Por Ignacio Fernández Quirós - Estudiante de Publicidad con énfasis en Producción Multimedia

Uber Eats, Hugo, Glovo, Go Pato y, más recientemente, Rappi. Estas empresas no existían en Costa Rica apenas hace unos cuantos años. Basta con salir a la calle durante la hora de almuerzo para encontrarse a varios de sus repartidores con sus grandes y coloridos bolsos en sus espaldas. Pueden ser morados, verdes, amarillos o anaranjados, y podrían tener el logo de un pato, un búho o un bigote. ¿Qué implicaciones tienen estas apps que viven en los celulares de cientos de miles de costarricenses?
El sector de servicios de entrega mediante aplicaciones amasa una aceptación muy importante en el país. Uber Eats reportó más de 700.000 descargas en menos de un año (Barquero, 2019), mientras que Glovo superó las 150.000 en seis meses (Leitón, 2019). Rappi, por su parte, a pesar de ser la más reciente en el mercado nacional, espera facturar cerca de $10 millones para el año 2020 en Costa Rica (Avendaño, 2019a).

Evidentemente, estas plataformas están ganando cantidades significativas de consumidores en el país y en otras latitudes. Un estudio realizado en Brasil, país que también ha acogido de manera satisfactoria este mercado, reveló que hay una asociación entre la facilidad de uso y la utilidad percibida, junto con el grado de satisfacción de los clientes de estas aplicaciones (Lisboa, 2019, p. 11). Estas ventajas no son solo para quienes realizan órdenes a través de la plataforma: los restaurantes también se han visto beneficiados, gracias a los datos que les otorgan las aplicaciones. Esto les permite optimizar aspectos como el menú, tipo de comida, operación y empaque (Avendaño, 2019b).

Este tipo de plataformas se suelen englobar dentro de un concepto conocido como economías colaborativas. Es decir, se trata de un escenario en el cual la gente “está empoderada para conseguir lo que necesitan los unos de otros de manera directa” (Cañigueral, 2016, p. 17). A pesar de que, en primera instancia, podría parecer algo casi utópico, numerosas investigaciones académicas cuestionan la ejecución actual de este modelo.

Entre las críticas planteadas se encuentra que la economía colaborativa no tiene mucho de este adjetivo porque “tales plataformas no comparten ni la propiedad ni los beneficios con los usuarios que son quienes generan valor dentro de ellas” (Alfonso, 2016, p. 231). Cañigueral (2016) añade que, para agregar el adjetivo responsable a estas economías colaborativas, se debe reconocer la complejidad del ecosistema de actores. En consecuencia, contempla el acomodamiento a la revolución que representan estos modelos para así orientar mejor el uso de la tecnología (Cañigueral, 2016, p. 25).

Este acomodo que se menciona, también lo sostiene la Comisión Europea, la cual indica que se necesitan regulaciones claras y equilibradas para permitir el desarrollo de las empresas ligadas y que evite imponer límites innecesarios (Alfonso, 2016, p. 241). En el caso de Costa Rica, la diputada oficialista Paola Vega propuso un proyecto de ley que busca adicionar un capítulo al Código de Trabajo, específicamente enfocado en los trabajadores de plataformas digitales de servicios (Vega, 2019). Este expediente fue remitido a la Comisión de Económicos en octubre de 2019 y, desde entonces, no ha tenido avance alguno, de acuerdo con el sistema de consultas de la Asamblea Legislativa.

Lamentablemente, al mismo tiempo que no existe regulación con respecto a estas plataformas, hay colaboradores que se encuentran insatisfechos con la manera en la que son tratados. En noviembre de 2019, un grupo de repartidores quemaron bolsos en señal de protesta en contra de las plataformas, específicamente Glovo. Entre sus quejas se encuentran el tener que trabajar 10 horas continuas, el cobro fijo de montos por parte de la plataforma y la ausencia de comunicación con la empresa (Paniagua, 2019). Todo esto en el marco de una relación entre una compañía y sus socios repartidores que no se encuentra tipificada en la legislación nacional.

