Por Edgardo Hidalgo Chacón – Estudiante de la carrera de Psicología

¿Sabía usted que, de acuerdo con Rivera (2017), en la actualidad uno de los trastornos mentales en Centroamérica que ha sufrido sustanciales aumentos es la ansiedad? Aunado a esto, se ha considerado que este trastorno es la sexta causa de discapacidad laboral en el mundo. Así, la Organización Mundial de la Salud, entre 1990 y el 2013, ha informado que las personas que padecen ansiedad han aumentado cerca de un 50% (Organización Mundial de la Salud, 2015).

Es necesario considerar que las preocupaciones, depresión, ambiente laboral, familiar y, en general, el contexto sociocultural, son factores significativos que tienen una alta incidencia en la ansiedad. Este trastorno impide tener una calidad de vida satisfactoria, situación que influye en las relaciones intrapersonales e interpersonales. De acuerdo con la Guía de Consulta de los Criterios Diagnósticos del DSM-V (Asociación Americana de Psiquiatría, 2013), el trastorno de ansiedad se define como “miedo o ansiedad excesiva e inapropiada para el nivel de desarrollo del individuo concerniente a su separación de aquellas personas por las que siente apego” (p. 129). En concordancia, de acuerdo con la Revista de la Facultad de Medicina (2013), los desórdenes de ansiedad pueden presentarse en distintas tipologías, incluyendo el trastorno de ansiedad generalizada y el trastorno de ansiedad social.

Como sociedad, es importante aprender a detectar las crisis de ansiedad y saber cómo controlarlas, de modo que la ayuda psicológica constituye el camino más viable para tener un mayor control y no sufrir las consecuencias de este trastorno, el cual puede conducir a la persona hacia un estado de distimia o depresión. Aquí, es necesario romper con el prejuicio de que ir a psicólogo es para personas con problemas psicológicos, puesto que es una mentira y una falacia. Tanto la salud física como psicológica son vitales. Ser parte de terapia significa disfrutar de un centro de bienestar psicológico. Cabe resaltar que “la ansiedad es una respuesta emocional provocada por el miedo (…). Además de ser un sistema complejo de respuesta conductual, fisiológica, afectiva y cognitiva a modo de amenaza (…). La ansiedad se activa al anticipar sucesos o circunstancias que se juzgan como muy aversivas” (Clark y Beck, 2012, p. 66).

Adicionalmente, las personas que padecen de ansiedad pueden iniciar psicoterapia. La terapia cognitivo-conductual es una de las principales soluciones, dado que se caracteriza por ser un método activo y directivo en el que el paciente y el terapeuta trabajan de forma estructurada dentro y fuera de la sesión. Por su parte, la psicoterapia psicodinámica constituye otra opción, cuyo objetivo es promover la comprensión e integración de los problemas, encontrando estrategias para desarrollarse y evolucionar. Dentro de esta tipología se encuentran la psicoterapia breve y de grupo.

A partir de lo planteado, y a pesar de que la mayoría de las personas en cierta medida experimentan la ansiedad, es oportuno buscar ayuda psicológica, puesto que en psicoterapia se lograrán conocer y aprender a aplicar estrategias que reduzcan los índices de ansiedad. Se recuerda que silenciar y omitir los cuadros de ansiedad no son actitudes constructivas, dado que estas alteran y potencian la producción cuadros más severos. De esta forma, asistir a terapia constituye una solución viable, debido a que busca equilibrar emocionalmente a la persona, acto que reducirá cualquier crisis de ansiedad. ¡Normalicemos que ir al psicólogo es bienestar psicológico!

 

MOXIE es el Canal de ULACIT (www.ulacit.ac.cr), producido por y para los estudiantes universitarios, en alianza con el medio periodístico independiente Delfino.cr, con el propósito de brindarles un espacio para generar y difundir sus ideas.  Se llama Moxie - que en inglés urbano significa tener la capacidad de enfrentar las dificultades con inteligencia, audacia y valentía - en honor a nuestros alumnos, cuyo “moxie” los caracteriza.

 

Referencias bibliográficas:
• Asociación Americana de Psiquiatría. (2013). Guía de consulta de los criterios diagnósticos del DSM-V. Estados Unidos: American Psychiatric Publishing.
• Clark, D.A. y Beck, A.T (2012). Terapia cognitiva para trastornos de ansiedad. España: Desclée de Brouwer, S.A.
• Organización Mundial de la Salud. (2015). Clasificación estadística internacional de enfermedades y problemas relacionados con la salud CIE-10. Suiza: ONU.
• Revista de la Facultad de Medicina. (agosto, 2013). El trastorno de ansiedad generalizada. Revista de la Facultad de Medicina, Vol. 56, 4(1) 53-55.
• Rivera, L.G. (2017). Hablemos de la ansiedad en el Día Mundial de la Salud Mental. Revista TecReview, 12(1) 1-10.