Por Víctor Rodríguez González – Estudiante de la carrera de Administración de Negocios

Desde hace algún tiempo, los consumidores dejamos de ser solamente el fin para el propósito de generar dividendos para una compañía, y tomamos un papel esencial que toda empresa debe comprender y alinearse a ello para lograr el éxito organizacional en todo sentido.
Muchas veces, la competencia voraz que rige el agitado entorno comercial hace que la oferta sea mucho mayor que la demanda dictada por el consumidor, lo cual causa que cada empresa se vea en la obligación de generar valor de acuerdo con la segmentación de clientes que posee.

No obstante, el generar una propuesta de valor va de la mano con entender qué quieren nuestros clientes, ya que este es el motor que le permite a cualquier empresa subsistir, contrario a como hace algunas décadas se creía, que crear un producto innovador y diferente aseguraba un nicho en el mercado sin darle importancia a un servicio al cliente que fuera completo y eficaz. Es en este punto, entre la creación y el contacto con el cliente, donde entra la “co-creación”, la cual es definida como “la nueva estrategia de desarrollo de productos. A través de la co-creación y la participación de los clientes desde el principio de la etapa de ideación, las empresas pueden mejorar la tasa de éxito del desarrollo de nuevos productos” (Kotler, 2016, p. 2).

La mezcla de marketing tradicional ya no es funcional frente a los desafíos de un público que busca ser la voz activa en la relación comercial, y que la empresa sea el vínculo o asesor que pueda cubrir sus necesidades, por lo cual podríamos definirlo como el sujeto pasivo. Gracias a este nuevo concepto de lo que debe ser el marketing y los elementos que debe abarcar, se han logrado definir 4 elementos que son esenciales para lograr el cumplimiento de nuestros objetivos organizacionales, y que vienen a sustituir lo que anteriormente se conocía como las 4P’s del mercadeo, las cuales en la actualidad se denominan las 4C’s (comunicación, cliente, costo y conveniencia) (Tamariz, 2017). Estos 4 elementos son esenciales para entender cuán importante es transformar nuestra planeación estratégica en la actualidad, para así abarcar los gustos y preferencias de clientes que buscan mayor comodidad; mejorar el servicio, la atención y el costo (el cual abarca el costo de oportunidad de comprar un producto en lugar de otros); y, finalmente, ―y el cual considero más importante para nuestra estrategia de mercadeo― la comunicación.

Para vender un producto, se debe saber comunicarse con el segmento al que me dirijo, y se deben buscar las tácticas correctas para ejecutar una comunicación asertiva, que sea atractiva a la vista del cliente moderno, pero que también agregue valor.
Finalmente, es importante agregar a estas 4C’s un quinto elemento que considero no está incluido en el factor cliente, ya que este solamente abarca el hecho de entablar una relación comercial o de compraventa, y es el de fidelización. Fidelizar a un cliente es poder generar satisfacción, pero también una relación emocional y de necesidad en la cual el cliente vea en nuestra empresa más que un negocio, a un asesor que lo ayuda y protege, y he ahí el reto de la organización actual, fidelizar a clientes en un mercado convulso y cada vez más competitivo.

 

MOXIE es el Canal de ULACIT (www.ulacit.ac.cr), producido por y para los estudiantes universitarios, en alianza con el medio periodístico independiente Delfino.cr, con el propósito de brindarles un espacio para generar y difundir sus ideas.  Se llama Moxie - que en inglés urbano significa tener la capacidad de enfrentar las dificultades con inteligencia, audacia y valentía - en honor a nuestros alumnos, cuyo “moxie” los caracteriza.

Referencias bibliográficas:
  • Kotler, P. (Ed.). (2016). Marketing 4.0. LID Editorial Mexicana.
  • Tamariz, Y. (2017). Las 4 «P» vs. las 4 «C». file:///C:/Users/vrodr/Downloads/16794-Texto%20del%20art%C3%ADculo-66734-1-10-20170421.pdf