Las autoridades del hospital Nacional de Niños hacen un llamado de alerta respecto a algunos productos, como el dióxido de cloro o clorito de sodio que se comercializa como la “cura para el autismo” los cuales, indican, lejos de ayudar, son altamente peligrosos.

Publicaciones recientes en redes sociales ofrecen el dióxido de cloro para tratar el autismo, por lo que la coordinadora del área del Neurodesarrollo, doctora Roselyn Valerín Ramirez, hace un llamado a los padres de familia para que, bajo ningún motivo, utilicen o promuevan estos productos para el consumo de los pacientes con este diagnóstico.

La doctora Valerín dice que estas soluciones se promueven como una "cura" también para el resfriado común, la diabetes,  la malaria, virus de la gripe H1N1, el VIH, el cáncer, el COVID-19 y muchas otras enfermedades.

Valerín recuerda a la población que estas sustancias se utilizan como desinfectantes y blanqueadores y no están hechas para ser ingeridas; “su consumo puede ocasionar daño severo e irreparable al organismo”, dijo la doctora.

Por su parte, la directora del Centro Nacional de Control de Intoxicaciones, doctora Viviana Ramos, menciona que el dióxido de cloro, o clorito de sodio, conocido popularmente como MMS, por sus siglas en inglés (solución mineral milagrosa) o CDS (dióxido de cloro) es una sustancia química con alto grado de toxicidad.

La especialista recuerda que una persona que ingiere estos compuestos puede presentar diarrea con sangre, vómitos, deshidratación, destrucción de glóbulos rojos, anemia, daño severo en riñones, hígado, cerebro y la muerte. Adicionalmente, Ramos enfatizó en que sus efectos nocivos se pueden manifestar a largo plazo cuando se ingieren dosis bajas repetidas.

En una información publicada por NBC NEWS se alude específicamente a problemas que ha detonado el uso de este químico en niños y niñas de la comunidad autista. "Los médicos advierten que el dióxido de cloro podría causar un daño irreparable al cuerpo de un niño al dañar los tejidos del sistema digestivo y causar estragos en los glóbulos rojos", describe el artículo.

El Trastorno del Espectro Autista (TEA) no es una enfermedad. Es un desorden neurológico que compromete diferentes aspectos del desarrollo. Los niños presentan limitación en el área de comunicación social y presencia de intereses y comportamientos restringidos y repetitivos.

Muchas de las intervenciones empleadas en esta población, van dirigidas a maximizar la capacidad de la persona menor y reforzar las áreas del desarrollo que están comprometidas. Las intervenciones como terapia conductual, de lenguaje, ocupacional e intervención temprana entre otras han logrado tener efectos muy positivos en el desarrollo.