sido fácil llevar la terapia infantil a la virtualidad y encontrar la manera de cumplir con los objetivos terapéuticos.

No cabe duda de que hoy la psicoterapia infantil enfrenta aspectos que deben saber sobrellevar. El manejo del adultocentrismo abordado con un trabajo de formación y preparación, que permita comprender que el niño tiene sus propias necesidades y que en la psicoterapia infantil estas son el centro de intervención; y la virtualidad como oportunidad de reinventarse y adaptarse a este otro escenario laboral que se presentó, y que al parecer se va a quedar, dependerá de la preparación que cada uno asuma de forma adecuada, para poder ganarle a estos desafíos.

 

MOXIE es el Canal de ULACIT (www.ulacit.ac.cr), producido por y para los estudiantes universitarios, en alianza con el medio periodístico independiente Delfino.cr, con el propósito de brindarles un espacio para generar y difundir sus ideas.  Se llama Moxie - que en inglés urbano significa tener la capacidad de enfrentar las dificultades con inteligencia, audacia y valentía - en honor a nuestros alumnos, cuyo “moxie” los caracteriza.

Referencias bibliográficas:
  • Castillo, M., Castillejos, L. y Macías, L. (2017). El reto de incluir a niños y niñas en la terapia familiar. Universidad de Guadalajara. México.
  • Esquivel, F. (2010). Psicoterapia Infantil con juegos. Casos Clínicos. Ed. El Manual moderno. México.
  • Metáfora. (2020). Terapia de juego en línea, una guía para reencontrarnos. Santiago, Chile.