La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) presentó el día de hoy su informe de Estudios Económicos sobre Costa Rica, en el que destaca que si bien el país ha vivido un crecimiento económico importante en los últimos 30 años, este ha ido de la mano con un crecimiento de la desigualdad.

El informe señala también que la situación fiscal del país ya era crítica previo a la pandemia, y con la desaceleración económica que está viviendo el mundo el país se expone a una situación más compleja de menores crecimientos y mayores déficit fiscales.

Los principales mensajes del informe señalan que el país debe:

  • En el corto plazo atender el brote de Sars-CoV-2, entendiendo que el gasto adicional en salud y el suministro de subsidios temporales a los hogares y empresas afectados es necesario para mitigar el impacto a largo plazo.
  • Es crítico que la reforma fiscal del 2018 sea implementada por completo, para ayudar a restaurar la sostenibilidad fiscal en el mediano plazo.
  • El gasto público debe ser más eficiente para que se puede redistribuir de una forma más equitativa el crecimiento económico, principalmente en políticas claves como educación, reducir la informalidad y aumentar la participación femenina en el mercado laboral.
  • Aplicar reformas estructurales que le permitan aumentar la productividad.

El informe de la OCDE señala, que si bien el país ha logrado manejar de manera apropiada la pandemia por COVID-19 (el corte del estudio fue mayo) el impacto que va a tener la pandemia por COVID-19 en la economía del país será notable, ya que el déficit fiscal y la deuda eran altos antes de la crisis, y se verán considerablemente afectados por los efectos económicos de la pandemia en las finanzas públicas.

Entre las recomendaciones que da el informe para atender la desigualdad y sortear la crisis fiscal incluyen que el país tiene la posibilidad de ampliar la base fiscal sin aumentar las tasas de los impuestos, reduciendo los beneficios de los sectores exonerados. En específico el informe habla de la necesidad de comenzar a gravar los ingresos de las cooperativas, eliminar exenciones fiscales que benefician a los hogares de altos ingresos, tasar el aguinaldo con impuesto de renta, optimizar las tasas del IVA con tarifa reducida (educación y salud), dado que esto beneficia a los hogares de altos ingresos que son los que utilizan esos servicios.

Adicionalmente, el informe señala que el país tiene espacio para mejorar la estructura tributaria actual, ya que esta depende excesivamente de las contribuciones a la seguridad social —que representan una tercera parte de los ingresos totales—, pero el país recauda poco en impuestos a la propiedad, por lo que se podría trasladar gradualmente la carga impositiva de la seguridad social hacia el impuesto a la propiedad. Según el informe, esto ayudaría a reducir la informalidad y desigualdad en el país.

Sobre el manejo de la deuda, a través de la emisión de deuda en moneda extranjera, el informe advierte que si bien esta medida puede reducir los costos de los intereses en el corto plazo, aumenta los riesgos por tipo de cambio.

Dato D+: El país espera disminuir los costos del servicio de la deuda con cuatro financiamientos de instituciones financieras multilaterales que facilitarían fondos al Gobierno en 2020 por un 2% del PIB.

El informe, también destaca que Costa Rica continúa siendo un país muy desigual, dado que las mediciones de desigualdad siguen siendo muy altas, y la pobreza se ha mantenido prácticamente sin cambios en alrededor del 20% (según la definición nacional) en los últimos 25 años. Situación que se puede agravar con la crisis, debido a que las personas en condición de pobreza y vulnerabilidad se verán afectadas particularmente por la pandemia.

Dato D+: Entre los países miembros de la OCDE Costa Rica tiene el índice de Gini más alto (0.5)

El gasto en políticas sociales ha aumentado con los años, pero el mayor gasto no se ha traducido en mejores servicios públicos. Por el contrario, la calidad de algunos servicios públicos se ha deteriorado en la última década.

Para contrarrestar estas tendencias, el informe apunta a que es fundamental que el gasto social conduzca a mejoras tangibles y soluciones de las ineficiencias existentes, buscando que el crecimiento sea más inclusivo, para lo cual se requiere mejorar las oportunidades para toda la ciudadanía en educación y trabajo, mejorando sus posibilidades de encontrar oportunidades de generación de ingresos sostenibles, así como garantizar la sostenibilidad de los sistemas de pensiones y salud.

Costa Rica fue formalmente invitada a la OCDE el pasado 15 de mayo y está a la espera de completar las formalidades del proceso para convertirse en el país de la organización.