Por Luis Ángel Molina Arboleda – Estudiante de la carrera de Psicología

La duración del confinamiento por la pandemia de la COVID-19 es uno de los detonantes responsables del incremento del estrés psicológico. También lo son el miedo, el estrés, los problemas económicos, la incertidumbre y —sobre todo— el aislamiento social. Desde marzo del 2020, podemos agrupar la respuesta a la crisis en cuatro tipos: las personas que confían en su estabilidad emocional, los preocupados que necesitan algunos servicios psicológicos, los que no han experimentado previamente trastornos mentales y ahora están sumergidos en la sintomatología conductual, y los que han tenido algunos agravamientos de sus trastornos diagnosticados. Los cambios de estilo de vida debido a la pandemia y la manera en que intentamos detener la propagación del virus pueden afectarnos a todos. Cuando la pandemia comenzó, las personas tuvieron que aprender sobre la propagación del virus y control de infecciones; ahora tenemos que aprender sobre lo que le sucede a la salud mental en fenómenos como estos y cómo abordarlos.

Pero ¿cómo se interpreta psicológicamente lo que estamos viviendo? y ¿por qué afecta nuestra salud mental? Desde un punto de vista fisiológico, algunos estudios apuntan a que el estrés tiene efectos importantes en el sistema nervioso y puede provocar atrofia en la masa cerebral; disminuir su peso; y además provocar diferencias en la respuesta al estrés, la cognición y la memoria (Sarahian et al., 2014; Yaribeygi et al., 2017).

Por otra parte, nos falta un componente importante que nos hace humanos: la interacción social. Necesitamos situaciones interpersonales complejas y una interacción apropiada con el entorno. Sentirse aislado de los grupos sociales nos hace vulnerables a síntomas de depresión y tristeza, y aunque la tecnología tenga un papel fundamental en nuestra interacción con los demás, no podemos reemplazar la necesidad de transmitir afecto a través del contacto físico (Tejada et al., 2020).

La somatización y los agravamientos de los síntomas de las personas que padecen algún trastorno específico también afectan la calidad de vida, y como resultado se da un desequilibrio en la salud mental. La somatización se caracteriza por la expresión de estrés y emociones a través de la conexión cuerpo-mente. Debido al estado de alerta constante, las personas presentan dolores musculares, de cabeza, hipertensión arterial, problemas digestivos, dolores en el pecho y sensación de ahogo, entre otros.

La pandemia ha hecho que los servicios de salud y los responsables políticos modernicen la forma en que prestan sus servicios y accedemos a los recursos de salud. Así mismo, a pesar de que existen recursos que luchan por mitigar el impacto de las secuelas psicológicas como la línea “Aquí estoy”, atendida por profesionales en psicología del MEP y del Colegio de Profesionales en Psicología de CR, las estadísticas sobre los impactos negativos en la salud mental arrojan datos alarmantes que se han ido incrementando. Para superar esto, se requieren medidas a nivel individual y social, un mejor acceso a los servicios a través de la telesalud y un presupuesto económico para perfeccionar campañas de concienciación pública y atención de la salud mental. Mientras tanto, muchos de nosotros tenemos nuestras propias formas alternativas de distraernos. Para vencer esta adversidad, se recomienda pasar tiempo con la familia, ejercitar el cuerpo con ejercicios saludables, establecer rutinas y comprender los efectos del confinamiento en la salud mental. Cuidémonos y cuidemos a quienes amamos.

 

MOXIE es el Canal de ULACIT (www.ulacit.ac.cr), producido por y para los estudiantes universitarios, en alianza con el medio periodístico independiente Delfino.cr, con el propósito de brindarles un espacio para generar y difundir sus ideas.  Se llama Moxie - que en inglés urbano significa tener la capacidad de enfrentar las dificultades con inteligencia, audacia y valentía - en honor a nuestros alumnos, cuyo “moxie” los caracteriza.

Referencias bibliográficas:
  • Yaribeygi, H., Panahi, Y., Sahraei, H., Johnston, T., & Sahebkar, A. (2017) The impact of stress on body function: a review. EXCLI Journal, 16, 1057-1072. http://dx.doi.org/10.17179/excli2017-480
  • Tejada, H., Dunbar, R.,& Montero, M. (2020). Physical Contact and Loneliness: Being Touched Reduces Perceptions of Loneliness. Adaptive Human Behavior and Physiology, 26, 1-15. https://doi.org/10.1007/s40750-020-00138-0
  • Sarahian, N., Sahraei, H., Zardooz, H., Alibeik, H., & Sadeghi, B. (2014) Effect of memantine administration within the nucleus accumbens on changes in weight and volume of the brain and adrenal gland during chronic stress in female mice. Modares Journal of Medical Sciences: Pathobiology, 17, 71-82.