Por Anthony Baltodano Barrantes – Estudiante de la carrera de Administración de Negocios
“El éxito en la administración requiere aprender tan rápido como el mundo está cambiando”. Esta frase de Warren Bennis logra identificar uno de los retos que la administración en las organizaciones está experimentando a lo largo del mundo al haber tenido que adaptar sus operaciones a una nueva modalidad virtual como consecuencia de la pandemia del COVID-19. Este cambio a la administración virtual se veía venir desde tiempo atrás, a medida que las empresas crecían en tamaño y resultaba más rentable tener a sus colaboradores en teletrabajo. Sin embargo, nunca se pensó que esta transición se diera de manera tan abrupta como se está experimentando actualmente.
Cuando se habla de una organización de más de 50 colaboradores, se puede pensar en distintos departamentos que trabajan en conjunto hacia una misma meta, y se requiere una administración correcta que vele por el buen funcionamiento de la empresa. Los retos principales que las empresas están afrontando giran alrededor de la comunicación y recursos humanos, ya que, por la pandemia del COVID-19, la interacción humana, que previamente era presencial, se ha visto reducida a conferencias virtuales y correos. Entre los retos que los líderes y administradores afrontan, se debe pensar en cómo motivar a los colaboradores que están trabajando desde sus casas, cómo empoderarlos para que de esta manera no se afecte la productividad. Kasanoff (2016) aclara en sencillas palabras y recomienda que para empoderar a los colaboradores se debe creer en ellos y en perdonar sus errores, lo cual se puede practicar ampliamente en la actualidad, ya que se está en un proceso de adaptación y es entendible que algunos tengan curvas de aprendizaje más pronunciadas que otros.
Si los colaboradores están satisfechos, tendrán un mejor rendimiento, esto aplica para cualquier modelo de negocio, ya que se basa en principios de comportamiento organizacional y gestión de calidad. Ahora bien, con la virtualización de la administración y la pandemia por el COVID-19, es fácil ver a empresas dejar este enfoque de lado, ya que las organizaciones se preocupan más por reducir costos que por sus colaboradores (Vargas, 2020). Por este motivo, es un reto para los administradores y líderes el pensar en formas de mantener a sus colaboradores comprometidos con su trabajo, sin olvidar los elementos que se tienen a mano para lograr ese objetivo, como por ejemplo bonos, escuchar sus inquietudes y tomarlas en cuenta, y en estos momentos de crisis, apelar al aspecto emocional, es decir, tratar de brindarles seguridad por medio de mensajes y retroalimentación positiva.
Finalmente, recalcamos lo que se ha mencionado a lo largo del artículo por medio de un aporte de la revista Entreprenuer (s.f.), la cual menciona varios tips para motivar a los colaboradores, que se adaptan a la modalidad virtual, por ejemplo, darles las herramientas adecuadas para realizar sus funciones sin problemas, como una buena conexión a internet; proveerles una computadora adecuada; permitir horarios flexibles y, más importante aún, respetar su tiempo entendiendo que es necesario el descanso, y que, probablemente, se encuentren estresados por los acontecimientos del mundo.
Es importante que tanto administradores como líderes vean la situación actual como una oportunidad para crecer como profesionales, adaptándose y equipándose con conocimiento en herramientas tecnológicas, las cuales van a ser una parte cada vez más importante en los negocios; de esta manera, estarán listos ante cualquier situación. Los retos que tiene la administración en la época virtual son muy similares a los que se tenían desde antes, solo que esta vez deben encontrar la forma de resolverlos de una manera más creativa e innovadora con el fin de no afectar el rendimiento. Se debe motivar a los equipos recordando siempre que un colaborador feliz es un consumidor contento, y que sin ellos nada de lo que ofrece la empresa se podría llevar a cabo.
