Por Marshia Martinez – Estudiante de la carrera de Psicología

El consumo de drogas tiene efectos indiscutibles en los individuos, desde causar daños temporales o irreparables en el cerebro y otros órganos, generar dependencia hasta cambiar la interacción social que tiene el individuo con las demás personas, aislándolo y, con esto, exponiéndolo a situaciones en las que el sentirse incomprendido y alejado de los demás puede ser un disparador más para su adicción. Es común escuchar a personas que inician con algunas drogas de fácil acceso de manera recreativa decir que tienen todo bajo control, que son usuarios de las drogas pero que las drogas no tienen ningún poder sobre ellos; o bien, es posible que personas que utilizan drogas medicadas, por ejemplo los opioides o analgésicos, aumenten la dosis de los medicamentos recetados sin supervisión médica, solo porque consideran que ya el cuerpo se acostumbró y no les hace el mismo efecto, pero que esto no representa ningún problema. ¿Es esto posible? ¿Podría el individuo ser consumidor de drogas y aun así ejercer autorregulación emocional a pesar de la alteración de la conciencia a la que se somete?

Es conocido que el abuso de dichas sustancias tiene como consecuencia efectos dañinos en diferentes niveles del individuo, específicamente a nivel comportamental, emocional y cognitivos, pero a pesar de esto es un problema que no distingue nacionalidad, cultura, posición económica o creencias, el consumo es un problema social y de salud. Si bien es cierto la relación entre el consumo de drogas y variables autorreguladoras y motivacionales —como la autoeficacia para la regulación emocional—, no son aún definitivos, y sigue siendo un campo de estudio, sí se ha demostrado una relación causal entre la positividad y el abandono del consumo de drogas. Esto indica, a grandes rasgos, que si una persona consumidora, consciente de su adicción, de forma autónoma o bien a través de ayuda externa por parte de su red de apoyo o de su terapeuta, logra incrementar su capacidad de manejar sus emociones e impulsos, incrementará en sí su confianza para, de forma determinada y optimista, ser receptivo a otras técnicas y herramientas que le permitan empezar a minimizar y controlar su adicción. (García et al, 2017)

Si una de las consecuencias del consumo es a la aparición del deterioro neuropsicológico, donde la memoria y el razonamiento se ven afectados negativamente, así como que la atención, habilidades de concentración y comunicación se disminuyen, no es implícito que la persona adicta puede regular sus emociones. El manejo óptimo de las emociones requiere el estar conscientes de lo que está sucediendo, identificar las emociones que generan ciertas experiencias y el poder responder de una forma asertiva a las situaciones, requiere que el individuo sea capaz de auto analizarse, y de actuar de forma práctica frente a los altibajos que pueden generar diferentes experiencias de vida. Podría ser posible que un consumidor muy casual de alguna droga, por ejemplo, marihuana, pueda tener la capacidad de autorregularse, pero una persona adicta no será capaz de controlar de forma orgánica sus emociones.

No existe suficiente evidencia que permita descartar del todo que los consumidores de drogas puedan o no autorregular sus emociones, sin embargo, los consumidores de drogas pueden tener una predisposición mayor a verse involucrados en situaciones que demuestran su poco autocontrol. La regulación emocional es prácticamente un objetivo generalizado, al que las personas dedican esfuerzos para lograr comprender y regular sus emociones, por lo que es poco probable que personas bajo el efecto de las drogas sean capaces de lograrlo sin el debido acompañamiento.

 

MOXIE es el Canal de ULACIT (www.ulacit.ac.cr), producido por y para los estudiantes universitarios, en alianza con el medio periodístico independiente Delfino.cr, con el propósito de brindarles un espacio para generar y difundir sus ideas.  Se llama Moxie - que en inglés urbano significa tener la capacidad de enfrentar las dificultades con inteligencia, audacia y valentía - en honor a nuestros alumnos, cuyo “moxie” los caracteriza.

Referencias bibliográficas:
• García García, V., Luque, B., Santos Ruiz, M. y Tabernero, C. (2017). La autorregulación emocional en la depresión y el deterioro cognitivo de consumidores de sustancias psicoactivas. Salud y drogas, 125-136. https://www.redalyc.org/pdf/839/83952052012.pdf