Esta publicación fue hecha el 11 de junio del 2021 en horas de la noche y no tiene relación con el anuncio hecho al día siguiente por el Colegio de Médicos y Cirujanos de Costa Rica de que se está gestionando una donación de vacunas de J&J. A las 10:30 pm del 12 de junio, no hay información confirmada sobre el origen de las vacunas que eventualmente serían donadas, y por ende, esta nota no debe —bajo ninguna circunstancia— interpretarse como una confirmación de que las vacunas que recibiría Costa Rica fueron producidas en Emergent BioSolutions.
La Administración Federal de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) ordenó desechar 60 millones de la vacuna unidosis de Johnson & Johnson producida en una fábrica de Baltimore, por contaminación cruzada en su producción con la vacuna de AstraZeneca.
Según reveló The New York Times, la FDA permitirá que cerca de 10 millones de dosis producidas en la fábrica de Emergent BioSolutions, culpable del incidente y cerrada desde hace 2 meses, sean distribuidas en Estados Unidos o donadas a otros países, pero bajo la condición de que se coloque una etiqueta de que no se puede garantizar que la compañía siguiera las prácticas de fabricación adecuadas.
La planta de Emergent BioSolutions seguirá cerrada mientras continúan las investigaciones por la contaminación cruzada y fallas en la desinfección adecuada del equipo y en la protección contra la contaminación viral y bacteriana.
De acuerdo con el reporte de The New York Times, las 21 millones de dosis de vacunas de J&J distribuidas en los Estados Unidos hasta ahora fueron fabricadas en las plantas de la compañía farmacéutica en los Países Bajos, no por Emergent, a quien el gobierno pagó $200 millones para fabricar en el país norteamericano la vacuna contra el coronavirus, sin que a este viernes haya sido autorizada ni una sola de las dosis de esa empresa para ser aplicadas.
Emergent reconoció hace dos meses la contaminación cruzada y anunció que tendría que desechar el equivalente a 15 millones de dosis, sin embargo, la cifra continúa aumentando y ahora son en total 75 millones de dosis tiradas a la basura; vacunas que podrían haber sido compradas o donadas a otros países que por semanas han urgido a Estados Unidos que comparta sus suministros excedentes.
Actualmente la vacuna de J & J se usa en 24 países, incluido África que se encuentra muy rezagado en el avance de la vacunación.
El reporte de The New York Times afirma que aún queda pendiente de decidir el futuro de más de 100 millones de otras dosis de las vacunas de Johnson & Johnson y AstraZeneca que ha producido Emergent. De las 85 millones de dosis analizadas hasta ahora, 75 millones se han desechado y 10 millones podrán liberarse, aunque sin la garantía de que fueran producidas con las prácticas obligatorias.
El retraso en liberar las 60 millones de dosis de vacuna de AstraZeneca producidas por Emergent impide que el Gobierno de Estados Unidos cumpla su promesa de enviarlas al extranjero, una vez tuvieran autorización de la FDA.
Finalmente, la FDA indicó que si las 10 millones de dosis de J&J que se liberarán se destinarán a exportación, Emergent y J&J deberán firmar un acuerdo de confidencialidad en el que detallen cómo se fabricaron las dosis, y ponerlo en conocimiento de las autoridades regulatorias de los países a quienes se les vayan a donar las dosis.