Por Natalia Fonseca Masis – Estudiante de la carrera de Odontología
En los últimos años la población de adultos mayores está en crecimiento, debido a que las nuevas generaciones tienen uno o dos hijos o algunas del todo no tienen. Los adultos mayores representan un 6,5% de la población costarricense; sin embargo, se estima que para el año 2025 habrá más de 2 millones de personas mayores de 65 años. Esto quiere decir que va en incremento y nos hace ver la gran importancia del tratamiento de adultos mayores en el consultorio.
El envejecimiento humano crea cambios anatómicos y fisiológicos dependientes del tiempo, que reducen la capacidad funcional y fisiológica del cuerpo. Con el pasar de los años, las personas sufren muchos cambios morfológicos en su cuerpo y a nivel de sus tejidos y sistemas, lo cual crea diferentes enfermedades y problemas, la salud del paciente se va comprometiendo debido a problemas dentales, nutricionales, mentales y por patologías de fondo (cáncer, hipertensión, diabetes mellitus, insuficiencias cardiacas, entre otros). Estos cambios en el sistema inmune se asocian con una resistencia menor a las infecciones, incremento de procesos autoinmunes y aumento a la susceptibilidad a presentar cánceres. Esto no se debe a inmunodeficiencias, sino a una remodelación del sistema que se va produciendo de forma progresiva y que de denomina inmunosenescencia.
El trato que se le debe dar a este tipo de pacientes es de suma importancia. Uno de los pasos principales que un odontólogo debe realizar en su consultorio es ver si el paciente presenta alguna patología, qué tratamiento está tomando y cuáles cuidados debe tener al realizar algún procedimiento que afecte al paciente. Además, es necesario ver el estado del paciente y, si las circunstancias lo ameritan, remitirlo a su médico para una valoración, aunque esto implique postergar el tratamiento dental. El especialista debe centrarse en la prevención y educación de las personas de la tercera edad.
La cantidad de citas que el paciente debe tener depende mucho de la historia clínica, con base en si posee alguna enfermedad periodontal severa o leve, algún tipo de discapacidad y si su enfermedad es crónica no transmisible. Si el paciente presenta alguna enfermedad periodontal es de suma importancia hacerle sondaje y ver el nivel de las bolsas presentes para la eliminación de los depósitos de cálculo con un raspado radicular, tanto como sub y supra. Es importante enseñarle al paciente cuáles son los cuidados y la importancia de la buena higiene oral.
Si el paciente presenta algún tipo de diabetes es importante el tratamiento de hiposalivación, que consiste en el uso de saliva artificial, sialogogos, estimulación por medio de goma de mascar y carmelos sin azúcar, limonada y/o bebidas ácidas.
Debe haber precaución en pacientes geriátricos hipertensos medicados con ß-bloqueadores no selectivos debido al riesgo cardiovascular producto de la interacción del medicamento y el anestésico local con vasoconstrictor (adrenalina). Los pacientes con algún tratamiento con bifosfonatos con menos de 3 años no necesitan aplazar el tratamiento quirúrgico oral necesario. Sin embargo, es indispensable una valoración minuciosa de la salud real del paciente. En conclusión, el odontólogo tiene que estar informado sobre todos los cuidados que debe tener al atender un paciente geriátrico y la importancia del historial clínico.
