Un nuevo informe publicado por la Agencia Internacional de Energía proporciona una visión del impacto extraordinario de la pandemia en todos los combustibles principales.
Basada en un análisis de más de 100 días de datos reales en lo que va del año, la Revisión de Energía Global de la AIE incluye estimaciones de cómo es probable que evolucionen las tendencias de consumo de energía y emisiones de dióxido de carbono (CO2) durante el resto de 2020.
“Es un shock histórico para todo el mundo energético. En medio de las incomparables crisis económicas y de salud de hoy, la caída de la demanda de casi todos los combustibles principales es asombrosa, especialmente para el carbón, el petróleo y el gas. Solo las energías renovables están retenidas durante la inactividad nunca antes vista en el uso de electricidad ”, dijo el Director Ejecutivo de la AIE Dr. Fatih Birol, quien agregó:
Todavía es demasiado pronto para determinar los impactos a más largo plazo, pero la industria energética que emerge de esta crisis será significativamente diferente de la anterior”.
Guiño a las energías renovables
Las medidas de aislamiento están impulsando un cambio importante hacia fuentes de electricidad bajas en carbono, incluidas la eólica, la solar fotovoltaica, la hidroeléctrica y la nuclear. Después de superar al carbón por primera vez en 2019, las fuentes bajas en carbono ampliarán su liderazgo el presente año para alcanzar el 40% de la generación mundial de electricidad, 6 puntos porcentuales por delante del carbón.
Durante el primer trimestre, hubo una reducción de un 3,8% de la demanda global de energía. Todos los combustibles fósiles (carbón, petróleo, gas) registraron una evidente caída ante las medidas adoptadas. Además, la generación de electricidad a partir de energía eólica y solar fotovoltaica continúa aumentando en 2020.
Hay dos motivos que argumentan, según la agencia, este sostenimiento aún en tiempos de crisis:
- La mayor capacidad instalada.
- El despacho prioritario a este tipo de fuente.
Asimismo, el informe proyecta que la demanda de energía caerá un 6% en 2020, siete veces la disminución después de la crisis financiera mundial de 2008. "La disminución no tiene precedentes", señala el informe.
"Se espera que las economías avanzadas experimenten los mayores descensos, con una caída de la demanda del 9% en los Estados Unidos y del 11% en la Unión Europea. El impacto de la crisis en la demanda de energía depende en gran medida de la duración y la rigurosidad de las medidas para frenar la propagación del virus", señala el informe.
Por ejemplo, la AIE descubrió que cada mes de cierre mundial en los niveles observados a principios de abril reduce la demanda anual de energía global en aproximadamente un 1,5%.
Cabe resaltar que las proyecciones de Global Energy Review de la demanda de energía y las emisiones relacionadas con la energía para 2020 se basan en suposiciones de que las medidas implementados en todo el mundo en respuesta a la pandemia se aliviarán progresivamente en la mayoría de los países en los próximos meses, acompañadas de una recuperación económica gradual.