Por Christopher Rocha Castillo – Estudiante de la carrera de Ingeniería Industrial
Perteneciente a la rama de la informática, la cual es la encargada de la simulación del comportamiento inteligente, con el objetivo de lograr que los ordenadores realicen las mismas actividades y piensen de la misma forma que la mente humana (Borden, 2017). La inteligencia artificial representa para todos, las destrezas y capacidades que posee un computador, el cual busca realizar diferentes tareas que generalmente están asociadas a los seres humanos inteligentes. (Cabanelas, J). Pero la verdadera pregunta es ¿Cuáles implicaciones tiene esta tecnología en nuestra vida diaria?
A su paso, este mecanismo inteligente que ha llegado de la mano con la cuarta revolución industrial, más conocida como Revolución 4.0, exterioriza grandes cambios en el bienestar de los humanos, pero también, un amplio rango de riesgos. (LPSIngeniería, 2019). La realidad es que nos encontramos viviendo el cambio tecnológico más acelerado de la historia moderna. Los avances tecnológicos han ido cambiando las reglas del juego y no solo las empresas; si enfocamos el impacto a nivel nacional, la materia prima que agrega mayor valor a los procesos en Costa Rica somos nosotros: los humanos.
Aunque la inteligencia artificial aún está en pleno desarrollo y sus inicios datan varias décadas atrás; ahora es cuando está impactando directamente en nuestras vidas. Su estandarización está obligando a las compañías a buscar nuevos métodos para organizarse, nuevos modelos productivos y nuevas estrategias en el área de recursos humanos para hacerle frente a una nueva realidad en calidad de materia prima humana. Si enumeramos algunos: smartphones que responden a nuestra voz y nuestras palabras, automóviles inteligentes capaces de estacionar por sí mismos, cámaras fotográficas con reconocimiento facial; exacto, un monstruo tecnológico que avanza a pasos agigantados.
Según una entrevista realizada por Puro Marketing a directores de recursos humanos y publicada en el 2018, de todos los encuestados el 37% cree que la inteligencia artificial ya tiene un impacto significativo en el mundo laboral y es una realidad presente en las empresas, por otro lado, la mayoría, que representa un 48%, opina que el verdadero y más potente impacto llegará en un futuro próximo y que se debe estar preparado para ello. El porcentaje restante cree que su impacto llegará, pero falta tiempo para que eso suceda. (Puro Marketing, 2018).
Varias investigaciones se han realizado en torno al impacto tanto empresarial como humano que tiene la IA. Muchos creen que esta tecnología no supondrá un peligro para los trabajadores, que la posible eliminación de puestos que serán suplidos por esta inteligencia, se verán compensados con la creación de otros nuevos, que se crearán nuevas necesidades con requerimiento de materia prima humana y las empresas deberán ampliar sus plantillas.
Sin embargo, y desde mi punto de vista, cada revolución tecnológica se crea para facilitar procesos, disminuir el trabajo humano, minimizar tiempos, maximizar recursos, la optimización de procesos. Son herramientas que nosotros mismos creamos para “facilitarnos la vida”. Aunque muchos se nieguen a la realidad, el trabajo rutinario poco a poco irá desapareciendo, lo que es paralelo a la desaparición del trabajo humano.
Sea o no un riesgo, no hay duda que la inteligencia artificial será un impulso para incrementar el rendimiento humano, la productividad de las empresas se verá afectada positivamente y de manera exponencial, y además de optimizar los procesos de las empresas también mejorará las condiciones de vida de los trabajadores. La normalización de la inteligencia artificial representa más un beneficio para las empresas que un beneficio para los humanos, pero sin duda será el punto y aparte del estándar tradicional al que estamos acostumbrados.
