Por Paola Rodríguez Murillo - Estudiante de la carrera de Administración de Negocios

La transformación digital ha impactado la forma de prestar servicios y la Auditoría no está exento de ello.

En 2016, en el Foro Económico Mundial, los economistas nombraron la Revolución 4.0, la cual fue marcada a partir de la convergencia de tecnologías digitales, físicas y biológicas. Desde entonces, ha venido modificando radicalmente la concepción de las cosas, la forma en que se vive, se trabaja y se relaciona (Perasso, 2016). Unido a esto, a inicios del 2020, se origina a nivel mundial la pandemia generada por el virus COVID-19, la cual obliga en primera instancia a quedarse en casa, a distanciarse y a utilizar coberturas faciales. Así es que, ciertamente, se venía dando una transformación digital, sin embargo, lo que está ocurriendo es distinto a cualquier otra situación que el ser humano haya experimentado.

Todo esto ha puesto en la palestra a la Auditoría, posicionándola en una senda de continua evolución, pues la coyuntura actual ha obligado a la realización de las auditorías mediante el uso de las tecnologías de comunicación e información. Y para lograrlo, tanto la empresa como el auditor, se han visto en la necesidad de abrirse al cambio de paradigma, teniendo que reestructurar la metodología convencional para evaluar la adecuación y la efectividad de los sistemas de control interno de la organización y del eficaz cumplimiento de las responsabilidades y la normativa. (González, 1989)

Ahora bien, hay que tener claro que, para lograr estos objetivos, no es suficiente introducir la tecnología, sino que la Auditoría debe tener mayor claridad sobre su ámbito de actuación, tener la disponibilidad para actuar como facilitadora del proceso de transición y, por último, pero no menos importante, transformar el pensamiento hacia los procesos digitales.

Claridad sobre el ámbito de actuación

La función de la Auditoría es desempeñarse como garante de la fiabilidad e integridad de la información de las empresas, así es que debe no solo poder elegir la mejor opción técnica, sino la más idónea para lograr el análisis, hacer las evaluaciones y recomendaciones. Además, debe poder emitir sugerencias e informar sobre las actividades realizadas. Y para lograrlo requiere claridad en su alcance (González, 2020).

Disponibilidad para actuar como facilitadora del proceso de transición

Es necesario diseñar un modelo de digitalización y estandarización de los sistemas de Auditoría, encausando la movilidad e interconectividad de los equipos de auditoría, propiciando la colaboración entre los equipos y los clientes. Para lograrlo se requiere tener un amplio conocimiento de las soluciones y herramientas tecnológicas disponibles. Asimismo, se deben seleccionar las tecnologías que tengan el grado de madurez suficiente para considerar su aplicación, dada la necesidad de lograr la automatización y eficiencia de los procesos, el análisis y visualización de la información disponible, la disponibilidad de la información y el cumplimiento de la normativa (Calero, 2019).

Transformación del pensamiento

Ciertamente las condiciones que se han creado producto de la pandemia no solo han sido negativas, también han generado impactos positivos en el entorno empresarial modificando el ejercicio de la Auditoría. No obstante, para hacerle frente a este reto no es suficiente con introducir la tecnología, sino que la Auditoría requerirá de disponibilidad para actuar como facilitadora del proceso de transición que ya venía dándose y que a raíz de la pandemia se precipitó. Para lograrlo será necesario que el auditor comprenda que su papel ha sido redefinido por la demanda de un entorno digitalizado, siendo que la disrupción que se ha generado no tiene retorno. Esto genera la redefinición de su rol en la elaboración de estrategias digitales para cumplir con los alcances de las auditorías, demandará de habilidades tecnológicas y no solamente las relacionadas a su profesión.

En consecuencia, se puede afirmar que el cambio se desarrolla a través de la transformación del pensamiento. Y es preciso considerar que la ejecución de la Auditoría mediante tecnologías digitales incrementa la calidad y reduce riesgos, considerando que el volumen de información cada vez es mayor y los clientes exigen un aumento en el nivel de eficiencia. Por lo tanto, es necesario establecer una hoja de ruta que facilite la adaptación al entorno digital, para que se maximice el negocio y se garantice la supervivencia.

 

MOXIE es el Canal de ULACIT (www.ulacit.ac.cr), producido por y para los estudiantes universitarios, en alianza con el medio periodístico independiente Delfino.cr, con el propósito de brindarles un espacio para generar y difundir sus ideas.  Se llama Moxie - que en inglés urbano significa tener la capacidad de enfrentar las dificultades con inteligencia, audacia y valentía - en honor a nuestros alumnos, cuyo “moxie” los caracteriza.

Referencias bibliográficas:
• Calero, L. (2019). La Transformación Digital en el Sector de Auditoría. Instituto de Censores Jurados de Cuentas de España. https://www.icjce.es/adjuntos/transf-digital.pdf
• González, R. (1989). La Evolución del papel de la Auditoría Interna en la Empresa. Revista Española de Financiación y Contabilidad. Vol. XIX, n.60. pp. 803-830. file:///C:/Users/Usuario/Downloads/Dialnet-LaEvolucionDelPapelDeLaAuditoriaInternaEnLaEmpresa-2652859%20(1).pdf
• Perasso, V. (2016). Qué es la cuarta revolución Industrial y porqué debería preocuparnos. BBC NEWS. https://www.bbc.com/mundo/noticias-37631834#:~:text=Tambi%C3%A9n%20llamada%204.0%2C%20la%20revoluci%C3%B3n,permiti%C3%B3%20la%%20en%20masa.