Por Kristell Ulloa Esquivel – Estudiante de la carrera de Ingeniería en Seguridad Laboral y Ambiental
Actualmente, enfrentamos una crisis mundial por el desencadenamiento de un virus cuyo origen es biológico. También llamados agentes o factores bióticos, se definen como los microorganismos con inclusión de los genéticamente modificados, cultivos celulares, endoparásitos humanos, agentes vivos y los derivados de estos, animales y plantas, por ejemplo, bacterias, hongos u otros capaces de originar cualquier tipo de infección, alergia, toxicidad o que pueden materializarse en condiciones patológicas. Sabiendo esto, ¿podemos hacer algo para evaluar los agentes biológicos y así estar al tanto de a qué nos enfrentamos?
Sí, se pueden realizar mediciones o evaluaciones siguiendo criterios básicos como la exposición de las personas a este agente biológico, la severidad y la consecuencia; con el resultado de ello se lograría obtener el nivel de riesgo. Sin embargo, se debe contar con equipos técnicos y de protección certificados, calibrados y de alta calidad, con personal calificado y capacitado para la toma de mediciones y el desarrollo correcto de la evaluación. Además, para que el resultado sea satisfactorio, se debe realizar una evaluación higiénica, la cual consta de 3 etapas.
La primera es la identificación: no podemos evaluar, ni medir o dar seguimiento si no se ha identificado el contaminante, sus focos, producción, características; las incógnitas de esta etapa son ¿qué vamos a evaluar? y ¿por qué lo vamos a evaluar? La segunda es la medición y evaluación: se debe considerar todo lo anteriormente mencionado para poder determinar cuáles son las concentraciones o niveles del agente en el ambiente; en esta etapa se debe definir qué, cómo, cuándo, dónde, cuántas evaluaciones y muestras se tomarán o desarrollarán; aquí tendremos conocimiento sobre las limitaciones y aumentos que se puede dar. La tercera etapa es la valoración de la situación biológica presentada: en este punto se comparan los resultados de la evaluación y se emite un criterio, así se concretan medidas correctivas, preventivas y de seguimiento, que aseguren que en futuras evaluaciones el área y las personas se mantendrán seguras.
Las mediciones no siempre son certeras y muchas veces no se tiene, o no se logra reunir, toda la información requerida para la evaluación, por lo que se podría generar una falta de criterio y una falsa fiabilidad de los resultados obtenidos. Esto, en parte, también es debido a la persona que realiza la evaluación y a los equipos de medición, por la falta de caracterización o especialidad respecto a la captación, siempre es necesario llevar a cabo un muestreo; sin embargo, es muy costoso, no siempre es preciso y podría no contarse con el personal y equipo requerido. En muchos lugares o áreas no siempre se puede aplicar la misma técnica de evaluación debido a la imposibilidad, dificultad o inexactitud de recolección de datos para la evaluación.
Los agentes biológicos son factores del día a día, presentes en la vida de las personas, que no se pueden eliminar, pero sí se puede evitar el contacto. Si es el área de desarrollo profesional de una persona, se puede prevenir y mitigar implementando ciertas medidas sanitarias, y si el contacto no es el deseado, como lo que vivimos actualmente, se puede corregir, ya que este es un factor biológico como muchos otros que no se van a poder eliminar, por lo que,es importante prevenir, corregir, estar alerta y cuidarse.
