Por Jimena Guiselle Sánchez Hernández – Estudiante de la carrera de Contaduría
Lettieri (2020) nos dice que “la pandemia del coronavirus (COVID-19) y sus medidas de contención, algo nunca vivido a nivel global, están generando una disrupción temporal y generalizada de la actividad económica”. Es de nuestro conocimiento la situación de la pandemia alrededor del mundo que ha provocado un impacto en la parte económica de muchas empresas, por tal razón es fundamental tener una definición clara sobre la administración de los costos fijos. Al tener en las manos una gestión adecuada de estos, es más más sencillo visualizar la información financiera para la toma de decisiones y es una herramienta insustituible para lograr una buena rentabilidad.
Muchas compañías han elaborado planes de acción para salir adelante en medio de esta nueva realidad, sin embargo, otras han experimentado grandes consecuencias en sus entidades. Según Ramírez (2008), los costos fijos “son los que permanecen constantes durante un rango relevante de tiempo o actividad, sin importar si cambia el volumen, como sería el caso de los sueldos, la depreciación en línea recta y el alquiler de un edificio” (p. 39). Lo cierto es que existen ciertos puntos de esta administración que no son tomados en cuenta y afectan a la empresa.
Actualmente la mayoría de las compañías han decidido poner en práctica el teletrabajo, eso quiere decir que los gastos públicos han disminuido. Montilla (s.f.) menciona que “las ventajas de aplicar esta modalidad son muchas; entre ellas podemos destacar, la reducción de costos tales como el alquiler, agua, luz, transporte, entre otras”. Para desarrollar una buena gestión de estos costos es importante destinar un dinero exacto, llevar la contabilidad al día para conocer cuán eficiente se está realizando la distribución de esta y si no están sufriendo algún desvío indebido.
Para que la gestión de estos sea notoria, se deben establecer planes estratégicos adoptando nuevas prácticas; entre estas se encuentra reducir los montos de electricidad. Se puede implementar una perspectiva eco-sostenible como identidad de la empresa, modernizando el sistema y aprovechando la energía del sol, que será transmitida a los colaboradores. Esto aplicaría para aquellas empresas que por sus propias políticas no estén trabajando desde el hogar.
Igualmente se debe tomar en cuenta el alquiler del edificio, que es un pago constante y no cambia por la circunstancia de la pandemia. Es importante buscar opciones más accesibles, no obstante, se deben tercerizar operaciones y realizarse cuestionamientos, por ejemplo ¿es necesario contratar un servicio de limpieza fijo? ¿se amerita la contratación fija de seguridad? Esto no significa que dichas operaciones se vayan a eliminar completamente, significa buscar soluciones precisas en momentos específicos. De este modo, se van reduciendo algunos costos que puedan recompensar el pago fijo del alquiler.
Por otro lado, se debe realizar un profundo análisis sobre las diferentes actividades que cada funcionario debe realizar dentro de la organización. Si se determina que algún departamento no presenta prioridad para cumplir los objetivos de la corporación, considerando la situación actual, es relevante recortar gastos innecesarios y el pago de los sueldos no será el mismo, por lo tanto se garantiza una notoria ganancia para la compañía.
Retomando el punto inicial sobre la importancia de administrar los costos fijos y la rentabilidad que esta proporciona, se deduce que busca aprovechar los recursos financieros correctamente y destacar lo indispensable que es conocer la profundidad de costos de la empresa para identificar aquellos que pueden gestionarse de otra forma o estratégicamente. Además, el control de los costos frente a esta nueva realidad brinda ventajas significativas que permitirán que una compañía progrese adoptando nuevas alineaciones. Es recomendable que se efectúen revisiones periódicas sobre la contabilidad, una vez administrados correctamente los costos fijos, para verificar que el funcionamiento sea el esperado.