Las economías colaborativas cada vez obtienen un mayor impulso gracias al aprovechamiento de plataformas tecnológicas ubicuas en la actualidad. A pesar de que otorgan muchas ventajas y beneficios para quienes forman parte de ellas, deben evolucionar hacia su mejor versión posible y para que así puedan explotar el potencial de alcanzar un mayor número de consumidores gracias a su alta escalabilidad (Díaz, Marcuello y Montreal, 2016).

MOXIE es el Canal de ULACIT (www.ulacit.ac.cr), producido por y para los estudiantes universitarios, en alianza con el medio periodístico independiente Delfino.cr, con el propósito de brindarles un espacio para generar y difundir sus ideas.  Se llama Moxie - que en inglés urbano significa tener la capacidad de enfrentar las dificultades con inteligencia, audacia y valentía - en honor a nuestros alumnos, cuyo “moxie” los caracteriza.

Referencias bibliográficas:
Alfonso. R. (2016). Economía colaborativa: un nuevo mercado para la economía social. CIRIEC-España, Revista de Economía Pública, Social y Cooperativa, (88), 230-258. Recuperado de https://www.redalyc.org/pdf/174/17449696008.pdf
Avendaño, M. (2019a). Rappi entra a competir a Costa Rica en el negocio de las ‘app’ de entregas. La Nación. https://www.nacion.com/economia/negocios/rappi-entra-a-competira-costa-rica-en-el-negocio/ZC44S7BNYRDVVFIO6UQHSSGA7Q/story/
Avendaño, M. (2019b). Restaurantes aprovechan datos de ‘apps’ de entregas para mejorar su operación y menú. La Nación. Recuperado de https://www.nacion.com/economia/negocios/restaurantesaprovechan-datos-de-apps-de/LX6F3QPOLVGONBDZU7ZCXF7MXU/story/
Barquero, M. (2019). Alto consumo de pollo se impone en las ‘apps’ de entrega de comida. La Nación. Recuperado de https://www.nacion.com/economia/consumo/alto-consumo-de-pollo-se-imponeen-las-apps-de/P5W3GPJQUFCUTBAKQZJLUB7XXI/story/
Cañigueral, A. (2016). Hacia una economía colaborativa «responsable». Oikonomics, 6, 16-27. Recuperado de http://oikonomics.uoc.edu/divulgacio/oikonomics/_recursos/documents/06/03_Oikonomic s_6_Canigueral_es_2016.pdf
Díaz, M., Marcuello, C., y Montreal, M. (2016). Economía social y economía colaborativa: Encaje
y potencialidades. (No. ART-2016-104461). Recuperado de https://zaguan.unizar.es/record/69619/files/texto_completo.pdf
Leitón, P. (2019). Toni Riera, director regional de Glovo: “En Costa Rica hemos tenido un crecimiento gigantesco”. La Nación. https://www.nacion.com/economia/negocios/toniriera-director-regional-de-glovo-en-costa/6LSS5RGUAJDMBLBSPR3YNJSWBQ/story/
Lisboa, M. S. (2019). A influência dos fatores do modelo de aceitação tecnológica no grau de
satisfação com aplicativos para entrega de alimentos em domicílio. Recuperado de https://repositorio.ufu.br/handle/123456789/27784
Paniagua, J. (2019). Repartidores de app queman bolsos en señal de protesta. Recuperado de https://www.crhoy.com/nacionales/video-repartidores-de-app-queman-bolsos-en-senalde-protesta/
Vega, P. (2019). Ley de protección de la persona trabajadora de plataformas digitales de servicios. Recuperado  de http://www.asamblea.go.cr/Centrodeinformacion/ConsultasSIL/SitePages/ConsultaProyectos.aspx