Por Juan Pablo Alfaro Umaña - Estudiante de la Escuela de Estudios Generales

A lo largo de las últimas décadas, el mundo ha visto nacer diversos movimientos que abogan por la tolerancia de frente a las diferencias y una promoción integral de los derechos humanos, los cuales han llevado a la materialización de estas aspiraciones mediante las políticas públicas y marcos de referencia para el desarrollo de funciones de parte de las empresas en el ámbito de los recursos humanos y remuneraciones. Sin embargo, ¿cuál es el límite entre la tolerancia y la libertad de expresión, y el respeto y los valores individuales?

La palabra “tolerancia” proviene del latín “tolerare” que se puede traducir como soportar y aguantar, adicionalmente, la Real Academia de la Lengua Española (2020) la define como llevar con paciencia, o permitir algo que no se tiene por lícito sin aprobarlo expresamente. Esta definición plantea la acción en primera persona, y aquello soportado supone no ser lícito o, al menos, aprobado de parte de la persona que ejecuta la acción. La tolerancia, como acción individual y colectiva, facilita la comunicación de ideas y la libre expresión, derecho de todo hombre y mujer que vive en un estado de derecho. La libertad de expresión se ha convertido en uno de los pilares del sistema social y democrático actual, pero puede ser tergiversada y convertirse en permisivismo que atenta contra la dignidad de la persona y su privacidad.

El ser humano es un ser de experiencias que, a lo largo de la vida, forja su personalidad y consolida una estructura de principios y valores que rige sus decisiones y acciones, las cuales impactan el caminar de la sociedad. La expresión de las creencias y convicciones personales mediante la palabra, de forma gráfica o de cualquier otra manera en público, presupone el respeto a las que cualquier otro miembro de la sociedad pueda tener o considerar como correctas; seguramente, otras experiencias y escuelas formaron sus criterios. Es importante señalar que, de ninguna manera, la libertad de expresión es sinónimo de dogmatización ideológica, y que ningún individuo ni colectivo posee el derecho de atribuirse la verdad absoluta, a pesar de los argumentos utilizados. Toda libre expresión supone el respeto de la ajena y en ningún caso transgrede, ni física ni materialmente, a otros miembros de la sociedad.

Las manifestaciones llevadas a cabo en Chile el 19 de octubre del 2020, con motivo del primer aniversario del estallido social, son un claro ejemplo donde se puede evidenciar la confusión y malinterpretación de la libertad de expresión. El colectivo feminista deseó externar su posición en contra del sistema patriarcal que, de manera objetiva y durante muchos años, oprimió a la mujer, negándole derechos fundamentales y oportunidades de crecimiento; sin embargo, terminó quemando y destruyendo templos católicos y otras infraestructuras de uso público, alterando el orden y agrediendo las creencias, principios y valores de todas aquellas personas que no comulgan con sus principios.

Los retos de la sociedad actual plantean la necesidad de desarrollar la tolerancia recíproca, la capacidad de diálogo y evitar la dogmatización ideológica que, de manera ficticia, atribuye verdades absolutas a minorías y que puede llegar a generar conflicto social y lacerar la convivencia de ideas distintas y antagónicas. El bienestar de la mayoría no nace imponiendo sino proponiendo a partir del respeto y del amor.

 

MOXIE es el Canal de ULACIT (www.ulacit.ac.cr), producido por y para los estudiantes universitarios, en alianza con el medio periodístico independiente Delfino.cr, con el propósito de brindarles un espacio para generar y difundir sus ideas.  Se llama Moxie - que en inglés urbano significa tener la capacidad de enfrentar las dificultades con inteligencia, audacia y valentía - en honor a nuestros alumnos, cuyo “moxie” los caracteriza.

Referencias bibliográficas:
  • Real Academia de la Lengua Española (2020). Etimología de la palabra “Tolerar”. https://dle.rae.es/tolerar