Por Génesis Navarrete Rodríguez y Paula Calderón Rivera – Estudiantes de la carrera de Odontología
La higiene bucal significa una boca saludable a la vista y el olfato, por lo tanto, en general los dientes deben de estar limpios y sin restos de alimentos, las encías deben estar sanas y de color rosa pálido coral y lo más importante un buen aliento. Una de las cosas más importantes para los dientes y las encías es mantener una excelente higiene bucal, ya que una boca sana y aseada no solo da un buen aspecto a la persona, sino que le permiten hablar, comer y sonreír apropiadamente; además es sumamente importante para el bienestar general del cuerpo humano. (Colgate, s.f.).
Según Organización Mundial de la Salud (s.f.): “La salud bucodental, fundamental para gozar de una buena salud y una buena calidad de vida, se puede definir como la ausencia de dolor orofacial, cáncer de boca o de garganta, infecciones y llagas bucales, enfermedades periodontales (de las encías), caries, pérdida de dientes y otras enfermedades y trastornos que limitan en la persona afectada la capacidad de morder, masticar, sonreír y hablar, al tiempo que repercuten en su bienestar psicosocial”.
El tener una boca saludable, es un aspecto importante de la salud que las personas no son conscientes hasta el momento en que se presentan los problemas de salud. Los expertos afirman que es un hecho lamentable ya que con buenos hábitos y chequeos regulares se puede prevenir la mayoría de los problemas. 9 de cada 10 personas en todo el mundo está en riesgo de tener alguna enfermedad bucodental. Los efectos de las enfermedades bucodentales en términos de dolor, sufrimiento, deterioro funcional y disminución de la calidad de vida son considerables y costosos. (Salud O. P., s.f.).
El Dr. Peterson (2004) afirma que: “una mala salud bucodental puede tener profundas repercusiones en la salud general y en la calidad de vida, el dolor, los abscesos dentales, los problemas al comer o en la masticación, la pérdida de piezas y la existencia de dientes descoloridos o dañados tienen efectos importantes en la vida y el bienestar cotidianos de las personas”.
La conexión entre la salud bucal y la general, se basa en que la boca es el punto principal de entrada de las bacterias a las vías respiratorias y digestivas, y estas pueden causar enfermedades. Normalmente, las defensas del cuerpo humano y el cuidado de la salud bucal, mantienen a las bacterias bajo control. Los estudios sugieren que las bacterias orales y la inflamación asociada con la periodontitis podrían jugar un papel importante en algunas enfermedades sistémicas. Ciertas enfermedades, como la diabetes y el VIH/sida, pueden reducir la resistencia del cuerpo a las infecciones, lo que hace que los problemas bucodentales sean aún más graves. (Clinic, 2019).
La salud bucodental contribuye a varias enfermedades y afecciones tales como:
• Neumonía, ya que algunas bacterias de la boca, pueden ser transmitidas hacia los pulmones.
• Endocarditis, por lo general se provoca cuando las bacterias o gérmenes de la boca u otra parte del cuerpo, se propaga a través del torrente sanguíneo y se adhieren a ciertas zonas del corazón.
• Complicaciones en el embarazo y el parto, se relaciona con la periodontitis se ha relacionado con el nacimiento prematuro y el bajo paso al nacer.
Y de lo contrario, existen diversas enfermedades que afectan la salud bucodental:
• Diabetes, al reducir la resistencia del cuerpo a las infecciones, la diabetes pone en riesgo las encías, lo cual es más frecuente en pacientes diabéticos.
• VIH/sida, provoca lesiones dolorosas de la mucosa.
• Osteoporosis, ocasiona un debilitamiento óseo, y se relaciona con la pérdida de hueso periodontal y la pérdida de dientes como consecuencia de ello. Y ciertos medicamentos para tratar esta enfermedad, provoca daño en la mandíbula.
• Alzheimer, se observa un avance en la medida que avanza esta enfermedad.
Otras afecciones que podrían estar relacionadas con la salud bucodental son los trastornos alimentarios, artritis reumatoide, algún cáncer y el síndrome de Sjogren. (Clinic, 2019).
Todo esto se puede evitar con mantener una buena higiene oral, y para ello se necesitan cuidados preventivos diarios, tales como:
• Cepillado dental, uso del hilo dental y enjuague bucal por lo menos tres veces al día.
• Ingiera una dieta equilibrada y reduzca las ingestas entre comidas.
• Utilice productos dentales con flúor, inclusive la pasta de dental.
El cepillado dental es lo primero que se realiza, seguidamente el uso del hilo dental y por último el enjuague bucal, y debe de hacerse de la manera correcta para eliminar bien los restos de alimentos; en general los pasos a seguir son los siguientes:
• Incline el cepillo a un ángulo de 45º contra el borde de la encía y deslice el cepillo alejándose de ese mismo borde y hacia adelante.
• Cepille suavemente el exterior e interior y la superficie de masticación de cada diente con movimientos cortos hacia atrás.
• Cepille suavemente la lengua para eliminar las bacterias y refrescar el aliento.
• Seguidamente, hacemos uso del hilo dental, utilice unos 45 cm de hilo dental, dejando uno 3 o 5 cm para trabajarlo. Se enrolla cada extremo en cada dedo índice, y conforme se usa, se va enrollando más para evitar usar el mismo lado.
• Siga suavemente las curvas de sus dientes.
• Asegúrese de limpiar debajo de la encía, pero evite golpear el hilo contra la misma.
Por lo tanto, es de suma importancia mantener una buena higiene oral, ya que se han realizado diversos estudios donde se demuestra una estrecha relación entre las enfermedades sistémicas y la salud bucodental, y como repercute una sobre la otra. Además, no cabe duda que la boca es el reflejo de la salud en general de la persona y ello puede ayudar a revelar síntomas de algunas enfermedades. Por lo tanto, como profesionales en la salud bucal, debemos insistir en nuestros pacientes sobre la importancia de la salud bucal y explicarles que las consecuencias pueden expandirse más allá de la boca.
