Por Jorge Barrios Quesada – Estudiante de la carrera de Ing. Seguridad Laboral

En veinte años de experiencia como instructor de la Academia Nacional de Bomberos, es fácil determinar por conversaciones sostenidas con encargados de salud ocupacional, gerentes y coordinadores de brigadas, entre otros, que el país hasta el 2015 no contaba con una herramienta uniforme para formalizar, unificar y elaborar los planes de preparativos y respuesta ante emergencias con bases nacionales e internacionales, por lo que se genera la duda sobre si realmente antes de esa fecha existía una buena preparación o cada organización se preparaba como lo consideraba correcto, o solo se trataba de otro documento más como requisito para el funcionamiento de la empresa u organización.

Mediante el Decreto 39502-MP del 10 de noviembre del 2015, se norma el documento guía autorizado a nivel país, donde se establecen los requisitos y contenidos del plan y preparativos ante respuesta “Norma de planes de preparativos y respuesta ante emergencias para centro de ocupación pública. Requisitos CNE-NA-INTE-DN-01”, el cual fue resultado del trabajo de un comité técnico conformado por varias instituciones, tomando como referencia normativa nacional e internacional, así como legislación vigente en temas de salud ocupacional y permisos de funcionamiento, entre otros (Comisión Nacional de Prevención de riesgos y Atención de Emergencias e Instituto de Normas Técnicas de Costa Rica, 2015). Sin embargo, más allá de un documento o norma nueva, la invitación es para que pase a convertirse en parte operativa de las organizaciones, es decir, que forme parte de la dinámica diaria de la empresa, para de esta forma “darle vida a la norma”. Esta norma nos lleva por un camino bien estructurado, y uno de sus principales actores es la alta gerencia, que debe comprometerse principalmente en temas de prevención, preparación o mitigación, con base en el análisis del riesgo, resultados de las amenazas y vulnerabilidad de los centros de trabajo o reunión pública, dándole el tratamiento respectivo mediante la buena gestión del riesgo.

La alta gerencia debe generar un ADN empresarial para la prevención y atención de emergencias, mediante una política sólida en este tema; sin embargo, algunos aspectos por considerar son si se cuenta con los recursos necesarios para hacerle frente a la posible materialización de la amenaza, si están organizados, si tienen los mecanismos adecuados de activación de los diferentes actores, si hay protocolos de respuesta y si el plan de acción fue evaluado. Darle vida a la norma es precisamente esto, crear una cultura de prevención en todos los niveles y prepararse para la respuesta, evaluar que lo escrito funcione, divulgar y capacitar al personal; es decir, no dejar que esto sea un documento más.

A pesar de que no existe evidencia documentada, contar con esta normativa ha impactado positivamente en las organizaciones que ya tenían algo establecido, mejorando algunos aspectos, y ha venido a brindar una herramienta de trabajo a aquellas que carecían de alguna estructura sobre este tema. Darle vida a la norma es no solo dejarla en papel, sino actuar para estar preparados para la atención y prevención de emergencias.

 

MOXIE es el Canal de ULACIT (www.ulacit.ac.cr), producido por y para los estudiantes universitarios, en alianza con el medio periodístico independiente Delfino.cr, con el propósito de brindarles un espacio para generar y difundir sus ideas.  Se llama Moxie - que en inglés urbano significa tener la capacidad de enfrentar las dificultades con inteligencia, audacia y valentía - en honor a nuestros alumnos, cuyo “moxie” los caracteriza.

Referencias bibliográficas:
  • Comisión Nacional de Prevención de riesgos y Atención de Emergencias e Instituto de Normas Técnicas de Costa Rica. (2015). NORMA de planes de preparativos y respuesta ante emergencias para centros laborales o de ocupación pública. Requisitos. CNE-NA-INTE-DN-01. https://www.inteco.org/web/content/2895588